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Edith Martínez

28/08/2017 - 7:10 am

Negligencia gubernamental extingue a la vaquita marina

Por ello, escuchar de medidas y planes para detener la pesca de totoaba es sin duda un halo de esperanza; aunque inevitablemente uno se pregunta por qué hasta ahora, cuando esta problemática se conoce desde hace más de dos décadas y ha habido un sinfín de recomendaciones para tratarlo. En fin, se trata de un avance.

La problemática de la vaquita marina y la totoaba es la punta del iceberg de un modelo pesquero dañino en México. Foto: EFE.

La semana pasada se llevó a cabo la primera Reunión Trilateral entre México, China y Estados Unidos contra el combate al tráfico de totoaba, un pez que sólo existe en nuestro país y que está en peligro de extinción,  que es capturado por el gran valor que su vejiga natatoria (buche) ha adquirido en el mercado oriental.

Este tema, por demás expuesto en los medios de comunicación y reconocido por las propias autoridades, es una de las principales razones que tienen al borde de la extinción a la vaquita marina, de la cual se sabe quedan menos de 30 ejemplares.

Por ello, escuchar de medidas y planes para detener la pesca de totoaba es sin duda un halo de esperanza; aunque inevitablemente uno se pregunta por qué hasta ahora, cuando esta problemática se conoce desde hace más de dos décadas y ha habido un sinfín de recomendaciones para tratarlo. En fin, se trata de un avance.

Hablar de la coordinación trilateral entre las naciones nos hace también pensar en cómo se logrará, pues si lo trasladamos a la realidad mexicana, algo que ha salido muy bien a las autoridades es la descoordinación y meterse el pie entre las dependencias mermando los esfuerzos para proteger a la vaquita marina y evitar la pesca de totoaba.

Así lo revela un informe elaborado por Comarino y Greenpeace (http://act.gp/2vvfqAU), en el que se evidencia cómo la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca (Conapesca) ha obstaculizado las estrategias para salvar a la vaquita marina, muchas de ellas, impulsadas desde el sector ambiental del gobierno. Además de que ha sido negligente, incumplido leyes, programas, normas y ha sido negligente en la inspección y vigilancia.

Por ejemplo, mientras que por un lado, expertos internacionales, y el mismo gobierno anunciaba estrategias para proteger a la vaquita marina, en la que se incluye limitar el esfuerzo pesquero en el Alto Golfo de California, por otro lado la Conapesca daba más permisos para captura y embarcaciones en el hábitat de la marsopa.

Entonces, cómo hablar de coordinación trinacional cuando, al menos en México, las propias dependencias no pueden hacerlo. Una forma de cambiar esto de fondo es empezar por remover funcionarios cuya administración no ha sido eficiente, como la de Mario Aguilar, titular de Conapesca desde 2012, periodo en el que la población de vaquita marina ha decaído 85 por ciento.

La problemática de la vaquita marina y la totoaba es la punta del iceberg de un modelo pesquero dañino en México, que debe cambiar de fondo hacia la sostenibilidad, donde haya una verdadera coordinación y cooperación entre las instituciones de gobierno que garanticen que casos como éste nunca vuelvan a suceder.

* Edith Martínez es coordinadora de medios en Greenpeace México

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https://actua.greenpeace.org.mx/vaquita-marina

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Edith Martínez es coordinadora de Comunicación en Greenpeace México.

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