Ciudad de México, 7 marzo (SinEmbargo).- La revista británica The Economist criticó hoy que la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) “utilizando una mezcla de intimidación y habilidad política” está tratando de derribar la Reforma Educativa impulsada por el Presidente Enrique Peña Nieto, la cual no ha podido implementar en el sur del país, y alerta que si los militantes de los sindicatos pueden socavar fácilmente la Reforma con la amenaza del caos, otros afectados por otras reformas del gobierno federal “también tendrán la tentación de contraatacar”.
En una nota publicada hoy, la revista exhibe que la educación en México, incluso la pública, esta por debajo de otras naciones. Y alerta que “los niños más pobres de Canadá aprenden mejor que los más ricos de México”.
“Al entrar a las oficinas de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) en Oaxaca, una ciudad 350 kilometros (220 millas) al sur-este de la capital de México, es como entrar en un mundo de adolescentes rebeldes en lugar de profesores. Hay graffiti garabateado en las paredes y carteles que denuncian “Terrorismo de Estado”. La estación de radio del sindicato, Radio Plantón, arremete contra las reformas educativas del Presidente Enrique Peña Nieto, quienes culpan al FMI y otros cocos capitalistas”.
Sin embargo, la publicación advierte, en su publicación titulada “Prueba reprobada”, que el conflicto magisterial no es un asunto local. Detalla que aunque la CNTE es más pequeña que el principal sindicato de maestros en México el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), “tiene influencia sobre cuatro de los estados más ingobernables de México, Oaxaca, Guerrero, Michoacán y Chiapas, que concentran alrededor del 15% de la población”, además de que todas esas entidades tienen grandes concentraciones de personas indígenas.
“Utilizando una mezcla de intimidación y habilidad política, el sindicato está tratando de derribar uno de los pilares del gobierno del Presidente Peña: una transformación de la educación que es fundamental para una serie de reformas encaminadas a hacer de México una economía más competitiva”.
The Economist argumenta que pese a los métodos “crudos” utilizados por la Coordinadora, en parte, “está teniendo éxito”.
Recuerda además las declaraciones del presidente de la organización Mexicanos Primero, Claudio X. González, quien criticó: “Si ellos ceden a estas personas, que están dando en el contraataque a la reforma y la corrupción”.
Agregó que incluso el mes pasado , Claudio X. González, envió una carta al gobierno acusándolo de poner en peligro la reforma y el Estado de Derecho por ceder a las demandas de la CNTE.
Él dice que los golpes a la credibilidad del Presidente Peña, como la desaparición de 43 estudiantes en septiembre pasado y los escándalos sobre las propiedades de su familia, han debilitado la determinación de su gobierno para hacer frente a los maestros disidentes.
La Reforma Educativa de 2013, dice la revista británica, tiene como objetivo impulsar la calidad de la educación en un país que de a cuerdo con la organización Mexicanos Primero ofrece a los niños un promedio de 8.8 años de estudio, en comparación con 13.3 en los Estados Unidos.
“Como en gran parte de América Latina, la mayoría de las escuelas son horribles. Los graduados de las escuelas normales tienen empleo de por vida, independientemente de su rendimiento”, dice la revista británica.
The Economist señala que de acuerdo con el estudio de la educación global PISA del año 2012, menos de una quinta parte de los estudiantes mexicanos tuvieron una adecuada formación en matemáticas, en comparación con más de tres cuartas partes de Corea del Sur. “Las escuelas privadas son un poco mejor que las públicas, los niños más pobres de Canadá son mejores que los más ricos de México”.
“El Presidente Peña tienen en la mira a los maestros, que ganan salarios equivalentes a 513.6 días de salario por 200 días de escuela”, dijo a la publicación Marco Antonio Fernández, de la Escuela de Gobierno del Instituto Tecnológico de Monterrey.
“Su reforma los expone por primera vez a una evaluación independiente, tanto a nivel de entrada y más arriba en el escalafón. Los que se pierdan tres días consecutivos de la escuela sin una buena razón pueden ser despedidos”, mencionó.
“La Reforma se enfoca también en los pagos centralizados de salarios a nivel federal, en un esfuerzo por poner fin a una anomalía absurda en la que los gobiernos centrales y estatales pagan a los maestros”, dice el texto.
La reforma, añade The Economist, racionalizará el gasto y utilizará los ahorros para mejorar la educación, no obstante los maestros sindicalizados todavía mantienen posiciones de poder en las secretarías de Educación estatales y en el Congreso.
Por imperfecta que sea, dice la publicación, la Reforma Educativa es una de las más populares promovidas por Peña Nieto.
“El moderado SNTE apoya en gran medida las reformas, y les está aplicando en la mayoría de los estados”, menciona.
En el sur de México, indica The Economist, donde se necesita más que una reforma, la resistencia es más fuerte. Los maestros dicen que lo que necesitan es electricidad y agua en las escuelas y no evaluaciones.
“En Oaxaca y Michoacán, los maestros afiliados a la CNTE han prohibido a los inspectores, incluidos los de PISA, poner a prueba a los alumnos, por no hablar de sí mismos”, expuso.
Mohamed Otaqui, el portavoz de la Sección 22, dijo a la revista que el sindicato ha bloqueado con éxito el gobierno del estado de Oaxaca a partir de la ratificación de los cambios constitucionales.
En su lugar, dice, quiere promulgar una política local enraizada en los valores indígenas, más que en las de una economía industrial. Estos incluyen un mejor uso de la tierra, y el respeto a las tradiciones, como fiestas de los pueblos.
The Economist señala que a pesar de su extremismo, el sindicato se ha salido con la suya con la amenaza de bloqueos ruinosos si no se cumplen sus demandas.
“Se ha ganado el apoyo abierto del gobierno estatal izquierdista de Oaxaca”, dice.
Moisés Robles Cruz, Secretario de Educación de Oaxaca, dijo a The Economist, que su estado es de los que tienen poco desarrollo y saca un billete de un peso impreso en Oaxaca hace un siglo, cuando el estado estaba presionando por la autonomía durante la Revolución Mexicana. “Puedo no estar de acuerdo con [los maestros] métodos, pero [su] causas son totalmente legítimo”, dice.
El Secretario de Educación federal, Emilio Chuayffet Chemor, ha dicho que todos los niños del país deben tener las mismas oportunidades y que ningún estado está por encima de la ley.