Gonzalo fue sentenciado en España por dar una versión “increíble”, revelan documentos

27/02/2016 - 12:04 am

Esta es la historia de un mexicano sentenciado en España, porque su versión de los hechos fue simplemente “increíble”. La sentencia en poder de SinEmbargo emitida el 14 de noviembre de 2013 establece que aunque no hay pruebas directas de la participación de Gonzalo Contreras Rincón en el delito de narcotráfico, su dicho “no es creíble” y por ello es culpable.

Gonzalo con su madre, Liliana Koster, en agosto de 2012, meses antes de ser detenido. Foto: Facebook
Gonzalo con su madre, Liliana Koster, en agosto de 2012, meses antes de ser detenido. Foto: Facebook

Ciudad de México, 27 de febrero (SinEmbargo).- La sentencia número 706/13 emitida el 14 de noviembre de 2013 por la Sección Cuarta de la Audiencia Provincial de Valencia, España, en contra de Gonzalo Contreras Rincón y de Francisco Martín Rivera Báez, originarios, el primero de Querétaro y el segundo de Jalisco, es clara: no había pruebas directas de la culpabilidad de los acusados, pero su versión de los hechos era simplemente “increíble”.

Gonzalo Contreras recibió una condena de nueve años de prisión y dos multas de casi 4 millones euros cada una, mientras que Rivera Báez fue sentenciado a seis años y dos multas de 3 millones de euros.

El caso de Gonzalo ha causado revuelo, luego de que el periódico El País revelará que todo el aparato diplomático en España se movió inmediatamente para liberar al Gobernador de Coahuila, Humberto Moreira Valdés, detenido en enero pasado en ese país por presunto lavado de dinero y liberado en menos de 15 días.

A Contreras Rincón, la diplomacia lo ayudó enviándole un libro.

El 13 de septiembre de 2012 la Aduana Marítima de Valencia interceptó dos contenedores con un cargamento de cocaína y metanfetaminas escondido entre un pedido de mármol que tenía como remitente la empresa Profumi S. A de C. V ubicada en Jalisco, México, y con destinatario a Developements Opportunities S. L. cuyo único administrados era Gonzalo Contreras.

En un primer contenedor había 60,9997 gramos de cocaína con una pureza de 72 por ciento y un valor por kilogramo de 34 mil 777 euros. En una segunda partida había 16,354 gramos de cocaína con una pureza de 69 por ciento. Se encontró también 61,001 gramos de metanfetaminas con distintos grados de pureza. El valor total de la droga decomisada fue de 3 millones 949 mil 125. 321 euros.

Cuando la mercancía fue interceptada se decomisó la droga y se pidió la intervención telefónica del número de Gonzalo. Los contenedores sin la droga fueron llevados a la SEUR Alicante [almacén de la compañía de paquetería], a dónde el 28 de septiembre acudió la entonces esposa de Contreras Rincón a preguntar por el envío.

Al percatarse de que los contenedores estaban abiertos y de que había mármol roto, la mujer tomó fotografías y avisó a Gonzalo. El joven se presentó el 3 de octubre de 2012 a verificar el estado del envío e indicó a la SEUR que una persona de México se presentaría en las instalaciones para revisar la mercancía.

EL OTRO ACUSADO

El 8 de octubre llegó Francisco Martín Rivera en un taxi –quien de acuerdo a la sentencia viajó desde México con ese único objetivo– y no se bajó en la puerta del almacén. Antes dio varias vueltas, para comprobar el número de vigilantes. La actitud de Rivera levantó sospechas y fue utilizada en su contra.

Cuando ingresó a las instalaciones revisó los contenedores durante tres horas. La sentencia indica que cuando se dio cuenta de que la droga no estaba, intentó escapar y fue detenido.

“Revisó la mercancía por espacio de tres horas, hasta que al iniciar una carrera hacia el teléfono que sonaba, la fuerza actuante decidió detenerlo e interrumpir la entrega, al ser evidente que había detectado la extracción de la droga, por lo que se detuvo también en Madrid al otro procesado”, según el documento de sentencia.

La sentencia aclara que ambos procesados no tenían antecedentes penales ni en España ni en México y que la prueba en contra de ambos, venció el principio institucional de inocencia.

Gonzalo es condenado por delito consumado y Martín Rivera por tentativa. El primero, tuvo en su contra el ser el destinatario de la carga y haber realizado varias llamadas con su socio en Jalisco, México, con quien siempre se refirió al mármol y no a las drogas.

“Es claro que nunca vamos a obtener una prueba directa que nos lleve a la afirmación de que Conteras sabía, y estaba concertado con los cárteles mexicanos de la droga, en la importación de tan importante partida de cocaína y metanfentamina y, es sabido además que no suele tenerse un reconocimiento de hechos cuando la penalidad es tan elevada y no se pueden llegar a acuerdos beneficiosos. Por ello hay que recurrir a la prueba de indicios, prueba hábil para vencer la presunción de inocencia como es sabido, que se lleve a afirmar, que a partir de lo que son datos fácticos, absolutamente acreditados, que sabía lo que estaba haciendo”, dice la sentencia.

Los jueces argumentan que la versión inverosímil de los acusados, fue tomada en cuenta como un indicio en su contra.

“Pensar que todo el mundo es bueno y se presta, por bondad de ánimo, a servir de cabeza a una operación de importación de drogas sin saber, pues lo que cree que está importando es mármol”. Es increíble la actuación y no se entiende sino es, desde la base del conocimiento de lo que estaba haciendo, en que colaboraba de manera activa y qué estaba introduciendo a España, de lo que este Tribunal no tiene duda alguna y entiende que la prueba ha vencido el principio constitucional de inocencia que venía amparando al acusado, por lo que procede dictar en su contra sentencia condenatoria”, agrega el documento.

