El equipo de investigación llevó a cabo el proceso utilizando la prueba de neutralización del virus sustituto del SARS-CoV-2 desarrollada en Duke-Nus a principios de 2020. Los expertos destacan que se necesita vigilancia transfronteriza urgentemente para encontrar el virus progenitor.
Madrid, 9 de febrero (EuropaPress).- Mientras la Organización Mundial de la Salud (OMS) continúa su misión en Wuhan (China) investigando el origen y la transmisión temprana del SARS-CoV-2, un nuevo estudio dirigido por científicos de la Escuela de Medicina Duke-NUS (Singapur) y la Universidad Chulalongkorn (Tailandia) ha evidenciado que murciélagos y pangolines del sudeste asiático albergan coronavirus relacionados con el SARS-CoV-2.
“Este es un descubrimiento importante en la búsqueda del origen del SARS-CoV-2, que fue posible gracias a la rápida aplicación de tecnología de vanguardia a través de una colaboración internacional transparente” , han dicho los investigadores, cuyo trabajo ha sido publicado en la revista Nature Communications.
Los expertos examinaron murciélagos Rhinolophus en una cueva tailandesa, detectando anticuerpos neutralizantes del SARS-CoV-2 en murciélagos de la misma colonia y en un pangolín en un puesto de control de vida silvestre en el sur de Tailandia.
Recién salido del horno: Encuentran nuevos coronavirus MUY parecidos al SARS-CoV-2 en murciélagos y pangolines del sudeste asiático: Evidence for SARS-CoV-2 related coronaviruses circulating in bats and pangolins in Southeast Asia https://t.co/MvBsq4ZMvV
— Gabriel León (@GaboTuitero) February 9, 2021
“Nuestro estudio extendió la distribución geográfica de coronavirus genéticamente diversos relacionados con el SARS-CoV-2 desde Japón y China hasta Tailandia en un rango de 4 mil 800 kilómetros. Se necesita con urgencia vigilancia transfronteriza para encontrar el virus progenitor inmediato del SARS-CoV-2”, han aseverado los científicos.
El equipo llevó a cabo investigaciones serológicas utilizando la prueba de neutralización del virus sustituto del SARS-CoV-2 (sVNT) desarrollada en Duke-NUS a principios de 2020. “Este trabajo también es oportuno ya que las investigaciones sobre los orígenes del SARS-CoV-2 están en curso y pueden proporcionar más pistas. Además, estos estudios también juegan un papel clave para ayudarnos a estar mejor preparados contra futuras pandemias, ya que proporcionan un mapa más detallado de las amenazas zoonóticas”, han puntualizado.