Avión espía de Texas desata polémica con el gobierno federal de EU; vigilará la frontera con México

13/11/2012 - 12:00 am

Ciudad de México, 13 de nov (sinembargo.mx) – Luego de la compra de un avión espía por parte del gobierno de Texas, las alarmas en las cortes y el Congreso estadounidenses se han encendido. Por una parte, las autoridades federales no están de acuerdo con que policías locales usen alta tecnología, porque argumentan que para eso hay agencias de seguridad especializadas. Por otra parte, muchos juristas aseguran que el derecho a la privacidad de los ciudadanos es vital. Sin embargo, Texas ha dicho que ven insuficientes las acciones del gobierno de Barack Obama para mantener la seguridad en la frontera con México, por eso han equipado a sus policías con armamento militar, y en unos meses operarán un nuevo esquema de viglancia con su nave de alta tecnología.

El Centro para el Periodismo de Investigación de Estados Unidos (CIR, por sus siglas en inglés) publicó la noticia que el estado de Texas redoblará su vigilancia en la frontera con México, y para esto realizó la compra de un avión de 7 millones de dólares.

En julio pasado, funcionarios del Departamento de Seguridad Pública de Texas firmaron un contrato por 7 millones 400 mil dólares con la empresa suiza Pilatus Aircraft, para la compra de un avión espía de gran altitud.

Según detalla el CIR, entre las características de la aeronave, se encuentra un sistema de cámaras, valuado en un millón de dólares, de alta resolución y que capta imagen térmica; un equipo de enlace que tuvo un costo de 300 mil dólares, este sistema permite a la tripulación enviar imágenes en tiempo real; además, para los pilotos existen cuatro juegos de gafas de visión conturna con una valor de 60 mil dólares, según detalla documentos de Información Pública de Texas.

Pese a que la adquisición fue mantenida en secreto por las autoridades estadunidenses, el portavoz de la policía de Texas, Tom Vinger, aseguró que la mayoría de las misiones del avión se llevarán a cabo en la frontera entre Estados Unidos y México, y “servir como una herramienta para ayudar a determinadas operaciones conjuntas”.

De acuerdo con la empresa fabricante, el avión espía fue desarrollado tanto por policías estatales como federales, y siempre estuvo concebido como una plataforma de vigilancia.

GW Schulz, reportero especialista en seguridad, dice que los políticos texanos desde hace mucho tiempo estaban demandando seguridad al gobierno federal, encabezado por Barack Obama; tanto así que vieron como “insuficientes” las acciones de la Casa Blanca.

Desde 2007, Texas ha invertido 600 millones de dólares al reforzamiento de sus cuerpos para vigilar la frontera, incluso los guardabosques cuentan con equipo militar. Según los funcionarios, la amenaza es muy grande, generada principalmente por pandillas y cárteles de la droga.

En septiembre, los investigadores del Congreso federal dieron a conocer que este tipo de vigilancia podría no ser legal, pues en 2001 el Tribunal Supremo dictaminó que la policía no puede usar miras térmicas, pues sería considerado como espionaje. Sin embargo, el gobierno de Texas se ha defendido utilizando el argumento que el uso de esta tecnología es legal para vigilar la frontera, siempre y cuando el avión no esté tripulado.

Hasta el momento, no ha habido nuevos informes sobre la situación legal de la operación que intenta Texas. Al parecer, todo marcha respecto a su plan, pues el avión llegará a principios de 2013.

en Sinembargo al Aire

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