Después de las elecciones de junio del 2024, cuando prácticamente fue aplastada en los comicios por la Presidencia de la República, la contienda por las diputaciones federales y la disputa por el Senado de la República, la oposición ha profundizado sus miserias al alejarse cada día más de la mayoría del pueblo, que mantiene firme su fidelidad a Morena y al Gobierno de la Cuarta Transformación.
El problema para la oposición, en los futuros comicios no es Morena, ni sus aliados, que poco significado tienen también en materia electoral, sino la miseria de sus propuestas, que no llegan a articularse en un discurso inteligente, que motive o emocione a los ciudadanos. Por el contrario, su discurso es tan miserablemente vacío, violento, rencoroso, vulgar y amargoso, que causa repulsión en la mayoría del pueblo, que incluido en los desahogos de la oposición y la derecha, es tildado, sistemáticamente, de ignorante, manipulable y convenenciero, incapaz de procesar una realidad que presumen los detractores de la Cuarta Transformación, conduce al país al naufragio y al abismo.
Ese discurso de desprecio y clasismo, en contra de ese pueblo que mayoritariamente la rechaza, ha hundido a la oposición en el descrédito, pero también la ha convertido en objeto de burlas, por la hilaridad que provocan sus desmesuras y vulgaridades.
La oposición de derecha agrede al pueblo, le manifiesta su repugnante clasismo, lo insulta, lo menosprecia y presume que esa mayoría que se siente empoderada a través de los gobiernos de Morena, tendría que regresar arrepentida y agradecida a los generosos brazos de esa minoría privilegiada que se asume y presume superior, instruida, educadas y refinada, capaz de conducir con buen rumbo los destinos de ese peladaje ignorante y manipulable que ha caído en las manos de una cofradía demoníaca que conduce al país al comunismo y la herejía política del desmantelamiento de “sus instituciones”.
Si en México sólo hubiera en el Congreso de la Unión senadores y diputados de Mayoría Relativa, de los que ganan al sumar más votos en las urnas, la oposición prácticamente desaparecería. Los números que ilustran esta realidad son contundentes: en los comicios de junio del 2024 Morena y sus aliados ganaron 60 de 64 senadurías de Mayoría Relativa, en 30 de los 32 estados del país, para un porcentaje del 93.75 por ciento de efectividad.
De la misma manera, Morena y sus aliados ganaron 256 de 300 diputados de Mayoría Relativa en 30 de 31 estados del país, para un porcentaje del 85.33 por ciento. Y además, Claudia Sheinbaum Pardo llegó a la Presidencia luego de ganar por Mayoría Relativa en 31 de las 32 entidades del país. La oposición sólo pudo derrotar a la actual Presidenta en el estado de Aguascalientes, gobernado por el PAN.
Los últimos refugios y consuelo para la oposición son las diputaciones y senadurías de Representación Proporcional, reservadas por las dirigencias partidistas de PAN, PRI, PRD y Movimiento Ciudadano para sus favoritos, sus socios políticos, sus cuates o sus familiares. Son ilustrativos los casos del dirigente nacional del PRI, Alejandro Moreno Cárdenas, que llegó por la vía plurinominal al Senado de la República; el expresidente nacional del PAN, Marko Cortés Mendoza, que también arribó a la Cámara Alta con la bendición de la Representación Proporcional y el excandidato presidencial albiazul, Ricardo Anaya Cortés, quien disfruta las mieles de un escaño senatorial por la gracia plurinominal. Sobre “Alito” Moreno y Anaya Cortés pesan serias acusaciones, de presumible corrupción, ante la Fiscalía General de la República.
Desdeñada por la mayoría del pueblo la oposición tiene registros muy pobres en la aceptación de la gente, que han ido a la baja con el paso de los meses. En los comicios presidenciales del domingo 2 de junio del 2024, el PAN tuvo un registro del 16.04 por ciento de los votos captados en los comicios presidenciales. En la más reciente encuesta de la Consultora Enkoll, publicada el pasado 26 de mayo del 2025, la aceptación del PAN es apenas del 13 por ciento.
