Antes de volverse una mente asesina, Arthur Fleck era un aspirante a cómico que padecía ataques de risa nerviosa, los cuales ocurría por acontecimientos desagradables o en momentos de shock. Existe la posibilidad de que la risa de Joaquin Phoenix haya sido en el tramo final del filme.
Madrid, 9 de noviembre (EuropaPress).- Joker, la película protagonizada por Joaquin Phoenix inspirada en el villano de DC, ofrece una historia de origen al villano más emblemático del cómic. Pero antes de convertirse en un asesino sociópata, Arthur Fleck se presenta como un aspirante a cómico con serios problemas mentales. Un hombre roto, aplastado por el sistema, que además padece ataques de risa nerviosa incontenible. Estos episodios se suceden durante todo el filme, y se desencadenan a raíz de acontecimientos desagradables o momentos de shock en la vida de Arthur.
Así lo ha confirmado el director de la cinta, Todd Phillips, en una entrevista en la revista Empire. “Está la risa que surge de su aflicción, cuando está acurrucado y sufre; luego está la risa que suelta cuando quiere encajar y ser uno más, que resulta en esta risa falsa y forzada”, explica el cineasta que revela además que “la única vez que Arthur/Joker realmente se ríe es durante la escena final”.
Lo más seguro es que con estas palabras Phillips se refiera al tramo final del filme, cuando Arthur es invitado a participar en el programa de entretenimiento de Murray (interpretado por Robert DeNiro), y pide al presentador que lo presente como “Joker”. En este punto, Arthur ya ha cometido varios asesinatos, y se encuentra en un momento decisivo de su transformación, pues ha descubierto que su vida no es una tragedia, sino “una comedia”.
“¿Qué te parece un último chiste, Murray?” le pregunta al presentador, en directo. “¿Qué ocurre cuando te cruzas con un solitario enfermo mental al que el sistema ha abandonado y le tratas como si fuera basura? Lo que pasa es que obtienes lo que te mereces”.
Tras esta reivindicación, Arthur, o más mejor dicho ya el “Joker”, asesina al presentador de un disparo, ante las aterradas miradas del público y de los telespectadores. Después comienza a reír, según Todd Phillips, por primera vez de verdad.
Aunque el director también podría referirse a un momento incluso posterior cuando, tras ser detenido después de sus crímenes en televisión, Arthur es liberado por los manifestantes violentos que, con máscaras de payaso, protagonizan una violenta revuelta en Gotham. La arlequinada turba estrella una ambulancia contra el coche de policía que le traslada para después sacar a Arthur del vehículo y encumbrar a su nuevo ídolo e inspiración sobre el capó de un coche.
En ese momento, al verse convertido en símbolo de la revuelta de los payasos, rodeado de numerosos admiradores que lo vitorean en las incendiadas calles de Gotham, Arthur dibuja una gran sonrisa roja en su rostro con su propia sangre, para regocijo de sus seguidores.
Joker sigue imparable en taquilla y tras convertirse en la película para adultos más taquillera de todos los tiempos está ya a punto de superar la barrera de los mil millones de dólares.
