México

Alcaldesa se ve con narco

VIDEO expone reunión de líder criminal con la Presidenta Municipal de Chilpancingo

05/07/2023 - 4:15 pm

La propia Alcaldesa reconoció el encuentro en declaraciones a medios locales y pidió a las autoridades que investiguen el video que comenzó a circular este miércoles en redes.

Ciudad de México, 5 de julio (SinEmbargo).– Norma Otilia Hernández, Alcaldesa de Chilpancingo, fue captada en un video durante una reunión con una persona a quien se le identifica como Celso Ortega Jiménez, uno de los presuntos líderes de Los Ardillos, grupo criminal que ha desatado violencia en el estado de Guerrero.

La propia Alcaldesa reconoció el encuentro en declaraciones a medios locales y pidió a las autoridades que investiguen el video que comenzó a circular este miércoles en redes.

“Ahorita que veo el video, no se habla alguna situación. Yo quiero que se filtre bien el video, qué fue lo que se habló. No fue un pacto de la delincuencia lo que se habló, quiero que se extraiga ese video y quiero que se investigue”, dijo la Alcaldesa sobre el video al ser cuestionada en la clausura escolar realizada en el Salón Diamante de Chilpancingo.

Hernández insistió en que el video “está editado” y consideró que el encuentro “fue algo fortuito”.

Sobre la reunión destacó que se trató de un encuentro con policías comunitarios en el que se le hicieron peticiones para reforzar la seguridad con la instalación de bases de operaciones del Ejército Mexicano y descartó que en esa reunión se haya dado un pacto con criminales.

El periodista Juan Angulo, director del diario El Sur de Acapulco, dio más detalles sobre el video en en el espacio de “Atando Cabos”, en Grupo Fórmula.

Norma Otilia Hernández Martínez durante el encuentro con Celso Ortega Jiménez. Foto: Captura de pantalla.

“A ella se le reconoce. Él no es muy conocido, Celso Ortega, pero es un hombre con cachucha, con una playera negra y visiblemente una pistola al cinto. No parece que sea un elemento policiaco. Y aparece la alcaldesa refiriéndose a él en un lenguaje familiar, muy coloquial, sobre su edad. ‘Te hacía más viejito’, algo así. No sabemos exactamente cuándo fue”, indicó Angulo.

La Alcaldesa no precisó la fecha del encuentro, ni dijo si es el único que ha tenido lugar entre ambos personajes, sólo pidió a la Fiscalía General de la República (FGR) que se investigara.

En redes sociales circuló este miércoles un video, que luego ya no se encontró, en el que se ve a la Alcaldesa con un hombre que viste playera negra y gorra negra, a quien se identifica como el líder del grupo criminal de Los Ardillos.

APARECEN MANTAS CON MENSAJES A LA ALCALDESA

Esta no es la primera vez que a la Alcaldesa se le relaciona con Los Ardillos, el pasado 24 de junio, fueron abandonados en el populoso barrio de San Mateo, en la plazoleta de la parroquia, siete cuerpos desmembrados, y cinco cabezas sobre el cofre de una camioneta de la marca premium Acura.

Cuatro de las víctimas eran de la familia que desapareció la madrugada del 10 de junio en la carretera federal a Palo Blanco y de las que presentaron denuncia sus familiares: Eloy Peralta, de 38 años; su esposa, Elizabeth Catalán, de 39; el hijo de estos, un adolescente de 17 años y su novia de 16.

De acuerdo con lo que se difundió en redes sociales y en los medios de comunicación locales, junto a las extremidades los sicarios dejaron cartulinas con mensajes. Uno de ellos para la Alcaldesa:

“Saludos presidenta: Norma Otilia sigo esperando el segundo desayuno que me prometiste después que veniste a buscarme.  Con cariño tu amigo” (sic).

La Alcaldesa morenista de Chilpancingo. Foto: El Sur.

El otro era para el síndico y decía: “Síndico Andrey Marmolejo sigue amenazando a la gente con las licencias comerciales hijo de tu puta madre vas a llevarles las cuotas a los Tlacos”.

Más tarde se supo que además de las dos pancartas halladas en el parabrisas contra la Alcaldesa y el síndico dentro de la camioneta estaban otras dos cartulinas con narcomensajes. En la primera advirtieron que serán las siguientes víctimas tres personas, Jesús Baltazar Moreno, El M,  así como otros que sólo fueron identificados como El Chino, Bambi o El Uno, así como El Cero.

En la otra cartulina se amenaza a Eliel Antonio Bautista Hernández, El Wallace, de quien se dice que es policía ministerial.

El pasado 27 de junio, la Alcaldesa de Chilpancingo afirmó que los mensajes para ella y el síndico Andrei Marmolejo “son distractores de alguien que quiere manchar mi imagen”, y deslizó que tras eso podrían estar integrantes de la Fiscalía General del Estado (FGE).

“Yo no tengo ningún pacto con la corrupción ni con la impunidad y, por supuesto, con ningún grupo delictivo”, aseguró la Alcaldesa en conferencia de prensa.

La Alcaldesa de Chilpancinga fue vista en un video con una persona señalada como supuesto integrante del grupo criminal “Los Ardillos”. Foto: Norma Otilia Hernández Martínez, Facebook

LA VIOLENCIA DE LOS ARDILLOS

Por más de 20 años, Los Ardillos se han dedicado al narcotráfico en las montañas de Guerrero. Pero al reducirse el tráfico de heroína, el grupo quedó con una necesidad apremiante de ingresos, afectando a las comunidades indígenas.

En 2015 hubo reportes de que Los Ardillos estaban redoblando su participación en economías criminales alternas, aunque la extorsión y el secuestro siempre han hecho parte de su modus operandi.

La comunidad de Ayahualtempa, en el municipio de José Joaquín Herrera, formaron la Policía Comunitaria de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias (CRAC) para defenderse de Los Ardillos. Foto: Andrea Murcia, Cuartoscuro.

Al contrario de muchos otros grupos armados, las ambiciones de Los Ardillos nunca parecieron ir más allá de su terruño en Guerrero, y desde hace diez años libran una batalla territorial con un subgrupo de la Organización Beltrán Leyva, conocido como Los Rojos.

Tras la desintegración de la Organización Beltrán Leyva, su control sobre Guerrero menguó, y Los Ardillos aparecieron como firmes aspirantes al trono. Supuestamente el grupo fue fundado por un expolicía, Celso Ortega Rosas, alias “La Ardilla”, quien cultivaba amapola en Quechultenango, Guerrero, a sólo 45 kilómetros de Chilapa. Luego del asesinato de Ortega Rosas en 2011, tres de sus hijos tomaron el control del grupo y retomaron la guerra con Los Rojos.

 

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