A Andrea se le recordará como una heroína sin capa, debido que dio su vida para salvar otra. La mañana del pasado jueves, la mujer fue arrastrada por una corriente de agua hasta caer al arroyo El Piojo en un intento por ayudar a una adulta mayor.
El Piojo subía de nivel, a punto del desborde, tanto Andrea como otra mujer con la que estaba, Carmelita, se protegieron en el techo de su casa. Al ver que doña Rosa, de 84 años de edad, corría peligro, bajaron del techo, cruzaron la calle y fueron por ella. De regreso, ya a punto de llegar a la banqueta y ponerse a salvo, al parecer una cayó, y después las otras dos, en un intento por ayudarse entre sí. Las tres fueron arrastradas por la corriente de agua, que bajaba de cuadras arriba, hasta caer al arroyo. Cuatro días después, el cuerpo de Andrea fue encontrado flotando en el río. Las otras dos mujeres siguen desaparecidas.
Por Claudia Beltrán
Culiacán/Ciudad de México, 26 de septiembre (Noroeste/SinEmbargo).- En caja sellada Andrea González Díaz fue velada en Culiacán en la funeraria del DIF, institución que cubrió todos los gastos de su sepelio. En ese pequeño espacio, con apenas una corona sobre el ataúd y cuatro modestos arreglos florales, fue velada la mujer de 28 años de edad. Con ella, llorándola y despidiéndola, estaban sus pequeños Amanda, América y Jesús, de 11, 9 y 7 años de edad, respectivamente.
Ya de por sí el cuadro era difícil, pero se volvió doloroso, cuando América y Armando pidieron a su papá abrieran la caja para ver por última vez la cara de su mamá. Los niños lloraron cuando se les detalló que no podían abrir el féretro, que estaba sellado, que así fue entregado.
A los menores se les dijo que la muerte de su madre fue una decisión de Dios, que estará con él, y que desde arriba ella los cuidará.
En el velorio a Andrea se le ve como una heroína sin capa, debido que expuso su vida para salvar otra y así quieren que sus hijos la recuerden.
La mañana del pasado jueves, Andrea fue arrastrada por una corriente de agua hasta caer al arroyo El Piojo en un intento por ayudar a una adulta mayor.
De manera temporal Andrea estaba con Carmelita. Andrea vivía de renta cerca de ahí, pero le acaban de pedir la casa en la colonia 6 de Enero.
El día de la lluvia y mientras el arroyo El Piojo subía de nivel, a punto del desborde, tanto Andrea como Carmelita, se protegieron en el techo de la casa.
Al ver que doña Rosa, señora de 84 años de edad, corría peligro, bajaron del techo, cruzaron la calle y fueron por ella. De regreso, ya a punto de llegar a la banqueta y ponerse a salvo, al parecer una cayó, y después una tras otra, en un intento por ayudarse entre sí.
Las tres fueron arrastradas por la corriente de agua, que bajaba de cuadras arriba, hasta caer al arroyo.
Los tres niños de Andrea, no estaban ahí, sino en casa de la abuela paterna.
El desborde del arroyo se llevó todo. Los hijos de Andrea se quedaron sin nada de ropa, zapatos. De igual forma, los hijos de Carmelita, quien actualmente está desaparecida, junto con Rosa.
Cuatro días después, el cuerpo de Andrea fue encontrado flotando en el río. Basándose en su estructura física y aretes, su padre la reconoció.
En calidad de desaparecida su familia siempre tuvo la esperanza de encontrarla viva.
Andrea era hija única y su mamá, que lleva el mismo nombre, la recuerda como una persona noble, modesta y solidaria con toda la gente.
Nació en Guasave y cuando tenía 15 años de edad, una tía la trajo a Culiacán a estudiar. Aquí se casó y tuvo a sus tres hijos.
Después fue madre soltera y a como podía sacaba adelante a sus hijos, a quienes siempre amó.
De niña Andrea fue cuidada por su madre y abuela, sin embargo, con esta última, que ya murió, se crió más. Este miércoles se cremarán sus restos y las cenizas serán depositadas en la tumba de su abuela.
La mamá quiso exponer todos los momentos que vivió con su única hija, sin embargo, un nudo se le hizo en la garganta que le impidió hablar más.
En el velorio, Guadalupe, una tía, mencionó que quería mucho a “Andreíta”, a quien veía como una hija, con amor correspondido.
Guadalupe comentó que vive en Tijuana y siempre que iba a Guasave, Andrea, con sus tres hijos, estaba ahí.
Andrea, la madre, agradeció a todos el interés que pusieron sobre su hija, desde el jueves en que fue arrastrada por una corriente en la colonia 6 de Enero.
Amanda, América y Jesús, hijos de Andrea, se quedarán en Culiacán con la abuela paterna, y en vacaciones irán en Guasave, para estar con la abuela materna.
