Cámara de los Comunes de Reino Unido rechaza por tercera vez el Brexit de Theresa May y de la UE

29/03/2019 - 10:56 am

El Parlamento británico no ha definido qué tipo de salida quiere y las exigencias de la UE al respecto, han desencadenado una crisis nacional. 

Por Paula Baena Velasco

Londres, 29 de marzo (AP/EFE).– Los legisladores del Reino Unido rechazaron este viernes por tercera vez el acuerdo del Brexit con la Unión Europea, dejando a Gran Bretaña solo dos semanas para decidir entre un largo retraso para el Brexit y una abrupta salida del acuerdo del bloque.

Los legisladores en la Cámara de los Comunes de Gran Bretaña votaron 286-344 en contra del acuerdo de retirada celebrado entre la primera ministra Theresa May y la UE, rechazando su petición de “dejar de lado el partido y el partido” y “aceptar la responsabilidad que nos dio el pueblo británico” de cumplir Brexit.

Un mayo visiblemente frustrado dijo que la votación tenía implicaciones “graves”.

“El defecto legal ahora es que el Reino Unido tiene que abandonar la Unión Europea el 12 de abril, en solo 14 días”, dijo. “Este no es tiempo suficiente para acordar, legislar y ratificar un acuerdo, y sin embargo, la Cámara de Representantes ha dejado claro que no permitirá irse sin un acuerdo. Y así tendremos que acordar un camino alternativo hacia adelante “.

Si se hubiera aprobado el acuerdo, Gran Bretaña habría abandonado la UE el 22 de mayo.

La UE dijo que el rechazo a los términos de divorcio convirtió a Brexit en un “escenario probable” sin acuerdo y convocó a una cumbre de emergencia para el 10 de abril para decidir qué hacer a continuación.

Un funcionario de la Comisión de la UE dijo que las 27 naciones restantes de la UE estaban “totalmente preparadas para un escenario sin acuerdo a la medianoche del 12 de abril”: la fecha límite de Gran Bretaña para trazar un nuevo rumbo.

Casi tres años después de que Gran Bretaña votara en junio de 2016 para abandonar la UE, los políticos británicos siguen profundamente paralizados por el Brexit. May había instado a los legisladores divididos a respaldar el acuerdo y finalmente romper un callejón sin salida que dejó a los británicos sin saber cuándo, o incluso si, el país dejará la UE.

El margen de derrota de 58 votos fue más estrecho que en los votos anteriores en enero y marzo, pero todavía deja el plan del gobierno para salir del bloque en ruinas

Después de dos años con la fecha del 29 de marzo de 2019 marcada en rojo en el calendario como la materialización del Brexit, la falta de consenso entre la clase política británica ha provocado que, finalmente, hoy no se produzca la salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE).

Esta fecha estaba establecida en virtud del Artículo 50 del Tratado de Lisboa, que la Primera Ministra, Theresa May, activó el 29 de marzo de 2017 y que fijaba el día de hoy como el final del periodo de dos años de negociación de los términos de la ruptura entre Londres y Bruselas.

La “premier” ha repetido por activa y por pasiva a lo largo de estos veinticuatro meses su férrea voluntad de cumplir con el resultado del referéndum del 23 de junio de 2016 que dio la victoria al Brexit y de concretar el “divorcio” este viernes. Pero no ha podido ser.

La incapacidad del Parlamento británico de definir qué tipo de salida quiere y las exigencias de la UE al respecto, han desencadenado una crisis nacional que ha obligado a pedir al bloque comunitario una prórroga, para evitar un Brexit abrupto.

Después de meses de negociaciones entre el Reino Unido y la UE, en noviembre del año pasado ambos bloques lograron culminar el acuerdo de salida, que fue ratificado por los veintisiete estados miembros del club comunitario.

Faltaba entonces tan solo un trámite más, la aprobación del mismo por parte del Parlamento británico, para lograr el anhelo de May y de la UE: una salida ordenada este 29 de marzo de 2019 con la que comenzaría un periodo de transición hasta finales de 2020 y la segunda fase de las negociaciones para terminar de perfilar la futura relación.

Sin embargo, ese en apariencia sencillo procedimiento ha sido el que ha obstruido todo el proceso. El Parlamento británico no quiere ese acuerdo.

En dos ocasiones, el 15 de enero y el 12 de marzo, ha dejado claro por abrumadoras mayorías que no admite esos términos de salida.

El principal obstáculo ha sido la salvaguarda irlandesa, un mecanismo ideado para evitar el restablecimiento de una frontera dura entre la provincia británica de Irlanda del Norte y la República de Irlanda que no contenta a los diputados de la Cámara de los Comunes.

Ante esta situación de bloqueo, el Parlamento autorizó esta semana, en conveniencia con la UE, una prórroga del Brexit hasta el próximo 22 de mayo, si logra aprobar un acuerdo de retirada, o hasta el 12 de abril en caso contrario.

El Gobierno conservador intentará hoy, por tercera vez, que su pacto salga adelante en la Cámara Baja aunque en esta ocasión lo presenta separado de la Declaración Política.

En las dos ocasiones anteriores, los diputados se pronunciaron sobre ambos documentos conjuntamente pero el Ejecutivo ha decidido separarlos para que el presidente de la Cámara de los Comunes, John Bercow, permitiera la votación.

Bercow advirtió la semana pasada que no dejaría que el pacto se votara una tercera vez si no se introducían “cambios sustanciales” y, por ello, May ha optado por separar los textos.

Continúa pues la incertidumbre ante la votación de este viernes y con el “divorcio” en general pero, a estas alturas, solo una cosa es segura: el 29 de marzo de 2019 no será el día del Brexit.

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