Al PRI no le va mejor. En los comicios presidenciales de junio del 2024 registró un porcentaje de votación del 9.54 por ciento; en la encuesta de Enkoll del pasado mayo del 2025, apenas marca un seis por ciento de respaldo. Movimiento Ciudadano también refleja desgaste, pues en los comicios presidenciales del año pasado tuvo 10.32 por ciento en la votación, mientras que en la encuesta de Enkoll de mayo pasado obtiene un siete por ciento de respaldo.
Pero no crea usted que a los aliados de Morena les va mejor. El Partido Verde Ecologista de México, que en los comicios de junio del 2024 tuvo un 7.78 por ciento de los sufragios, en la encuesta de Enkoll de mayo pasado apenas tiene un dos por ciento de aceptación. Caso similar es el del Partido del Trabajo, que en junio del año pasado marcó 6.45 por ciento de votos en los comicios presidenciales y en la encuesta de Enkoll de mayo del 2025 apenas llega al dos por ciento de respaldo.
La oposición no tiene una sola figura política de peso, que motive o emocione a los ciudadanos. Mientras que enfrente, en la encuesta del lunes 5 de mayo del 2025, el periódico capitalino El Financiero le atribuye a la Presidenta Sheinbaum Pardo un 81 por ciento de aprobación; unas semanas después, el 26 de mayo del 2025, la Consultora Enkoll mide que la aprobación del trabajo de la Presidenta de la República es del 83 por ciento.
Obsesionada con el expresidente Andrés Manuel López Obrador, la oposición y quienes la apoyan en los medios de comunicación convencionales, han generado una delirante y enfermiza narrativa que ubica al exmandatario en lugares y circunstancias de verdadera desgracia o destierro, en países del eje del mal que pretende secuestrar al planeta en la dictadura del comunismo.
Sin embargo, una encuesta de la Consultora De las Heras-Demotecnia publicada en los primeros días de mayo, concluye que el tabasqueño es, a juicio del 67 por ciento de las personas entrevistadas, el mejor mandatario que ha tenido el país en los más recientes 36 años, muy por encima de los panistas Vicente Fox Quesada y Felipe Calderón Hinojosa; lo mismo que lejano del abismo de respaldo y aceptación en el que se encuentran los priistas Carlos Salinas de Gortari, Ernesto Zedillo Ponce de León y Enrique Peña Nieto.
Mientras que la oposición naufraga, sin figuras políticas de referencia, la misma encuesta de De las Heras-Demotecnia, de principios de mayo del 2025, concluye que para la mayoría de los mexicanos entrevistados, López Obrador ha sido el Presidente de la República más democrático, menos corrupto, menos autoritario, más justo, más capaz y con quien mejor le ha ido a México en los más recientes 36 años.
Frente a este escenario, la oposición lo único que logra articular es un discurso rencoroso, grosero y agresivo, que pretende denostar al Gobierno de la Cuarta Transformación y a la Presidenta Sheinbaum Pardo; un discurso de odio que menosprecia y agrede a quienes respaldan ese proyecto político, que son la mayoría del pueblo. La oposición no ofrece alguna propuesta que aliente la esperanza de la mayoría de los ciudadanos que siguen fieles a Morena, mientras que otros, desencantados, los que se asumen como apartidistas, representan ya un porcentaje mayor que los simpatizantes de PAN, PRI, PRD y Movimiento Ciudadano, alrededor del 17 por ciento, según la encuesta de Enkoll del 26 de mayo del 2025.
La actitud y el discurso de la oposición, heredera de historias fallidas y de ideologías extraviadas y vacías, lo único que alimenta y profundiza es su miseria, rumbo a los próximos comicios de junio del 2027, cuando los mexicanos votarán para renovar la Cámara de Diputados de la federación. Hasta ahora no hay ningún indicio que permita suponer que la oposición pudiera modificar la ruta que la conduce, irremediablemente, al fracaso y la extinción.
