Los resultados de este estudio sugieren que no hay asociación entre los niveles de vitamina D predichos genéticamente y la susceptibilidad a la COVID-19.
Redacción Ciencia, 1 jun (EFE).- La evidencia genética no respalda la vitamina D como medida protectora contra la COVID-19, según un estudio liderado por investigadores de la Universidad McGill de Quebec (Canadá).
Esta investigación no apoya, por tanto, la suplementación con vitamina D como medida de salud pública para mejorar los resultados de la COVID-19, resumen los autores.
Recuerdan que algunos estudios observacionales habían sugerido que el aumento de los niveles de vitamina D podían proteger contra la COVID-19, pero estos trabajos no eran concluyentes y “posiblemente estaban sujetos a factores de confusión”.
Ahora, este nuevo estudio publicado en Plos Medicine y liderado por Guillaume Butler-Laporte y Tomoko Nakanishi apunta que las pruebas genéticas no apoyan la vitamina D como medida de protección contra esta enfermedad.
Para evaluar la relación entre los niveles de vitamina D y la susceptibilidad y la gravedad de la enfermedad, los investigadores realizaron un estudio de aleatorización mendeliana utilizando variantes genéticas fuertemente asociadas con el aumento de los niveles de vitamina D.
Vitamin D and COVID-19 susceptibility and severity in the COVID-19 Host Genetics Initiative: A Mendelian randomization study https://t.co/ZYoND3Erwc @drdingle
— Max Bradman (@BradmanMax) March 9, 2021
Este tipo de estudios usa variantes genéticas para determinar si una asociación observacional entre un factor de riesgo y un resultado es consistente con un efecto causal.
Así, los autores analizaron las variantes genéticas de 4 mil 134 individuos con COVID y 1 millón 284 mil 876 sin COVID de 11 países para determinar si la predisposición genética a niveles más altos de vitamina D se asociaba con resultados menos graves de la enfermedad en personas con coronavirus.
Los resultados no mostraron evidencia de una asociación entre los niveles de vitamina D predichos genéticamente y la susceptibilidad a la COVID-19, la hospitalización o la enfermedad grave, lo que sugiere que el aumento de los niveles de vitamina D circulante a través de la suplementación puede no mejorar los resultados de la COVID-19 en la población general.
No obstante, los autores advierten de que hay algunas limitaciones en este estudio, como que la investigación no incluyó a individuos con deficiencia de vitamina D, y sigue siendo posible que aquellos verdaderamente deficientes puedan beneficiarse de la suplementación para la protección y los resultados relacionados con COVID-19.
Aun así, los autores destacan la importancia del trabajo que -dicen- no respalda la administración de suplementos de vitamina D como medida de salud pública para mejorar los resultados.
“Y lo que es más importante, nuestros resultados sugieren que se debe dar prioridad a la inversión en otras vías terapéuticas o preventivas para los ensayos clínicos aleatorios de COVID”.