Para el horror y la crisis humanitaria que dejó como herencia en Jalisco el exgobernador Enrique Alfaro Ramírez, no debe haber ni perdón, ni olvido.
La profunda negligencia, insensibilidad e irresponsabilidad que el mandatario mostró durante seis años frente a la crisis de desaparecidos, de fosas clandestinas, de homicidios dolosos, de personas desplazadas de sus hogares por miedo a la delincuencia organizada y de corporaciones policiacas infiltradas por el crimen organizado, contrasta con su muy exagerada cautela y sospechosa prudencia, por llamarla así, que nunca le llevó a confrontar con valentía y arrojo a la más perniciosa expresión del crimen organizado aposentada en Jalisco, a la que no tocó ni siquiera con una tímida mención abierta y directa durante seis largos años.
El Jalisco que dejó Enrique Alfaro Ramírez es una enorme fosa clandestina. Padece por un infecto servicio forense con miles de cadáveres sin identificar. Es el estado con el más alto número de desaparecidos en la República, 15 mil 372 hasta diciembre pasado. Ese Jalisco que fue tan permisivo con Alfaro Ramírez fue un estado fracturado en el cual los poderes Legislativo y Judicial fueron simples comparsas de la muy arbitraria voluntad del mandatario estatal.
Frente a las desgracias, frente al dolor humano, el Gobernador Enrique Alfaro Ramírez, que llegó al cargo postulado por el partido Movimiento Ciudadano, nunca se sintió responsable de algo. Siempre hubo alguien a quien echarle la culpa de las desgracias de los jaliscienses. Frente a la barbarie de todos los días, el Gobernador de Jalisco siempre descargó su responsabilidad en el Gobierno Federal, pues la administración estatal emecista nunca fue culpable de algo, pese a que no existe registro de que en alguna ocasión hubiese emprendido o por lo menos simulado, una acción clara, firme, valiente y contundente para contener la violencia de la expresión delictiva más terriblemente emblemática: el Cártel Jalisco Nueva Generación.
Una estadística que muestra el profundo fracaso del gobierno de Enrique Alfaro la documentó el exrector de la Universidad de Guadalajara (1995-2001), Víctor Manuel González Romero, quien en diciembre del 2024 publicó que en en los seis años de la administración emecista hubo un incremento del 94 por ciento de personas desaparecidas, en comparación con el sexenio anterior, del priista Jorge Aristóteles Sandoval Díaz. Con Jorge Aristóteles desaparecieron en Jalisco 4 mil 683 personas; con Enrique Alfaro la cifra dolorosa, durante sus seis años de calamidades, fue de 9 mil 091 personas a las cuales se les perdió el rastro.
La profundidad de la crisis humanitaria en la cual Alfaro Ramírez dejó hundido a Jalisco fue documentada en forma reiterada por medios de comunicación de Guadalajara.
“Durante la gestión de Enrique Alfaro fueron asesinadas 56 por ciento más personas que en la gestión de Aristóteles Sandoval; incluso éste último se encuentra entre las víctimas registradas este sexenio. Datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública señalan que en la gestión del priista, de 2013 a 2018, se registraron 8 mil 575 víctimas de homicidio doloso. En tanto, con el emecista, en el periodo que va de diciembre de 2018 a septiembre de 2024, los criminales perpetraron 13 mil 346 asesinatos, según las mismas cifras oficiales, publicó el pasado viernes 29 de noviembre el periódico Mural.
“Pese al lanzamiento de estrategias, la creación de la Red de Centros de Justicia para las Mujeres y la puesta en marcha de la Secretaría de Igualdad Sustantiva, los asesinatos de mujeres crecieron un 53 por ciento en el sexenio de Enrique Alfaro en comparación con la gestión anterior […] El dictamen de la alerta de violencia de género para los años 2013 y 2014 señalan que en el sexenio de Aristóteles Sandoval se registraron 891 feminicidios y homicidios dolosos de mujeres [en Jalisco]. En tanto, aún con dos meses por registrar, la Administración de Enrique Alfaro, de 2019 a septiembre de 2024, sumó mil 360 víctimas de ambos delitos, lo que representa un aumento del 53 por ciento”, publicó Mural el martes 3 de diciembre del 2024.
De acuerdo con registros del Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses (IJCF), citados por el periódico Mural el 5 de diciembre del 2024, último día del Gobierno de Enrique Alfaro, con corte hasta el 14 de noviembre del año pasado, había en la entidad 4 mil 771 cuerpos completos o segmentos de cuerpos de personas sin identificar en las morgues de la Entidad y panteones, entre cadáveres, segmentos, lotes óseos y osamentas.
