Economía

3.8 millones más pobres

El número de pobres en México subió de 41.9% en 2018 a 43.9% en 2020: Coneval

05/08/2021 - 9:48 am

La pandemia de COVID-19 exacerbó la pobreza en México en los últimos dos años. Así lo demuestran las cifras dadas a conocer este miércoles por el Coneval. En el periodo de 2018 a 2020 hubo un  aumento de 2 puntos porcentuales en la población con menos recursos, según estos datos.

Ciudad de México, 5 de agosto (SinEmbargo).– De 2018 a 2020, la población en condiciones de pobreza en México aumentó 3.8 millones de personas al pasar de 51.9 millones a 55.7 millones, un aumento de 2 puntos porcentuales con respecto a hace dos años. Es decir, la población mexicana que vive en esta situación aumentó de 41.9 por ciento a 43.9 por ciento.

Las cifras, dadas a conocer por José Nabor Cruz Marcelo, director ejecutivo del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), reflejan, además, el efecto de la pandemia: la pobreza extrema pasó de 8.7 millones a 10.8 millones de personas; 2.1 millones de personas más. Esto representa un incremento de 7 por ciento a 8.5 por ciento en el mismo periodo.

El titular del Coneval comentó que las circunstancias de la pandemia de COVID-19 plantearon un reto mayor al normal, lo que se ve reflejado en las nuevas cifras.

La carencia que tiene mayor crecimiento es la del acceso a los servicios de salud: pasó de 20.1 millones a 35.7 millones de personas que no tienen acceso a lo mínimo en ese rubro.

Una mujer de la tercera edad en situación de pobreza pide monedas en las escalinatas de la estación Centro Médico de la línea 8 del Sistema de Transporte Colectivo Metro (STC). Foto: Galo Cañas, Cuartoscuro.

De hecho, la carencia por acceso a los servicios de salud es la que más aumentó de 2018 a 2020 y el dato es agudo en un contexto de pandemia: en el ámbito rural, 30.5 por ciento de la población reportó esta carencia; en el ámbito urbano el 27.4 por ciento.

La población con un ingreso inferior a la línea de pobreza extrema por ingresos, es decir, que percibe recursos inferiores a los mil 700 pesos, aumentó 3.2 por ciento. Y la población con ingresos por debajo de la línea de pobreza, es decir, que gana 2 mil 520 pesos, también aumentó un 2.9 por ciento.

Son sectores de la población que se encuentran más vulnerables sólo por sus ingresos.

En cuanto a la brecha entre la población con menos recursos y la más acaudalada, los datos muestran que el decil 1, que es el más pobre, tuvo un ingreso de 2 mil 295 pesos y el decil 10, que es el no pobre y no vulnerable, un ingreso de 49 mil 995 pesos, es decir, 22 veces más.

El Coneval aportó además un datos de brecha de género: señaló que el 83.5 por ciento de las mujeres hablantes de lengua indígena en zonas rurales es pobre, mientras que sólo el 38.4 por ciento de los hombres no hablantes de lengua indígena que viven en zonas urbanas está en esa condición.

Por entidad federativa, Quintana Roo es la que más aumentó la pobreza, ya que creció  2 puntos porcentuales de 2018 a 2020. Las entidades que le siguen son Baja California Sur, Tlaxcala, Estado de México, Yucatán, Querétaro, Nuevo León, Puebla, Jalisco y Sonora.

Son los ingresos laborales los que más impactaron para el crecimiento de la pobreza y en la desagregación por entidad federativa, explicó Cruz Marcelo. 

En tanto, las entidades que presentaron reducciones y buenos avances en pobreza fueron Nayarit, Colima y Zacatecas.

Chiapas, Guerrero y Oaxaca, tuvieron reducciones en su población de pobreza extrema, aunque son aún las entidades con mayor población en esa condición.

Sólo en pobreza extrema, de nuevo es Quintana Roo la entidad que más abona en esta población con un aumento de 6.8 puntos porcentuales de 2018 a 2020. Le siguen Tlaxcala, Yucatán, Puebla y Estado de México.

Los insumos y los datos que el Coneval utiliza provienen de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH), elaborada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) que fue levantada entre agosto y noviembre de 2020.

Daniela Barragán
Es periodista por la UNAM, con especialidad en política por la Carlos Septién. Los últimos años los ha dedicado al periodismo de datos, con énfasis en temas de pobreza, desigualdad, transparencia y género.
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