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Adela Navarro Bello

30/03/2022 - 12:05 am

Un Fiscal indigno

“La actuación de Gertz Manero tampoco está en consonancia ‘los principios de autonomía, legalidad, objetividad, eficiencia, profesionalismo, honradez, respeto a los derechos humanos, perspectiva de género, interculturalidad, perspectiva de niñez y adolescencia, accesibilidad, debida diligencia e imparcialidad’, que requiere encarnar el titular de la FGR”.

Alejandro Gertz Manero, Fiscal General de la República.
Alejandro Gertz Manero, Fiscal General de la República. Foto: Moisés Pablo, Cuartoscuro

Las actitudes que ha tomado el Fiscal General de la República, Alejandro Gertz Manero, no corresponden con lo que se espera del titular de esa institución, desde 2019, autónoma. Según la propia visión de la FGR, está tiene que “otorgar una procuración de justicia eficaz, efectiva, apegada a derecho, que contribuya a combatir la inseguridad y disminuirla; la prevención del delito; fortalecer el Estado de derecho en México; procurar que el culpable no quede impune; así como promover, proteger, respetar y garantizar los derechos de verdad, reparación integral y de no repetición de las víctimas, ofendidos en particular y de la sociedad en general”.

La actuación de Gertz Manero tampoco está en consonancia “los principios de autonomía, legalidad, objetividad, eficiencia, profesionalismo, honradez, respeto a los derechos humanos, perspectiva de género, interculturalidad, perspectiva de niñez y adolescencia, accesibilidad, debida diligencia e imparcialidad”, que requiere encarnar el titular de la FGR. Por tanto, a la luz de los hechos recientes, Gertz Manero es un Fiscal indigno.

Así lo confirma la resolución del pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación en los “proyectos de resolución de los recursos de revisión interpuestos por el Ministerio Público Federal y Alejandro Gertz Manero, así como los recursos de revisión adhesiva interpuestos por Laura Morán y Alejandra Cuevas, en contra de las respectivas sentencias de amparo, en las que se concedió la protección constitucional a estas últimas para efectos y para que se corrigieran vicios formales”.

La historia, ya harto conocida, tiene de fondo, detrás de una cólera de Alejandro Gertz Manero contra quien fue la pareja de su hermano Federico, fallecido en 2015, y la hija de esta, un entramado de poder, de tráfico de influencias, de abuso del cargo y desviación de recursos, que, se insiste, no corresponden con el encargado de garantizar la procuración de justicia y velar por el Estado de Derecho.

Denunciadas desde el fallecimiento de su hermano, cuando Gertz Manero no era el poderoso Fiscal que es hoy día, las mujeres Laura Morán y Alejandra Cuevas, sostuvieron pleitos judiciales, que, una vez designado Fiscal en 2019, Alejandro Gertz empezó a ver resultados para su causa, encarcelar a las dos mujeres, a quienes ha culpado por la muerte de su octagenario hermano.

Finalmente, el 8 de septiembre de 2020, cuando Gertz tenía un año y nueve meses en el poder, el Juzgado Quinto de Distrito en Materia de Amparo de la Ciudad de México, dictó una orden de aprehensión contra Alejandra Cuevas como “garante accesoria” en la muerte de su hermano. Desde aquel año y hasta el 28 de marzo de 2022, estuvo presa.

Poco menos de un mes después, el Fiscal logró que el Juzgado Sexagésimo Séptimo Penal en la Ciudad de México, emitiera otra orden de aprehensión, esta vez contra Laura Morán, por el delito de “homicidio culposo contra su concubino”, el hermano del Fiscal.

En el inter, logró quitarle a la pareja de su hermano, la pensión que éste le había dejado, además de otros objetos valiosos, y emprendió una cruzada, desde la FGR, para que ambas mujeres permanecieran en prisión, aunque solo Alejandra Cuevas estuvo recluida.

Del tráfico de influencias y el abuso de poder, y el desvío de recursos, el propio Gertz dejó huella. Tan solo en unas grabaciones dadas a conocer hace unas semanas, donde junto a su Fiscal Especializado en Control Competencial, Juan Ramón López, discuten la estrategia que siguen en la Suprema Corte de Justicia de la Nación, para que el caso de los amparos de las mujeres, fuese negado y favor de la causa del Fiscal. Hablan incluso de conocer de antemano un proyecto, y de tener a ciertos Ministros de la corte en su bolsillo, para votar en beneficio de él y su pleito judicial.

Después, está la versión de Julio Scherer Ibarra, ex Consejero de la Presidencia de la República, quien refiere que en una ocasión el titular de la FGR: “agregó a su lista de reproches que “sólo un favor” me había pedido y que yo se lo había negado: impedir que su cuñada Laura Morán y la hija de esta, Alejandra Cuevas Morán, obtuvieran un amparo por la acusación del homicidio de su hermano Federico Gertz Manero, de lo que él las acusa. Lo pidió el Fiscal, sí, a sabiendas de que era un acto ilegal. Colérico como es, desencajado el rostro, conforme avanzaba en los reclamos por sus asuntos personales le temblaban los labios, le temblaban las manos, le temblaba la voz”, escribió Scherer en la revista Proceso.

Todas esas actitudes, influir sobre jueces para que generaran órdenes de aprehensión, intentar manipular a la Suprema Corte de Justicia de la Nación, y solicitar al entonces Consejero de la Presidencia que actuara para que las mujeres no quedaran en libertad, no son dignas del Fiscal general de la República.

Tan excesivas e ilícitas fueron, que el pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, los once Ministros, votaron a favor de concederles a las mujeres Morán y Cuevas, el amparo llano y liso, para ponerlas en libertad.

Justificaron: “Al respecto, la Suprema Corte determinó que la orden de aprehensión y el auto de formal prisión dictados en contra de Laura Morán y Alejandra Cuevas, respectivamente, son inconstitucionales, ya que la autoridad no acreditó los requisitos que establece la Constitución para ello.

En el caso de Laura Morán, porque de acuerdo al análisis de la Corte, “procuró, de acuerdo con sus posibilidades, atención y cuidados a su pareja, pues confió su salud a personal técnicamente preparado para ello, por lo que no se demostró que hubiera incurrido en un delito bajo la modalidad de “comisión por omisión”. Es decir, que no era culpable de “homicidio doloso contra su concubino” como lo determinó un Juez de la Ciudad de México.

Y en lo que respecta a Alejandra Cuevas, el caso estuvo peor. La Corte resolvió: “que fue incorrecto atribuirle el fallecimiento del señor Federico Gertz bajo la figura de “garante accesoria”. Ello, pues se trata de una figura inexistente en la ley; además de que, si bien colaboró con su madre en algunas de las tareas de cuidado, no existe evidencia alguna de la que se desprenda que la quejosa aceptara hacerse cargo del enfermo, tomara decisiones sobre sus cuidados o siquiera habitara con el occiso”.

Es decir, que todos los actos jurídicos que sucedieron contra quien fue pareja de su hermano, y la hija de esta, fueron, al análisis de la Corte, ilícitos, inconstitucionales.

Ciertamente, el 28 de marzo de 2022, acabó la persecución judicial de Laura Morán y Alejandra Cuevas por parte de Alejandro Gertz Manero desde el poder que da, ser el Fiscal General de la República, pero es necesario que se inicien investigaciones, sobre el tráfico de influencias, el abuso de poder, el desvío de recursos, y la actuación del Poder Judicial de la Ciudad de México, para favorecer las intensiones del Fiscal General de la República, que indigno de esa posición, debería renunciar, por más espaldarazos que le dé el Presidente de la República.

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