Pendenciero, irascible, intolerante, ególatra, Alfaro Ramírez siempre encontró un blanco cotidiano para sus amargas hieles: “Para todos aquellos cobardes que, escondidos detrás de un micrófono, de una pluma, desacreditaban todo el trabajo de miles de mujeres y hombres que se jugaban la vida todos los días para cuidarnos a todos. Para todos aquellos que no saben hacer otra cosa que criticar y cuestionar en automático, la realidad es que en Jalisco, en seis años, logramos reducir la incidencia delictiva y poner a nuestro estado por debajo de la media nacional”, escupió el todavía Gobernador de Jalisco en un mensaje en la res social X, tres días antes de dejar su cargo, el lunes 2 de diciembre del 2024.
El colmo de la administración de Enrique Alfaro es que hasta la misma policía experimentó la vulnerabilidad de pertenecer a un Gobierno negligente y permisivo. El 30 de diciembre del 2024 el periódico El Occidental de Guadalajara publicó una nota del reportero Román Ortega, en la que se concluye que durante la administración emecista de Alfaro Ramírez se incrementó un 113.3 por ciento el número de policías estatales, municipales e investigadores desaparecidos en Jalisco, en comparación a la gestión del también exgobernador Jorge Aristóteles Sandoval Díaz.
La Fiscalía del Estado de Jalisco, al responder a una petición vía transparencia, informó que durante el Gobierno del priista Jorge Aristóteles Sandoval Díaz, del 2013 al 2018, desaparecieron en 15 elementos de diferentes corporaciones de seguridad pública: dos de la policía estatal; otros 12 de distintas comisarías municipales y un agente investigador. Con Alfaro Ramírez, del 2018 al 2024 desaparecieron 32 policías: siete de la corporación estatal y 25 de diversas comisarías municipales.
En contraste con estos hechos, “en los últimos tres años más de 120 policías de 14 municipios se han visto involucrados en desapariciones forzadas, siempre argumentando que ‘trabajaron’ para grupos de la delincuencia organizada. Hay 49 vinculados a proceso y apenas tres sentencias dictadas en el lapso de tres años”, publicó el 19 de abril del 2021 el periodista Víctor Manuel Chávez Ogazón, en el periódico El Occidental de Guadalajara.
La plataforma digital Infobae publicó este martes 11 de marzo del 2025 que datos de la Vicefiscalía Especializada en Personas Desaparecidas y del Registro Estatal de Personas Desaparecidas en Jalisco, registran que entre el 1 de diciembre de 2018 y el 28 de febrero de 2025, habían sido localizados 186 sitios de inhumaciones clandestinas en la entidad.
Tlajomulco de Zúñiga, un municipio de la Zona Metropolitana de Guadalajara que Enrique Alfaro gobernó entre 2010 y 2012, y que desde entonces hasta la fecha ha estado en manos de políticos surgidos del partido Movimiento Ciudadano, es en el que más fosas clandestinas se han localizado en Jalisco, con un total de 75; le siguen Zapopan, con 40, San Pedro Tlaquepaque con 20, El Salto con 12, Guadalajara con ocho, Tonalá con siete y Lagos de Moreno con cinco. En ese listado no figura la comunidad de Teuchitlán, donde hemos presenciado el derrumbe de los infiernos en días recientes.
Hay un hecho que singularmente marca a la administración de Alfaro Ramírez. El 4 de mayo del 2020 fue asesinado el joven Giovanni López, por policías municipales de Ixtlahuacán de los Membrillos que lo detuvieron por no usar cubrebocas en esos aciagos días de la pandemia por el Covid-19, lo que generó indignación y protestas.
Derivado de este abuso, el 5 de junio del 2020 manifestantes protestaron frente a Palacio de Gobierno de Jalisco y por lo menos 28 muchachos fueron reprimidos, detenidos y secuestrados por agentes investigadores de la Fiscalía General de Justicia de Jalisco. Debido a la fuerte presión social, los muchachos fueron liberados horas después. Al final la Fiscalía de Jalisco responsabilizó por estos abusos sólo a dos servidores públicos. Tras el escándalo, el Gobernador Enrique Alfaro dijo que sospechaba de la infiltración del crimen organizado en la dependencia. Que de esa expresión delictiva habría surgido la orden de detener a los muchachos. Terminó el Gobierno de Alfaro en diciembre del 2024 y nunca se aclaró esa presunta infiltración del crimen organizado en la Fiscalía de Jalisco.
Enrique Alfaro está en España, y en su momento dijo que tomaría un curso para entrenador en la escuela del Real Madrid, porque pretendería algún día dirigir a las Chivas. Hugo Luna Vázquez, su hombre de más confianza, coordinador de su gabinete durante seis años, el hombre más poderoso tras el trono, es actualmente Diputado federal plurinominal por Movimiento Ciudadano. Nada se movía en el Gobierno de Jalisco sin su conocimiento y anuencia. Sería importante que allá en donde se expresa la representación nacional fuera interrogado y diera cuentas sobre la negligencia criminal de un Gobierno que dejó hundido a Jalisco en el horror, en el más profundo de los dolores, en el abismo de una crisis humanitaria.
