Dos jóvenes desafiaron al grupo radical que se manifestó en Madrid este fin de semana con un beso gay. Los chicos querían desafiar de manera simbólica a dicha concentración, que durante la marcha coreó “españoles sí, refugiados no”.
Ciudad de México, 23 de mayo (SinEmbargo/La Opinión).- Para enfrentarse al odio, nada mejor que el amor. Esto fue lo que debieron pensar dos jóvenes al presenciar el pasado sábado, en Madrid, una manifestación neonazi en pleno centro de la ciudad.
Gregor Eistert y David Fernández decidieron mostrar su desacuerdo con el grupo radical, que se manifestaba al grito de “españoles sí, refugiados no”, con un beso gay que surgió de forma espontánea en mitad de la tensión que se vivía en la plaza Dos de Mayo.
En declaraciones al medio El Español, los dos jóvenes aseguraron que su comportamiento fue “fruto de la rabia” y que fue recibido con insultos variados.
En el video puede escucharse cómo los manifestantes, que eran cerca de mil personas, se dirigen a la pareja con ofensas como “maricones”, “pervertidos” o “sidosos“, a lo que los jóvenes respondieron con un gesto ofensivo con la mano, mientras continuaban besándose.
Al poco de iniciar el beso, un agente de la Policía les instó a parar. “Ya está bien, hombre, ya está bien, eh”, les dijo el oficial, para después comenzar a desalojar a algunos asistentes de la plaza.
Algunos testigos de la reacción de los jóvenes apoyaron su valentía y dirigieron a la Policía gritos de “vergüenza, vergüenza”, para luego pedir que echaran a los neonazis del barrio, no a los chicos.
Aunque Fernández defiende su comportamiento y el de su compañero, también fue benévolo con la acción del agente. “Al principio no llegaba a comprender cómo nos echaban de la plaza cuando los que estaban cometiendo un delito de odio eran ellos, pero supongo que “es más fácil sacar a cinco personas pacíficas de la plaza que a 800 violentas”.
