En Suiza más amor y menos regalos en el Día de las Madres

09/05/2015 - 7:00 am

Por Gabriela Sotomayor. Corresponsal

Ginebra 9 May (Notimex).- En Suiza uno de los países más ricos del mundo, el Día de las Madres se celebra de manera austera, de preferencia en contacto con la naturaleza, haciendo honores a la cultura del teólogo Juan Calvino.

El segundo domingo del mes de mayo se festeja cada año en familia y el objetivo es pasar tiempo con la madre y las abuelas sin necesidad de regalar objetos costosos y mucho menos ostentosos.

Bastan flores, eso si, las flores son esenciales en cualquier festividad helvética, bastan los regalos que los niños hacen en la escuela para sus madres, las cartas, los poemas y quizá un perfume discreto.

Llama la atención la ausencia de excesivas y ruidosas campañas de publicidad con el consabido bombardeo de spots de televisión y de radio.

En las tiendas se puede ver algún cartel discreto recordando a los clientes sobre la “fête des mères” (Día de las Madres) y por ejemplo en el diario Tribune de Genève, uno de los que tienen mayor circulación, no aparece ningún anuncio sobre esta fecha.

En cambio, las madres se alistan para pasar el día en familia, conversar con sus hijos y lo ideal es estar en contacto con la naturaleza.

Las familias pasean al borde del lago, paran a comer los famosos filetes de “perche” que son pequeños pescados, la comida típica en esta temporada o los más elegantes, van a bordo de barcos que cruzan el lago con menús especiales para el día, vinos y champán.

Los que viven en las montañas aprovechan a hacer largas caminatas y se detienen en un chalet a comer el típico fondue o la famosa raclette.

El día se pasa en familia, los comercios están cerrados los domingos, no hay esa prisa por comprar algo al último minuto, un domingo quizá como tantos otros.

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