Luego de concluir sus actividades en el municipio de Ecatepec, el Papa Francisco se traslada por Paseo de la Reforma tumbo al Hospital Infantil “Federico Gómez”.
Ciudad de México, 14 de febrero (SinEmbargo).– Luego de visitar a los niños del hospital infantil Federico Gómez, el Papa francisco regresó a la Nunciatura Apostólica donde saludó a los fieles que se encontraban a las afueras del recinto.
A su llegada a la Nunciatura, donde el Papa pasará su tercera noche, los fieles lo recibieron entre aplausos y consignas. Antes de entrar a descansar, Francisco se tomó unos minutos para saludar y bendecir a los feligreses que se encontraban en el lugar.
Por la mañana, Jorge Bergoglio ofreció una misa en Ecatepec -el municipio del Estado de México con escalofriantes números de violencia y de marginalidad-, donde lanzó su deseo de un país “donde no haya necesidad de emigrar” o “acabar destruidos en las manos de los traficantes de la muerte”.
Ante las más de 300 mil personas que acudieron a la explanada del Centro de Estudios Superiores de la ciudad, Francisco invitó a los mexicanos a “estar en primera línea y participar en todas las iniciativas que ayuden a hacer de esta bendita tierra mexicana una tierra de oportunidad”.
Una tierra “donde no haya necesidad de emigrar para soñar; donde no haya necesidad de ser explotado para trabajar; donde no haya necesidad de hacer de la desesperación y la pobreza de muchos el oportunismo de unos pocos”, dijo el papa.
Tras concluir sus actividades en el Edomex, se esperaba que el Pontífice se trasladara del Campo Marte para el hospital a las 17:25 horas, para llegar al nosocomio 20 minutos después, sin embargo, su traslado se apresuró y salió cerca de las 16:00 horas.
Después de un breve recorrido en el papamóvil por el Ángel de la Independencia, donde un grupo de monjas lo estaban esperando coreando consignas como “ésta tierra es tuya, esta tierra es tuya, esta tierra es tuya y queremos paz” y rezando con espíritu festivo, Francisco fue recibido por Angélica Rivera y José Narro en el Hospital.
Agradezco “a todas las personas que no sólo con medicamentos sino que con ‘la cariñoterapia’ ayudan a que este tiempo sea vivido con mayor alegría, dijo el papa en un breve discurso.
“Agradezco a Dios la oportunidad que me regala de poder venir a visitarlos, de reunirme con ustedes y sus familias en este Hospital. Poder compartir un ratito de sus vidas, la de todas las personas que trabajan como médicos, enfermeras, miembros del personal y voluntarios que los atienden. Gracias”.
Ante la presencia del máximo representante de la iglesia católica en el hospital, los menores no desaprovecharon la oportunidad para hacerle un particular Día de San Valentin. Una niña del hospital pediátrico que visitó el domingo por la tarde le entregó una tarjeta con un corazón.
“¿La hiciste vos?”, le preguntó el pontífice. La pequeña, en silla de ruedas, asintió. “Gracias”, contestó Francisco.
Otra paciente le dedicó una delicadísima interpretación del Ave Maria, tras la cual el Papa, visiblemente conmovido, le dio un beso y la bendijo.
El papa fue saludando a los niños de beso o con una caricia en sus cabezas a los más grandes, o parándose a hablar con ellos. Algunos llevaban mascarillas, otros posaban para hacerse un autoretrato con el pontífice, que accedía a todas las peticiones.
La mayor parte de su visita al hospital el domingo por la tarde fue televisada pero también tenía previsto entrar a una zona privada de niños más enfermos para estar con ellos en la intimidad.
Luego de visitar y convivir con los niños del hospital, el Papa Francisco regresó a la Nunciatura Apostólica a bordo de su automóvil particular.
-Con información de EFE/AP
