La resurrección del Mar Muerto, una histórica unión política cuyo impacto ambiental aún no ha sido contemplado

11/12/2013 - 12:00 am
Foto: EFE
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Ciudad de México, 11 de diciembre (SinEmbargo).– Aunque el nombre del famoso Mar Muerto invita a una serie de chistes, la gradual desaparición de no se trata de ninguna broma para sus vecinos. Por tal motivo, israelíes, jordanos y palestinos acordaron ahora un trasvase histórico de agua con el fin de salvar a este lago de su desaparición.

De esta manera, la a todas luces inevitable desaparición del mar Muerto y la carencia crónica de agua potable en las regiones aledañas fueron el detonante de la iniciativa bautizada como el Proyecto Rojo-Muerto, que se ha firmó ayer en Washington entre Israel, Jordania y la Autoridad Nacional Palestina.

Desde 1962 el nivel de este depósito natural de agua ha descendido 27 metros. De acuerdo con los científicos, si el líquido vital contenido ahí sigue evaporándose al ritmo actual, este lago, habrá desaparecido en 2050, publicó el diario español El País.

Con elevadísimas concentraciones de calcio, magnesio, potasio y bromo, el proyecto para este lago en el que sólo viven bacterias, se trata de una extracción estimada en 200 millones de metros cúbicos anualesde agua al Mar Rojo y la construcción de una planta desalinizadora en Aqaba, Jordania, la cual producirá 80 millones del total como agua potable para las tres pueblos de esas zonas.

Así, el proyecto con tres beneficiarios se plantea como un canal que aprovechará que el mar Muerto es el punto más bajo del mundo, para que el agua del mar Rojo fluya de manera natural. De esta manera, los expertos calculan que a su paso dejará en la zona unos 200 hectómetros cúbicos de agua, que, una vez desalinizada, dará de beber a Jordania, Israel y Cisjordania.

Así mismo, se destinarán 100 millones (residuales) al Mar Muerto como parte del proyecto. No obstante, las pérdidas de un metro cada año en este lago de aguas hipersalinas y el hecho de que necesita unos 700 millones de metros cúbicos para estabilizarse, arroja pesimismo al acuerdo.

Foto: Wikimedia Commons
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“Es un proyecto piloto. En un año se pedirán licitaciones para construir las tuberías que llevarán el agua y la planta de desalinización. Luego, en tres o cuatro años se verá el impacto ambiental, se analizarán los resultados y se verá si se construye un canal de forma definitiva”, dijo Dan Catarivas, director de la división de comercio con el extranjero de la patronal industrial israelí.

“Es un proyecto positivo, pues avanza paralelo al proceso de negociaciones políticas, y de él se benefician tres partes, que dan así muestra de cooperación sobre el terreno”, agregó.

No obstante, los entusiastas de esta iniciativa ya prevén oposición al plan, sobre todo en lo referente al impacto ambiental que este proyecto pueda traer, dio a conocer el diario ABC de España.

“La composición química del mar Muerto es muy diferente a la del Rojo, tiene unos niveles de concentración de sal y de bacterias mucho más elevados, por lo que mezclar los dos tipos de agua salada podría tener un efecto desastroso para el mar Muerto”, dijo el portavoz de la organización ecoologista “Amigos de la Tierra”.

Por otra parte, de acuerdo con diversos expertos, la tubería especial que conectará el Mar Muerto y el Mar Rojo costará entre los 250 y 400 millones de dólares y podría ser completada antes del 2018.

En la actualidad, el Mar Muerto es un importante destino turístico y terapéutico para padecimientos como artritis, psoriasis y otras afecciones de la piel. No obstante, más allá de su valor ecológico, cultural e histórico, el acuerdo intenta asegurar que en tres décadas este lago no termine siendo sólo una postal histórica.

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