Neuroestimulación cerebral no invasiva, efectiva contra síntomas de COVID persistente

08/06/2022 - 2:16 pm

El Instituto Brain 360 ha usado la neuroestimulación cerebral no invasiva para tratar los síntomas de COVID persistente. La técnica se ha mostrado efectiva.

Madrid, 8 de junio (Europa Press).- La COVID-19 persistente puede afectar al funcionamiento de diferentes regiones de la corteza cerebral, fundamentalmente en regiones frontales y parietales, según advierten desde el Instituto Brain 360.

“Los síntomas de la COVID-19 persistente pueden fluctuar o persistir en el tiempo, provocar limitaciones funcionales del paciente y, además, empeorar cuando desarrollamos actividades físicas o mentales. Además, las secuelas emocionales y cognitivas de la COVID-19 afectan a nuestro sistema nervioso”, afirma el responsable de la Unidad de Neuroestimulación y Neuroimagen del Instituto Brain 360, el doctor Diego Redolar.

“En la corteza se ha visto que afecta a zonas prefrontales, parietales y también alteraciones en áreas sensoriales y motoras. Esto puede redundar negativamente en el funcionamiento cognitivo, afectando a funciones como las ejecutivas, la atención o el funcionamiento sensoriomotor”, detalla.

“Los síntomas de la COVID-19 persistente pueden fluctuar o persistir en el tiempo”, dijo uno de los investigadores. Foto: Andy Wong, AP

LA NEUROESTIMULACIÓN CEREBRAL ARROJA RESULTADOS POSITIVOS

Así, la neuroestimulación cerebral no invasiva es una técnica utilizada en el Instituto Brain 360 y se ha demostrado efectiva para el tratamiento neurológico de la COVID-19 persistente. “Con la estimulación cerebral no invasiva, lo que se puede hacer es modificar la excitabilidad de estas regiones corticales que no están funcionando correctamente”, explica el doctor.

“De esta forma, por ejemplo, si se aumenta la excitabilidad de la corteza prefrontal, podemos encontrar una mejora substancial de las funciones ejecutivas que están deterioradas. Asimismo, la estimulación puede aplicarse a zonas parietales con el objetivo de mejorar la atención de los pacientes que se ha visto marcadamente mermada con la COVID-19”, explica el Redolar.

Entre las ventajas de este tratamiento no invasivo figuran sus escasos efectos adversos y el hecho de que se aplique de forma ambulatoria. La duración media de cada sesión es de unos 45 minutos.

La neuroestimulación cerebral no invasiva es una técnica utilizada en el Instituto Brain 360 y se ha demostrado efectiva para el tratamiento neurológico de la COVID-19 persistente. Foto: Mark Schiefelbein, AP

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