La Reforma Educativa será fuente de injusticias

26/11/2013 - 12:00 am

Cuando vemos a Claudio X. González convertido en aliado del SNTE, lanzando fieros ataques contra la CNTE, recordamos que Carlos Marx escribió en 1848, que “La historia de la humanidad ha sido la historia de la Lucha de Clases”.

Hace cuatro décadas esta frase se repetía hasta el aturdimiento, pero bastó que cayera la Unión Soviética, para que desapareciera de los textos de todos los analistas políticamente correctos. Sin embargo, fue una verdad histórica, que no dejará de serlo mientras la sociedad siga dividida en clases sociales donde la minoría numérica, vive de la explotación de la mayoría, cada vez más mayoría.

Solo viendo a través de este lente podemos explicarnos que el gobierno se haya empeñado en esta guerra contra los maestros, sin advertir el grado de crisis que iba a desatar y a sabiendas que por la gran desigualdad del desarrollo regional del país, es imposible obtener resultados estándares, como lo pretende la anunciada reforma.

A la clase minoritaria, que representa Claudio X. González, a sus partidos: el PRI, el PAN, y sus satélites de izquierda,  no les interesa que los miles de mexicanos que están al otro lado de la sociedad, se conviertan en ciudadanos emprendedores económicamente exitosos. Porque el éxito social de los depauperados, significaría terminar con los ejércitos de reserva que les permite mantener bajos salarios a unos y clientela electoral disponibles a los otros. Entonces calidad educativa, ¿para qué?, maestros de clase mundial ¿para enseñar a quienes?,

Estoy seguro que saben que es imposible sacar a México del nivel de atraso en que se encuentra, por ese camino.

Ellos saben que el poco desarrollo nacional, corresponde con la ineficacia de sus empresas para competir en   el mercado mundial y con la corrupción que impera en las filas gobernantes.

Por eso llevar las prácticas empresariales de sobreexplotación de los trabajadores al seno de la enseñanza pública será un fracaso, porque una cosa es producir tequila, cerveza o autopartes y otra muy diferente es generar conocimientos, cultura e inteligencia.

Y menos éxito tendrán en sus intentos de someter por largos periodos a la base social que los mantiene en el poder y en la riqueza oprobiosa que exhibe nuestro país.

Sin embargo cuando se mueven los hilos de los grandes equilibrios en las alturas, se despiertan ambiciones insospechadas y salen de sus escondites verdaderas alimañas que viven en la superficie terrenal.

Supuestamente se trataba de eliminar la corrupción del Sindicato de Maestros, pero el líder sindical reconocido oficialmente y apoyado por la cúpula empresarial es el símbolo de la corrupción sindical en el país, compitiendo con el petrolero. Dijeron que se trataba de limpiar de las camarillas de aviadores que no trabajan en los salones de clase pero ellos hoy se sienten más seguros que nunca, siguen sin presentarse a trabajar, ni lo harán y no porque anden en marchas o protestas, es que son los choferes, asistentes y bufones graciosos y gratuitos de los funcionarios.

Sin embargo, en la práctica diaria de las escuelas sucede que este ambiente anti-docente  es aprovechado por los directores y supervisores que tenían cuentas pendientes con los verdaderos profesores de banquillo que no forman parte de los círculos de poder, y como ahora ya no vale tener 20 0 30 años de antigüedad,  ellos, los operadores a nivel de tierra, tienen el gran poder de aplicarle la reforma a quien les venga en gana. Y así está sucediendo, (ya tenemos casos concretos),  los directores ahora convertidos en capataces laborales, empiezan a presionar a los profesores más viejos o que no les simpatizan,  para que dejen el espacio, para la nueva generación de escogidos por el sistema.

Y no batallan mucho, es suficiente que un director pida el apoyo de la administración para “una supervisión de mejoramiento” a un maestro de clases, para que le caiga un enjambre de observadores que descubrirán que el profesor no cumple con los estándares de calidad exigidos por la reforma. Pero es que los estándares exigidos a los maestros y padres de familia son inalcanzables para todos los maestros y padres de familia, y por lo tanto solo descubrirán que no da el perfil, aquel profesor que ellos quieren que se  revise.

Y después de ver lo que le sucede al viejo  maestro  que renegaba de las barbaridades del director, los demás se convertirán en sus incondicionales, porque redescubren que el poder de los directores si los alcanza a ellos y ha llegado el tiempo de sobrevivir.

Esto no es casualidad, es que otra vez Marx tiene razón, “Los proletarios no tienen que perder más que sus cadenas” PROLETARIOS DE  TODOS LOS PAISES UNÍOS.

Gustavo De la Rosa
Es director del Despacho Obrero y Derechos Humanos desde 1974 y profesor investigador en educacion, de la UACJ en Ciudad Juárez.
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