México

Dos hombres, un camino

Marcelo rompe puentes en su marcha decidida por la candidatura. Como Camacho, en 1993

08/09/2023 - 8:50 pm

Marcelo Ebrard ha dicho este jueves que no tiene lugar en Morena. El excanciller desconoció el proceso interno del partido al que se afilió hace apenas un año. Su reacción tiene un paralelismo con las aspiraciones presidenciales de su mentor, Manuel Camacho Solís, hace 30 años, y contrastan con su postura de hace una década cuando aseguró a SinEmbargo que no se sumaría al movimiento de López Obrador.

Ciudad de México, 8 de septiembre (SinEmbargo).– “Jefe, ni usted puede irse a su casa así como así, ni puede permanecer en el Departamento. Este es el verdadero problema. Supongamos que usted mañana renuncia y se va. Sería peor para todos. Van a ir a buscarlo a su casa muchos grupos, y eso va a ser peor para (Luis Donaldo) Colosio y para el Presidente (Carlos Salinas). ¿Es que nos vamos a convertir en oposición? ¿Nos vamos a ir con alguno de los partidos? ¿Qué queremos hacer en este momento?”, cuestionó el joven Marcelo Ebrard a su mentor Manuel Camacho Solís en 1993, luego de que Carlos Salinas de Gortari lo hiciera a un lado para darle la candidatura presidencial del PRI a Luis Donaldo Colosio.

Las dudas que Ebrard tenía a sus 34 años y que fueron consignadas en el libro ¿Por qué perdió Camacho?: revelaciones del asesor de Manuel Camacho Solís (Océano, 1995), escrito por Enrique Márquez, hoy lo ponen en la misma encrucijada que su mentor 30 años después, aunque ahora ya no en el PRI, sino en el primer Gobierno emanado de la izquierda que encabeza Andrés Manuel López Obrador.

Hace una década Ebrard descartó sumarse al entonces Movimiento de Regeneración Nacional que comenzó a fundar Andrés Manuel López Obrador, el mismo al que se afilió hace un año, el mismo que quiso lo respaldara para la Presidencia en 2024. En una entrevista con el periodista Humberto Padgett para SinEmbargo publicada en febrero de 2013, Marcelo aseguró que buscaba la dirigencia del Partido de la Revolución Democrática (PRD), a la cual nunca llegó ante el bloqueo de “Los Chuchos” que lo llevaron al ostracismo político del que lo rescató López Obrador en 2018.

—¿Usted se ve en Morena? —se le preguntó en ese entonces.

—No. Nunca me iría a Morena —aseveró.

A la vuelta del tiempo, ya afiliado al morenismo y luego de haber perdido por segunda ocasión la candidatura presidencial —la primera fue en 2011 con López Obrador, un episodio que ha repetido en los últimos días hasta el cansancio— Marcelo rompió con el oficialismo.  “Lo que nos queda claro es que en Morena no tenemos espacio [para nosotros] después de lo de ayer”, dijo el jueves al periodista Ciro Gómez Leyva en Radio Fórmula.

Más tarde, Ebrard descartó ir por una candidatura independiente e informó que será hasta el próximo lunes cuando en una asamblea nacional con simpatizantes de todo el país defina qué ruta va a seguir rumbo al 2024.

Hoy, de nueva cuenta, su camino parece distanciarlo del movimiento fundado por López Obrador y, cual calca de su mentor Manuel Camacho, se ha distanciado del Presidente por el proceso de sucesión en el que Claudia Sheinbaum Pardo ganó la encuesta para abanderar la candidatura presidencial de la Cuarta Transformación.

El excanciller Marcelo Ebrard ha confesado que tiene 42 años preparándose para ser Presidente, a diferencia de Sheinbaum, cuya aspiración surgió apenas hace dos años, según contó en una entrevista para “Los Periodistas” en junio pasado. Ella siempre pensó que su vida iba a estar dedicada a la academia y siempre luchando por las causas justas de México, hasta que López Obrador la invitó a su gabinete en el 2000.