Uno de los argumentos principales de la sentencia es que Gonzalo es culpable, porque cuando se remite la droga por correo, o cualquier otro sistema de transporte y el acusado participó en la solicitud y operación de la importación o es el destinatario, las leyes españolas lo consideran como un delito consumado, por tener posesión inmediata de la droga remitida.

“El tráfico existe desde que el remitente pone en marcha el mecanismo de transporte previamente convenido con el receptor, por entenderse que la droga quedó sujeta a la voluntad de los destinatarios en virtud del acuerdo alcanzado”, dice la sentencia.

EL GANCHO CIEGO

El mexicano en Salamanca, tres meses antes de su detención. Foto: Facebook
El mexicano en Madrid, tres meses antes de su detención. Foto: Facebook

Gonzalo Contreras Rincón escribió una carta a la Embajada de México en España, en la que pide ayuda para demostrar su inocencia. Afirma que fue utilizado por narcotraficantes desconocidos como un “gancho ciego”, que utilizaron su cargamento de mármol para esconder drogas.

En la misiva dirigida a “Señor Cónsul” y firmada en Madrid el 21 de octubre de 2015, Gonzalo le informa que no recibió visita de ningún funcionario mexicano, como le habían dicho, y pregunta cómo la Embajada de México en España, le puede ayudar.

“Como sabrá usted muy bien, los cárteles y narcotraficantes de nuestro país, en no pocas ocasiones, hacen uso de personas que nada tienen que ver con el mundo de la droga o la delincuencia, para conseguir sus objetivos lucrativos o de otra índole. Esto es el llamado ‘gancho ciego’. Y precisamente es lo que pasó a mí. Por supuesto ignoro quiénes son los autores de lo que me ha traído hasta aquí, aunque reconozco que, si lo supiera, quizás no estaría dispuesto a decirlo por la seguridad de mi familia en México. Aunque, por otro lado, de saberlo no podría afirmar no ser culpable. Pero en este caso, irónicamente, me enfrentaría a una condena menor de la que pesa sobre mi espalda actualmente”, escribe de puño y letra en la misiva a la que SinEmbargo tuvo acceso.

Gonzalo Contreras le explica al Cónsul que verse “arrebatado de nueve años de su vida, no siendo culpable, es intragable. Por no decir atroz”.

“Siento que los sueños y anhelos que tenía antes de entrar se vuelven más difusos y los veo más lejanos. Por momentos me encuentro privado de la fuerza vital de empuje con la que encaraba la vida, con la expectativa de un futuro brillante”, escribió.

Gonzalo asegura que en su caso no se procedió imparcialmente y que está preso con más de “un cabo suelto”.

VIOLACIONES A DERECHOS HUMANOS

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El caso de Gonzalo se presentará ante el Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo, debido a que se agotaron las instancias en España.

Hay una solicitud en la plataforma Change.org dirigida al Gobierno de España, al Ministerio de Justicia, al Convenio Europeo Derechos Humanos, a la Asociación Pro Derechos Humanos de España, Consejo de Prensa, Derechos Humanos y Asuntos Jurídicos de la Secretaría de Relaciones Exteriores, Embajada de México en España y al Tribunal Constitucional de España, para que se revise su caso. La petición cuenta con 30 mil 180 firmas.

Francisco Javier Díaz Aparicio, abogado de Gonzalo, dijo a SinEmbargo que las instancias en España se agotaron y que en un plazo de no más de seis meses el joven recurrirá al Tribunal de Derechos Humanos.

En el Tribunal sólo se pueden discutir los derechos del Convenio de Roma: la inviolabilidad de las comunicaciones y la presunción de inocencia. La investigación puede durar hasta tres años.

“En el Tribunal europeo es complicado ganar, como en el Tribunal Constitucional. Es complicado pero no se gana, si no se intenta”, dijo.

El abogado explicó que al llevar tres años, pierde eficacia, pero se gana el reconocimiento del derecho.

En cuanto a la sentencia española, Díaz Aparicio explicó que es “un poco endeble”, pues la prueba es la droga incautada, pero no hay pruebas directas en contra de Gonzalo, solo indicios.

“En nuestra opinión los jueces se equivocaron, pero el caso es que no estoy en la cabeza de los jueces. Hablar de justicia cuando de discute la prueba, no lo veo tan claro. Es lo mismo que si a uno lo acusan de haber matado a una persona y aparece viva, no lo veo tan claro. Gonzalo sostiene que es inocente y habrá que agotar todos los recursos”, dijo.

De reabrirse el proceso que enfrenta el joven, originario de Querétaro, y demostrarse su inocencia, además de recuperar su libertad podría demandar a los gobiernos de España y México, dijo Jazmín Sánchez Estrada, investigadora de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), especializada en Derecho Internacional, Privado y Público, Diplomático y Protocolo.

Al Gobierno de España podría demandarlo por sentenciarlo sin un debido proceso y al de México por abandonarlo a su suerte: “Ambos estados pueden ser sujetos de responsabilidad. Hay instancias a donde puede acudir y le harán la observación, en su caso a la [Secretaría] de Relaciones Exteriores y al Ministerio de Relaciones Exteriores de España. Si es el caso de que no se notificó en tiempo y forma al consulado mexicano, o si siendo notificada en tiempo y forma, la embajada consular de México no lo tomó con la debida seriedad”, indicó.

Pero el abogado de Gonzalo aseguró que si el Tribunal falla a favor de Gonzalo, no será necesario que demande, pues se automáticamente se fija una indemnización.

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