El Constituyente: 10 puntos de la reforma que ponen en riesgo los avances en la CdMx

21/03/2016 - 12:03 am

La Reforma Política de la Ciudad de México no es como la pintan: ni convirtió al Distrito Federal en el estado 32, ni sus alcaldías serán iguales que los municipios. El Constituyente que está a punto de integrarse significa un riesgo para el electorado que sacó al Partido Revolucionario Institucional (PRI) del poder en 1997.

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Ciudad de México 21 de marzo (SinEmbargo).– La Reforma Política de la Ciudad de México que se aprobó recientemente, es más una “jugada” política, un cálculo del Partido Revolucionario Institucional (PRI) para regresar al poder, que un verdadero instrumento de cambio para los capitalinos, coincidieron diversas voces que se han manifestado para dar a conocer los puntos controvertidos del nuevo decreto.

La reforma, considerada uno de los logros del Jefe de Gobierno Miguel Ángel Mancera Espinosa, y acariciada por sus antecesores, se contrapone a las preferencias electorales de los capitalinos en varios de sus puntos.

Uno de ellos, y quizás el más importante, es la composición de la Asamblea Constituyente que redactará la Constitución de la Ciudad de México, dijo Ximena López Arzate, investigadora del área de Desarrollo Económico, Energía y Cambio Climático en el Centro de Investigación para el Desarrollo A.C. (CIDAC).

“Hay un riesgo en el producto que va a salir de este Constituyente: la Constitución de la Ciudad de México en términos de legitimidad y conexión entre preferencias del ciudadano de la capital y lo que salga de ahí, por la forma en la que se elegirán las personas que van a conformar la Asamblea. Creemos que va a meter mucho ruido en el producto final esta fórmula de 60 votados y 40 elegidos por los poderes federales”, dijo en entrevista

De acuerdo con Ximena López la distribución de los 28 diputados y senadores que formarán parte de los 40 constituyentes elegidos por el Congreso de la Unión, el Jefe de Gobierno y el Presidente Enrique Peña Nieto, quedarán de la siguiente forma:

“Diputados y senadores del PRI son 12 en total; del PAN [Partido Acción Nacional] son siete; del PRD [Partido de la Revolución Democrática], cuatro; del Partido Verde, dos; del PT [Partido del Trabajo], Morena [Movimiento Regeneración Nacional] y MC [Movimiento Ciudadano] uno cada uno. En total PRI-PAN tendrán la mayoría, porque así es la composición de las Cámaras, cosa muy distinta a las preferencias de la ciudad en donde Morena y PRD tienen mayoría”, explicó.

A esa mayoría se le sumarán los seis constituyentes que propondrá Peña Nieto y los seis de Mancera Espinosa.

“Esto no importaría tanto en un estado que se apega más a esta preferencia, como el Estado de México donde la mayoría es priista, pero creemos que en la Ciudad de México en términos de legitimidad, ¿cómo legitimas eso?”, agregó.

La investigadora indicó que con la Reforma Política, el Constituyente y la Constitución se están “jugando las bases de poder en el largo plazo. Están en juego las distribuciones del poder en los próximos sexenios en la capital”.

Enrique Gutiérrez Márquez, académico del Departamento de Ciencias Sociales y Políticas de la Universidad Iberoamericana, dijo hace unos días a SinEmbargo que aunque el Constituyente permanecerá poco tiempo, serán esos legisladores los que se encargarán de reconfigurar políticamente y geográficamente a la ciudad para los próximos 200 ó 300 años.

“Hay 40 diputados que serán designados, entonces, resulta fundamental hacerse de espacios. Cada espacio cuenta ahorita y en el caso de Morena y el PRD, no dejarán uno solo libre. Y será violento, porque en términos históricos hay muchos grupos violentos, que vienen de las estructuras del viejo priismo, el corporativismo sindical. El problema aquí es la impericia política, que va en detrimento de una verdadera democracia”, dijo.

Los 60 puestos de elección popular es donde realmente Morena tendrá el margen de maniobra para lograr un mayor número de votos al momento de decidir sobre la Constitución.

De ahí los brotes violentos que se han vivido en las últimas dos semanas en la ciudad, donde uno de los principales actores es el presidente estatal de Morena Martí Batres Guadarrama – un hombre que de acuerdo con los analistas fue colocado en ese lugar estratégico para contrarrestar la falta de pericia política de los asambleístas del partido en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF)– fue golpeado por un grupo de perredistas.