Hasta 2018, Ebrard tenía la ruta marcada para ser el próximo candidato presidencial de la izquierda, pero el fenómeno que causó Sheinbaum desde la Jefatura de Gobierno movió los planes del excanciller que en el 2011 perdió la encuesta frente a López Obrador, un episodio que ha mencionado constantemente en los últimos días.

“El margen final por el que quedó la candidaturapara Andrés Manuel fue de apenas 1.6 por ciento (32 votos sobre 2000 encuestados). Con una diferencia tan nimia, y con el acuerdo inicial de que ‘el que gana gana’, decidí que, en vez de ballotage o una segunda vuelta, directamente aceptaría los resultados”, narró Ebrard en su libro El camino de México (Aguilar, 2023).

Marcelo Ebrard llamó a la dirigencia de Morena a reponer el proceso interno. Foto: Cuartoscuro.

En su libro, Ebrard expone abiertamente sus aspiraciones presidenciales y se ve así mismo como la única persona capaz de gobernar el país. “Quiero ser Presidente de México, sí. Mi ambición es que el país alcance al final su máximo potencial. Tengo la capacidad y la experiencia que ningún otro político posee para aprovechar la enorme oportunidad que hoy se presenta en nuestro horizonte para lograr finalmente que México crezca, reduzca su pobreza y logre ser una sociedad de bienestar y prosperidad compartida. A mis 63 años soy un hombre resuelto y honesto. Toda mi vida me he preparado para este rol, el más importante del país, aprendiendo, trabajando y dando resultados en cada uno de los cargos públicos que he asumido desde los 22 años a la fecha”.

EBRARD SE ALEJA DE AMLO

Luego de 70 días de un proceso interno marcado por acusaciones, Morena finalmente presentó los resultados de su encuesta que da por ganadora a Claudia Sheinbaum Pardo frente a sus contrincantes Adán Augusto López, Ricardo Monreal, Manuel Velasco —del Partido Verde Ecologista—, Gerardo Fernández de Noroña —del Partido del Trabajo— y Marcelo Ebrard, quien previo a los resultados anticipó su derrota y exigió reponer el proceso.

En una conferencia de prensa convocada horas antes de conocer el resultado oficial y en medio de gritos de “fraude” de sus simpatizantes, Marcelo Ebrard aseguró que habían encontrado incidencias “en una proporción muy superior a lo que habíamos previsto”, una situación por la cual se ha retardo el conteo de las boletas. “Lo que les quiero decir es que nosotros afirmamos que esto debe reponerse”, afirmó.

El desconocimiento del proceso interno de Morena por parte de Ebrard era previsible, diversos analistas anticipaban su reacción y comparaban este momento con el que vivió su mentor Manuel Camacho Solís en 1993, cuando Salinas de Gortari, entonces Presidente de México, eligió a Luis Donaldo Colosio como el candidato presidencial.

El paralelismo entre las aspiraciones presidenciales de Manuel Camacho Solís hace 30 años y Ebrard, en este 2023, están más presentes que nunca.

El expresidente Carlos Salina de Gortari y Manuel Camacho Solís. Foto: Cuartoscuro.

En 1993 Camacho se sentía traicionado por Salinas de Gortari, quien el 28 de noviembre de ese año “destapó” a Luis Donaldo como candidato del PRI. Antes de su muerte, el 5 de junio de 2015, acusó al expresidente de sacrificar todo por sus intereses y complicidades.

Así lo contó Enrique Márquez, quien vivió como pocos la ruptura de Manuel Camacho Solís con Carlos Salinas de Gortari, entre 1993 y 1994. En 2016 SinEmbargo publicó los siguientes fragmentos escritos por él y que formarían parte de un libro que preparaba.

—”¿No crees Enrique que nos equivocamos, que yo debía haberle renunciado a Salinas, para romper rotundamente y buscar la candidatura por mi cuenta, cuando me dijo que yo no sería su candidato?”, me cuestionó Camacho algunos meses antes de su fallecimiento. Confieso que la pregunta, que Manuel me volvería a plantear en ocasión de una comida que compartimos con Óscar Argüelles, al principio me desconcertó pues parecía sugerir que -veinte años después de los hechos que lo separaron sin remedio de Salinas, su viejo amigo y socio político- Camacho no había asimilado enteramente la situación.

