Activistas acusan al Ejército de ser quien violente sus derechos humanos al ejecutar, violar y saquear a la población rohingya. Fue en 2012 cuando se desató la violencia sectaria contra la minoría musulmana, 120 mil rohingyas viven confinados en 67 campos en Rakhine.
Bangkok, 13 de noviembre (EFE).- La Organización No Gubernamental Human Rights Watch (HRW) ha identificado 430 edificios destruidos por la violencia sectaria contra la minoría musulmana rohingya en el oeste de Birmania (Myanmar), según imágenes de satélite de alta resolución.
“Las nuevas imágenes de satélite no sólo confirman la amplia destrucción de aldeas rohingya sino que es aún mayor de lo que pensábamos”, afirmó hoy Brad Adams, director de HRW para Asia, en un comunicado.
“Las autoridades birmanas deberían establecer una investigación asistida por la ONU como un primer paso para garantizar la justicia y seguridad para las víctimas”, reiteró Adams.
Los edificios destruidos, en su mayoría viviendas destruidas en incendios provocados, se encuentran en el distrito de Maungdaw, en el estado Rakhine, según las imágenes de satélite recogidas entre el 22 de octubre y el 10 de noviembre.
El Ejército birmano declaró como “zona de operaciones” el norte del Rakhine, en la frontera con Bangladesh y donde vive el grueso de esta minoría musulmana, tras el ataque de un grupo armado contra tres puestos de la policía fronteriza el pasado 9 de octubre.
El asalto y posteriores disturbios causaron al menos 40 muertos entre policías, militares, asaltantes y vecinos, y llevó al despliegue del Ejército al que activistas locales acusan de cometer ejecuciones, violaciones y saqueos contra la población rohingya.
La líder de facto y nobel de la paz birmana, Aung San Suu Kyi, ha sido acusada por no interceder en favor de los rohingya, una perseguida minoría étnica a la que las autoridades birmanas no reconocen la ciudadanía.
Rakhine acoge a más de un millón de rohingyas, a los que muchos birmanos llaman despectivamente “inmigrantes bengalíes”, a pesar de que las autoridades de Bangladesh tampoco los reconoce como ciudadanos.
Unos 120 mil rohingyas viven confinados en 67 campos en Rakhine y sufren todo tipo de restricciones desde el brote de violencia sectaria en 2012 entre esta minoría musulmana y la mayoría budista de la región que causó al menos 160 muertos.