En la ciudad el grupo de perredistas más fortalecido es el que operó en su conformación el ex Secretario de Gobierno Héctor Serrano Cortés, en un principio promovido para Mancera Espinosa y que con Nueva Izquierda (NI) o “Los Chuchos”, es uno de los grupos más poderosos al desbancar a la tribu de René Bejarano Martínez.

Ximena López agregó que la izquierda, que entrará en pugna en la nueva configuración, será “la izquierda de Morena contra los demás”.

Ximena López, investigadora del Cidac. Foto: Francisco Cañedo, SinEmbargo
Ximena López, investigadora del CIDAC. Foto: Francisco Cañedo, SinEmbargo

PUNTOS CONTROVERTIDOS

  •  La Asamblea Constituyente en donde entre Peña Nieto y Mancera decidirían el 40 por ciento de los legisladores que la integrarían. Sesenta electos de manera directa bajo el esquema de representación proporcional, 14 representantes del Senado, 14 representantes de la Cámara de Diputados, seis designados por el Presidente de la República y seis designados por el Jefe de Gobierno.
  • Hay oportunidad para los candidatos independientes, pero en desigualdad de condiciones con los partidos. El Instituto Nacional Electoral (INE) propondrá una lista de 60, pero a diferencia de los partidos donde sus candidatos serán elegidos por la vía plurinominal, los independientes deberán reunir 73 mil firmas para presentar su candidatura.
  • La reforma no cambió de fondo lo que era el DF. Según el CIDAC, la Ciudad de México no se convierte en un estado más. De los más de 50 cambios constitucionales que se realizarán, ninguno está encaminado a llevar al DF al Estado número 32. “La Ciudad de México permanecerá con un carácter sui generis dentro del Federalismo mexicano. En primer lugar, las delegaciones dejarán de llamarse así, para ser simplemente demarcaciones territoriales de la Ciudad de México, gobernadas por una Alcaldía. A diferencia de los municipios, dichas instancias continuarán siendo órganos políticos administrativos sin personalidad jurídica propia, ni patrimonio. Las 16 demarcaciones estarán gobernadas por un Alcalde y un conjunto de concejales, figura en un principio análoga a un presidente municipal y el cabildo”, expone.
  • Los estados tienen derecho a manejar su deuda estatal, distribuirla como quieran, aprobar los techos, en la Ciudad de México no, la deuda la seguirá aprobando el Congreso de la Unión.
  • Las alcaldías no tienen personalidad jurídica y patrimonio. Son demarcaciones territoriales incapaces de emitir deuda.
  • La representación de la izquierda en la Constitución está en veremos: por un lado el equipo redactor del documento que presentó Mancera Espinosa está equilibrado, pero por otro, en la elección de los Constituyentes que votarán esa redacción, no hay equilibrio.
  • Se excluyó a la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) en la conformación del Constituyente.
  • Incremento en la estructura administrativa de las alcaldías con los Concejales.
  • Temor a posibles actos de corrupción con los Concejales que integrarán los nuevos cabildos. El CIDAC explica otro punto en contra de la reforma en su análisis. Se refiere a los concejales , los cuales son planteados para ser un contrapeso al gobierno local, sin embargo uno de los riesgos latentes es que esta figura se constituya como un “cómplice” de la gestión de la alcaldía. “O como factor para agudizar un punto muerto innecesario entre la agenda del Jefe de Gobierno y el Alcalde”, indica.
  • María Eugenia Valdés Vega, investigadora experta en procesos electorales, padrón electoral y sistema político de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), explicó que los cambios realizaron en la Reforma Política, son mínimos: “Para mí lo que hay en el DF desde 1997 que se nombró la actual organización política con Jefe de Gobierno y delegados, fue un esperpento y lo que se aprobó ahora, sigue siendo un esperpento, porque sigue sin llamarse Gobernador, no es municipio y la Constitución dará lugar a una ciudad, no a un Estado”, dijo.

De acuerdo con la investigadora el avance para la Ciudad de México es “milimétrico en comparación con toda la lucha que se ha dado por tener los derechos soberanos del pueblo que la habita”.

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