“Cosas que aquí son virtuosas, afuera son raras”: Juan Manuel Bernal es Marcial Maciel en “Obediencia perfecta”

26/02/2014 - 12:00 am
Un actor todo terreno en la plenitud de su carrera. Foto: Antonio Cruz, SinEmbargo
Un actor todo terreno en la plenitud de su carrera. Foto: Antonio Cruz, SinEmbargo

Ciudad de México, 26 febrero (SinEmbargo).– “Muy pronto se darán cuenta de que las cosas que aquí son normales, incluso virtuosas, afuera se verán raras”, admite el cura Marcial Maciel.

La frase, una metáfora de una historia de terror tan real como inadmisible, se destaca en el primer trailer del filme Obediencia perfecta, que, protagonizada por el mexicano Juan Manuel Bernal, veremos a partir del 2 de mayo próximo.

Se trata de lo que el veterano actor de teatro, televisión y cine considera su gran oportunidad en el séptimo arte: la ópera prima de Luis Urquiza inspirada en los casos de abuso sexual cometidos por el fallecido sacerdote católico Marcial Maciel, fundador de los Legionarios de Cristo.

El rodaje se realizó entre el Distrito Federal, Estado de México y Veracruz, durante el 2012, con el apoyo de psicólogos para que el niño protagonista Sebastián Aguirre y demás elenco infantil no estuvieran expuestos a violencia.

En el largometraje, Juan Manuel da vida al sacerdote “Ángel de la Cruz”, quien adopta al niño “Sacramento Santos” (Sebastián Aguirre) para luego establecer con él una relación basada en el amor, la manipulación y las complicidades.

Años después, ya convertido en un joven, el estudiante abandona el seminario y decide ajustar cuentas con su pasado y con su peculiar tutor.

Juan Manuel Bernal en el papel de su vida en el cine. Foto: Facebook
Juan Manuel Bernal en el papel de su vida en el cine. Foto: Facebook

“Se trata de un tema muy delicado, muy fuerte, que en la película está tratado con todo respeto a las víctimas y con muy buen gusto”, dice Juan Manuel Bernal en entrevista con SinEmbargo.

En la piel de un cura pederasta, Bernal, que pronto también será visto en Cuatro lunas, una película sobre la homosexualidad dirigido por Sergio Tovar Velarde, quien cree haber encontrado el personaje de su carrera en el cine, encarado con la conciencia de quien sabe que “tocaremos las fibras íntimas de mucha gente”.

Nacido en la Ciudad de México, estudió en el Politécnico; antes de graduarse como contador, entró al Centro Universitario de Teatro, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

En cine trabajó en El callejón de los milagros, Hasta morir y La habitación azul.

Formó parte de las telenovelas El candidato, La heredera y La calle de las novias. En teatro ha hecho clásicos como El rey Lear y  El mercader de Venecia, hasta musicales como Los productores.

– ¿Cuándo rodaste Obediencia perfecta creías en Dios, eras católico?

– Bueno, crecí en una familia católica. Ahora, recientemente, con el fallecimiento de mi madre podría decir que encontré un aliciente, una caricia al alma en la figura de un sacerdote que celebra mes a mes una misa en su honor. Antes de encontrarme con este cura que no habla como si estuviera en un podio, sino que lo hace de tú a tú, no había entendido el sentido de la iglesia, ni de la Biblia, ni de la liturgia, ni nada…

– ¿Cómo elegiste un antihéroe como Marcial Maciel?

–Fue un proceso difícil, muy complejo…

Supongo que nadie se moría por encarnar a un monstruo semejante…

–Mmm, creo que sí, hubo varios actores muy importantes, muy famosos, que quedaron en el camino.

Es un personaje tan duro…

– Tratar de entender sin juzgar a un ser tan enfermo de la psique no fue nada fácil, pero eso es lo que hace increíble nuestro oficio. Toparte con un personaje así es algo impresionante. Por un lado tienes que hacerlo creíble, por el otro no hacer un villano del cuento como cliché, sino mostrar al ser humano que hay detrás de ese villano. No lo estoy justificando, lo que digo es que si no nos queremos quedar en la anécdota, tenemos que aceptar que Marcial Maciel también era una persona, alguien de nuestra especie.

