Para Rafael Loyola Díaz que partió:

Nos deja la amistad de su corazón, la entereza de su carácter,
la honestidad de su pensamiento, académico ejemplar,
amigo entrañable; se lleva su crítica implacable e impecable
de estas horas azarosas por las que atraviesa la patria,
la patria del conocimiento. Akal.

Aguas de jugar con San Luis Potosí,
entidad que tiene una historia de dignidad política
que ha enriquecido no sólo a su sociedad regional,
sino también a la misma nación.
Despreciar a su comunidad política
y a su población, más allá de sus diferencias y opciones,
puede incendiar la pradera
e iniciar una balcanización ya advertida con anterioridad.

Aguas con pretender que sus habitantes y actores políticos
se subordinen pasivamente
a los designios de la complicidad más perversa
y ajena a su propio destino.
Están jugando con fuego,
y expresan una enorme irresponsabilidad.

Un mínimo de sensibilidad sería suficiente
para impedir el atropello
de quienes hacen de la política un negocio propio,
que sólo muestra la profunda ignorancia
sobre un territorio;
cuyos habitantes, a lo largo de los años,
han dado algunas de las más ilustres batallas
por el bien común y el fortalecimiento de la República:
así fue en los siglos XIX y XX
y así está siendo en el XXI. (véase Nota)

Usar a la entidad como un alfil más
de proyectos sexenales adelantados,
construidos desde el aparato central,
es un craso error,
y sólo manifiesta
la pérdida del sentido común,
tan necesario en la edificación democrática
que requiere el país en estos días.

Asentar una fuerza política enajenando la paz social,
a cambio de acceder a recursos económicos
provenientes de la violencia criminal,
es la mayor expresión de degradación posible;
cuyo desenlace pone en riesgo
la vida cotidiana de miles de familias
y ciudadanos, que se descubren
en medio de un territorio en disputa
por las organizaciones criminales.

Incorporar al mapa de esa guerra y su lógica
la vida civil y política de la sociedad
es una afrenta que daña
los signos vitales de San Luis Potosí:
entidad federativa que colinda con nueve estados,
y es a su manera
la frontera interior
que entrelaza al sur y norte
del territorio nacional.

Sobre advertencia no hay engaño.

Posdata. La frivolidad suele ser un pecado venial en la política; cuando se vive una emergencia nacional es un pecado mortal. La frivolidad como otras manías también se contagia.

(Nota). En la capital potosina el presidente Benito Juárez evitó caer preso, después de la derrota del ejército en Puebla, al ser un civil y no un militar, pudo iniciar la reconstrucción de la República, 4 años más tarde en la misma ciudad de San Luis Potosí, esperó el fusilamiento de Maximiliano Mejía y Miramón, dando fin a la intervención extranjera, años que le ganaron su pasaporte a la historia. En 1910 Francisco I. Madero tuvo a la ciudad como prisión y tomó su nombre para redactar su Plan revolucionario, todavía alcanzó a oír la resonancia en el teatro de la Paz de aquel primer Congreso Liberal de 1901 cuyas voces liberales, socialistas, anarquistas se sumarían a su llamado. -Escucha el silencio doloroso de Mi Pueblo- expresó el Dr. Salvador Nava, 90 años después, mientras 40 mil personas en la Plaza de los Fundadores alzaban sus credenciales de elector, exhibiendo así el fracaso y la gran decepción democrática del gobierno de Salinas. No concertación; sí profunda reforma democrática del sistema electoral del país. (Que al paso de los últimos años todos los partidos políticos erosionaron)

Tomás Calvillo Unna

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