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“En agosto nos vemos”, novela póstuma de García Márquez, es publicada en su natalicio

06/03/2024 - 8:04 pm

El libro fue escrito en los últimos años del escritor, a pesar de que García Márquez aseguraba que “no servía” o que no tenía sentido.

Madrid/Ciudad de México, 6 de marzo (EuropaPress/SinEmbargo).- La nueva novela póstuma de Gabriel García Márquez, “En agosto nos vemos”, fue lanzada a la venta el día de hoy, coincidentemente con el aniversario 97 de su natalicio.

Bajo el sello de la editorial Random House, la novela inédita del Premio Nobel de Literatura, cuenta con la siguiente descripción como sinopsis:

“Cada mes de agosto Ana Magdalena Bach toma el transbordador hasta la isla donde está enterrada su madre para visitar la tumba en la que yace. Esas visitas acaban suponiendo una irresistible invitación a convertirse en una persona distinta durante una noche al año”.

Los hijos de Gabriel García Márquez presentaron ayer en el Instituto Cervantes de Madrid, junto con la editorial Random House, el libro inédito del escritor colombiano que nunca llegó a publicar, a lo que su hijo Gonzalo García, afirmó que es “una historia feminista”.

“No está totalmente terminado por Gabo (García Márquez), ni tan pulido como sus más grandes libros, pero definitivamente tiene muchas de sus características, como una prosa preciosa, el conocimiento del ser humano, el poder de descripción, la creación de un personaje. Y además nos gustaba mucho que fuera este personaje femenino, una historia tan feminista”, ha añadido Gonzalo García.

El libro fue escrito en los últimos años del escritor, “hasta que la memoria le dejó” pero sus hijos aseguran que “la idea de una mujer que vive en la isla en la que está enterrada su madre” llevaba en la mente de García Márquez muchos años antes de que comenzase a trabajar en ella.

Ambos sucesores tomaron la decisión de publicar “En agosto nos vemos” después de releer los borradores de la novela, que estaban custodiados por el editor Cristóbal Pera en el Harry Ransom Center, en la Universidad de Texas, y llegaron a la conclusión de que “merecía la pena publicarlo” a pesar de que el propio escritor, en sus últimos años con problemas de memoria, aseguraba que “no servía” o que no tenía sentido.

“Después de cinco años secuestrado en la Universidad de Texas, empezó a haber un acceso al libro. Nos despertó la curiosidad de volverlo a leer y cuando leímos las versiones nos dimos cuenta de que estaba mucho mejor de lo que recordábamos. Empezamos a sospechar que, al igual que Gabo perdió la capacidad para escribir, también perdió la capacidad para leer. Había perdido la capacidad para juzgar el libro”, ha apuntado Rodrigo García, también hijo del escritor.

Por eso, ambos consideran que el libro debía publicarse, porque Gabriel García Márquez no destruyó los borradores que posteriormente Cristóbal Pera, editor de los últimos dos libros del escritor colombiano, rehizo, aunque Gonzalo García asegura que “la novela estaba completa”, si acaso “un poco dispersa” y ha explicado que “no han agregado nada” al resultado final.

La novela trata de la historia de una mujer en la cuarentena “libre, independiente y de gran fuerza” a través de la que García Márquez explora temas tan novedosos como “la sexualidad” o el deseo, aunque sus hijos han reconocido que “no tiene muchos libros en los que la protagonista sea una mujer” con las características que tiene el personaje de ‘En agosto nos vemos’.

En ese sentido, Gonzalo y Rodrigo García han asegurado que el escritor se consideraba “un feminista” y que “conducía” su vida mostrando “con el ejemplo” cómo tratar a las mujeres.

“Él había crecido con mujeres fuertes, su abuela, sus tías, sus tías abuelas, su propia madre. No hubo nunca un discurso, pero Gabo se consideraba un feminista, en la manera en que conducía su vida (…) No había un discurso, pero había un ejemplo. Además de que admiraba a muchas escritoras mujeres, Virginia Woolf, Mercedes Rodoreda, Toni Morrison, Gabriela Mistral… Las trataba con la misma admiración y respeto con el que trataba a muchos otros”, ha dicho Rodrigo.

 

Asimismo, ambos, Gonzalo y Rodrigo, coinciden en que han tratado de “no dejar cabos sueltos” en la obra del escritor y Gonzalo reconoce que el hecho de que su padre hubiese fallecido, en 2014, “fue un factor para publicarlo”.

“Lo que hemos hecho es tratar de no dejar cabos sueltos. Hay una tendencia vinculada al duelo, desde luego en mi caso, de tratar de cerrar cabos que dejaron sueltos los padres. Para mí, el que este libro salga en las circunstancias en las que ha salido me deja tranquilo en el sentido de que ya toda la obra de Gabo está, como dice Rodrigo, a la disposición de sus lectores. No queda la misteriosa novela en un archivo en Texas. No hay que viajar, si tiene uno la curiosidad de verlo, a partir de mañana con ir a la librería de la esquina y salir de dudas”, ha concluido Gonzalo García.

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