México, 6 Ago (Notimex).- La contribución de las mujeres a las sociedades no se reconocen lo suficiente y son subvaluadas en términos económicos, sociales, políticos y culturales, establece un informe que presentó la Fundación Mexicana para la Salud (Funsalud).
El Informe Mujer y Salud que elaboró la Comisión Lancet-HSPH (Escuela de Salud Pública de Harvard) Mujer y Salud fue realizado por expertos internacionales y se publicó en la prestigiada revista “The Lancet” en junio.
La Comisión refleja en el informe uno de los análisis más exhaustivos hasta la fecha de la evidencia alrededor de la compleja relación entre las mujeres y la salud, señala Funsalud en un comunicado.
El reporte destaca el hecho de que las mujeres son proveedoras de salud de manera tan importante como lo son receptoras de salud, pero en el mundo no se cubren sus necesidades cambiantes en estos dos aspectos.
“Es demasiado común que la salud de las mujeres se interprete sólo bajo los conceptos de salud reproductiva y materna. Sin embargo, la evidencia que esta comisión ha elucidado rompe con esta interpretación convencional”, dijo la profesora Ana Langer, de la Escuela de Salud Pública T.H. Chan de Harvard, quien guió y condujo esta comisión.
“Es por esto que es apremiante que la comunidad de salud global y los encargados de generar las políticas públicas adopten una concepción más holística de las mujeres y la salud”, añadió.
Langer indicó que es momento de reconocer las contribuciones intelectuales y económicas productivas de las mujeres a la atención de la salud y la sociedad en general, así como el papel que cumplen en el hogar y las comunidades.
Los autores concluyen que la equidad de género y el empoderamiento de las mujeres deben ser aspectos centrales en toda política e intervención, cuyo objetivo sea mejorar la atención de salud de este sector, sobre todo en la era de desarrollo global post 2015.
La Comisión analizó los datos de 32 países, los cuales entre ellos suman 52 por ciento de la población mundial, para estimar el valor económico de las contribuciones de las mujeres a los sistemas de salud en 2010.
Además encontró que éstas contribuciones representan un 2.35 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) global por su trabajo remunerado, que incluye la labor de médicas, enfermeras, parteras, y otras profesiones en el sector salud.
Y un 2.47 por ciento del PIB global por su trabajo no remunerado, en gran parte por cuidados domésticos de familiares, el cual es reconocido y recompensado solo en un pequeño grupo de países que incluyen Costa Rica, Turquía y Reino Unido.
“Nuestros hallazgos sobre las contribuciones financieras remuneradas y no remuneradas de las mujeres a la salud en todo el mundo sólo son el inicio en la exploración y cuantificación del trabajo de las mujeres”, dijo la doctora Felicia M. Knaul, quien dirigió los cálculos económicos.
“Las contribuciones de las mujeres a la salud y a la atención de salud son innumerables, y los datos para medirlas plenamente aún son limitados”, añadió.
En el caso de México, las estimaciones encontraron que el valor total de las contribuciones de la mujer, tanto remuneradas como no remuneradas, son de 1.3 a 2.2 por ciento del PIB, de los cuales entre 45 al 47 por ciento de dicha contribución es no remunerada.
A su vez, si se toman en cuenta todas las actividades que promueven la salud dentro del hogar en México como la preparación de alimentos, traer agua, recolección de leña o limpieza del hogar, entre otras, el valor de las contribuciones de las mujeres aumenta hasta alcanzar 6.5 a 14.7 por ciento del PIB.
“A nivel global, la mayoría de los proveedores de salud son mujeres”, destaca la profesora Langer. “Sin embargo los sistemas de salud que dependen de ellas por lo general no responden adecuadamente a sus necesidades”, indicó.
La profesora consideró que las mujeres son subvaloradas y no cuentan con el apoyo de los sistemas de salud donde laboran, y sus problemas aumentan por el acceso inequitativo a los servicios de salud, realidad que sufren demasiadas mujeres alrededor del mundo.
Ante este panorama, la Comisión urgió a reconocer la importancia en invertir en la mejoría de la salud y el estatus de niñas y mujeres, fortalece los sistemas de salud y establecer políticas y programas que respondan a sus necesidades.
Además exhortó a las mujeres a participar en todos los niveles del proceso de toma de decisiones en la sociedad, y a promover el liderazgo femenino por la salud a nivel nacional e internacional.
