Las seis épicas escenas para recordar la película Gladiador, protagonizada por Russell Crowe

26/05/2020 - 12:10 am

Desde su ya legendaria frase de “alcanzaré mi venganza, en esta vida o en la otra”, el filme ambientado a la época antigua se convirtió en uno de los más aclamados por la crítica al contar la historia de Máximo Décimo Meridio, un leal general hispano del ejército del Imperio romano que fue traicionado.

Madrid, 26 de mayo (EuropaPress).- Un 5 de mayo del 2000, llegaba a los cines Gladiador, la épica historia del hispano Máximo Décimo Meridio (Russell Crowe), dirigida por Ridley Scott, que se convirtió en un luchador del Circo Romano tras la traición del Emperador Cómodo (Joaquín Phoenix). Una cinta que cautivó al público gracias a los grandes momentos del protagonista.

Y es que Máximo es una estrella en sí mismo. La potente interpretación de Crowe, que le valió el Oscar, uno de los cinco que ganó el filme, ha convertido al personaje en uno de los más aclamados de la historia del cine. Desde su ya legendaria frase de “alcanzaré mi venganza, en esta vida o en la otra” a las viscerales peleas en el coliseo romano, estas son las seis secuencias más épicas de la película del hispano que se enfrentó a la tiranía romana.

EL DISCURSO INICIAL

Antes de luchar en la arena y convertirse en leyenda, Máximo demuestra sus habilidades no sólo en el campo de batalla, sino como líder de las tropas en con un discurso inicial que incluye la motivadora frase de “lo que hacemos en la vida, tiene su eco en la eternidad”. Lapidarias y contundentes, sus palabras dan el valor a los hombres para enfrentarse en una cruenta lucha contra los bárbaros germanos.

TENEMOS QUE PERMANECER UNIDOS

Ya convertido en gladiador, Máximo empieza por ganarse el respeto de los hombres en la arena, antes de hacerse con el favor del público. Y lo hace en la batalla del coliseo en la que él y el resto de condenados a la arena se enfrentan a unos guerreros bárbaros montados en cuadrigas. Sólo unidos lograrán vencer, y la revolución de los esclavos comienza a fraguarse.

MI NOMBRE ES MÁXIMO

Máximo es una estrella, y el Emperador Cómodo quiere saber quién se esconde tras el casco del experto gladiador. Para su desgracia, ya le conoce, y no puede hacer nada para evitar que el hombre al que se lo arrebató todo se tome su justa venganza.

“Mi nombre es Máximo Décimo Meridio, comandante de los ejércitos del norte, general de las Legiones Fénix, fiel servidor del verdadero emperador Marco Aurelio. Padre de un hijo asesinado, esposo de una esposa asesinada y juro que me vengaré, en esta vida o en la otra”. ¿Cómo olvidar esas palabras?

¿SE DIVIRTIERON?

Lo que sí puede hacer el astuto Emperador es condenarle a la arena de los gladiadores infames, donde una vez más Máximo demuestra contra seis oponentes que ni tiene rival en el combate cuerpo a cuerpo. Y que, aun así, no lo hace para divertimiento del populacho, sino para mantenerse vivo el tiempo suficiente como para acabar con Cómodo.

BATALLA CONTRA LOS TIGRES

Si quiere ganarse la libertad, o más bien el derecho a vivir, Máximo deberá demostrar su valía enfrentándose al mejor gladiador de Roma, ya retirado. Pero Cómodo tiene un as en la manga, unos tigres escondidos bajo la arena que le pondrán las cosas muy difíciles. Aún hay honor entre luchadores, y Máximo vuelve a ganarse el respeto de la grada convirtiéndose en “el Compasivo” tras desobedecer la orden directa del Emperador de acabar con su adversario.

CÓMODO TRAICIONADO, MÁXIMO VUELVE A CASA

Y finalmente, Máximo ve cumplida su venganza cuando, tras despojar al Emperador de toda credibilidad ante el pueblo, le ajusticia en el coliseo bajo la impasible mirada de sus legionarios. Nadie le arrebatará ese honor, y la película se despide con la lacrimógena secuencia del héroe paseando por un campo de trigo, camino a reunirse con su familia en la eternidad.

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