¿Qué otras preguntas te hiciste durante el rodaje?

–Si sacada la manzana podrida que era Maciel del cajón, se terminó el problema de la pederastia en la iglesia católica, creo que esa es la gran pregunta. ¿Quién más está enfermo? ¿Hay todo un sistema que avala esas psicopatías?

– ¿Cómo fue el rodaje?

–Bueno, no hubiera sido posible sin el trabajo del equipo, encabezado por Luis Urquiza, el director, quien fue seminarista durante 12 años, así que conoce muy bien el mundo que retratar en Obediencia perfecta. La cámara está todo el tiempo sobre mí, así que el resultado no se hubiera dado sin la complicidad que hubo entre el director y yo durante todo el rodaje.

¿Cómo fue la construcción del personaje?

– No me interesaba hacer un retrato, copiar sus gestos, sino entender la psique de Maciel, quien por otro lado en la película es llamado Ángel de la Cruz, ni siquiera es identificado con su nombre real. Contamos la historia de un niño cuya familia decide que va a ser sacerdote y que reúne todas las características por las que este individuo escogía a un niño y lo llamaba “el elegido”. Contamos la historia desde el punto de vista del niño y desde el punto de vista de este sacerdote quien en su congregación se sentía poco menos que Dios.

Un hombre como Nerón, como emperador…

– Pues métete a YouTube sólo para ver la fiesta que se hizo cuando lo nombraron el amigo de la juventud, una fiesta más grande que la que se hace cuando se nombra el Papa. Con eso vamos viendo las características de alguien semejante. Creo que la manera de entenderlo es entender que él se ponía en el lugar de Dios, él para él era Dios.

ACTOR A TIEMPO COMPLETO

El actor en la presentación de su nueva obra de teatro, Antes te gustaba la lluvia. Foto: Antonio Cruz, SinEmbargo
El actor en la presentación de su nueva obra de teatro, Antes te gustaba la lluvia. Foto: Antonio Cruz, SinEmbargo

“No te creas, también soy medio mamón”, dice Juan Manuel Bernal cuando le preguntamos si a todo dice que sí. Por lo pronto, podríamos decir que es un actor a tiempo completo que se expresa a gusto tanto en televisión, como en teatro y en cine.

Esta semana, ha estrenado junto a Arcelia Ramírez y con Hugo Arrevillaga como director la obra de la holandesa Lot Vekemans, Antes te gustaba la lluvia (en el original, Veneno).

Una pareja se reencuentra en el cementerio donde yacen los restos de su hijo, muerto años atrás en un accidente automovilístico. Una infiltración de residuos tóxicos en el lugar obliga a la exhumación y traslado de los restos del pequeño.

Una vez que se encuentran frente a frente, la ex pareja inicia una batalla encarnizada por entender la supervivencia de ambos, el amor roto, la familia fallida y la esperanza envenenada por una vida que no fue.

“Mi personaje es muy hermoso. Se ve cómo el dolor se asume distinto según el género y cómo para mí no es lo mismo que para mi ex mujer esa pérdida, no se vive igual al menos”, dice.

¿Cómo es el hombre de Antes te gustaba la lluvia?

–Como decía mi madre, adonde vayas te llevas lo que traes, así que en principio es un personaje que busca escabullirse del dolor, pero no lo logra. Es un hombre que de todos modos toca fondo, aunque fuera de la relación con su ex pareja y madre de su hijo muerto.

¿Has perdido a muchas personas en tu vida?

–Sí. La más importante la acabo de perder hace siete meses y era mi madre, así que ha sido muy interesante toparme con este texto en el tiempo de su partida. La verdad es que tuve el texto antes de que mi madre muriera. Estuve a su lado y casi había descartado el trabajo en Antes te gustaba la lluvia, pero mis compañeros me esperaron.

¿Cómo es el encuentro con el dolor en la obra?

–Un encuentro seco y al estómago, que al final propone una esperanza.

Mónica Maristain
Es editora, periodista y escritora. Nació en Argentina y desde el 2000 reside en México. Ha escrito para distintos medios nacionales e internacionales, entre ellos la revista Playboy, de la que fue editora en jefe para Latinoamérica. Actualmente es editora de Cultura y Espectáculos en SinEmbargo.mx. Tiene 12 libros publicados.
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