–No licenciado, no, terció Argüelles, siempre vehemente y preciso; no, licenciado, usted hace eso y para pronto hubiera muerto.

Marcelo Ebrard y Martha Delgado.
Ebrard en conferencia de prensa el 6 de septiembre donde denunció irregularidades en el proceso de Morena. Foto: Cuartoscuro.

Camacho Solís fue mentor de Marcelo en la política y le aconsejó en momentos clave. En una entrevista de 2010 recogida por el columnista Salvador Camarena en El País, Camacho comentó a la revista Estilo la relación entre Ebrard y López Obrador, previo a la elección de 2012, donde el actual Presidente de México fue electo como candidato del PRD.

—Hace dos años nos reunimos los tres. En ese momento a los dos les presenté un documento estratégico y el último punto era la candidatura presidencial de 2012. Delante de los dos dije que lo único que tenemos que hacer es evitar personalismos: el candidato de la izquierda debe ser aquel que esté en mejor posibilidad de ganar la elección. En ese momento hubo asentimiento y creo que ambos estuvieron de acuerdo.

—¿Cree que esa relación cordial de antaño se pueda mantener en el calor de la competencia política?

—Mis amigos de derecha siempre me dicen que convenza a Marcelo Ebrard de que rompa con López Obrador. Cuando me dicen eso yo les digo que lo que quieren es que Marcelo se coma una manzana envenenada para que después no quede nadie sobre la mesa.

Claudia Sheinbaum, exjefa de gobierno capitalina, y el excanciller Marcelo Ebrard durante la conferencia de prensa matutina.

Camacho Solís, quien fue Senador, regente de la Ciudad de México, Secretario de Relaciones Exteriores (1993-1994) y de Desarrollo Urbano y Ecología (1986-1988) y candidato presidencial por el Partido del Centro Democrático (PCD) en el 2000, murió a los 69 años tras una larga batalla contra un cáncer en el cerebro.

Mario Delgado Carillo, dirigente nacional de Morena, descartó el jueves a las afueras del INE que existiera una ruptura y señaló que Marcelo Ebrard “es clave” en el movimiento, “un protagonista en estos últimos años. Entonces, él está comprometido con lo que está pasando en el país, él es consciente de que estamos en un proceso histórico”.

Las declaraciones de Delgado se dieron luego de que Ebrard expuso que ya no había espacio para él ni para su equipo en el partido. “Lo que nos queda claro es que en Morena no tenemos espacio [para nosotros] después de lo de ayer”, dijo en entrevista con Ciro Gómez Leyva en Radio Fórmula.

En respuesta, Mario Delgado sostuvo: “por supuesto que tiene cabida en Morena. Morena es el pueblo, Morena es de la gente y él está comprometido con esta Transformación, claro que tiene cabida. Morena es la casa de Marcelo”.

Morena presentó la noche del 6 de septiembre los resultados de su encuesta y la de las encuestadoras que eligieron los seis aspirantes: Sheinbaum ganó con el 39.4 por ciento de los votos; Ebrard quedó en segundo lugar con el 25.6 por ciento.

Alfonso Durazo, presidente del Consejo Nacional de Morena, recalcó en su discurso: “El resultado de este ejercicio es definitivo. Ello no significa que no se hayan presentado eventualidades, pero ninguna de ellas tuvo el ánimo de manipular ni pudo incidir de manera definitiva en el resultado final”.

Sheinbaum, ganadora del proceso interno, llamó a la unidad y abrió las puertas a Ebrard: “Siempre va a ser un mensaje de unidad, ustedes me escucharon durante todo el proceso, un mensaje de unidad, pero el movimiento no se para, el movimiento sigue y es el llamado a todos y todas a seguir caminando”, dijo en entrevista con “Los Periodistas”, luego de conocerse los resultados.

El jueves le escribió un mensaje reiterando su invitación.

Marcelo Ebrard tiene en sus manos la decisión de si continúa o no en Morena, deberá elegir como hace 30 años lo hizo su mentor, Manuel Camacho Solís.

Guadalupe Fuentes López
Periodista con más de una década en medios digitales. Edita y escribe sobre temas de economía, corrupción, política, derechos humanos
en Sinembargo al Aire

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