Todavía no toma posesión el flamante presidente Enrique Peña Nieto y ya se ve cómo viene la mano con el tema de la justicia o de cómo funcionará el bipartidismo mexicano. Y sí… es que aunque la segunda fuerza política haya sido el PRD pareciera que está totalmente fuera de las conversaciones o las negociaciones.

Desde que Peña Nieto y Felipe Calderón se reunieron la semana pasada para hablar de una “tersa transición”, cualquiera que ésta sea y cuando ambos generaron dos grandes movimientos en México organizados por la sociedad civil. Por un lado están los jóvenes del #YoSoy132 y por el otro lado está el Movimiento por la Paz de Javier Sicilia. Ambos movimientos, más allá de lo que es Andrés Manuel López Obrador, manifiestan el enojo de los mexicanos por una elección que si bien fue legal por su marco jurídico, sabemos que fue inequitativa de origen, y por la ola de violencia que se ha desatado en nuestro país a raíz de la llamada lucha contra el narcotráfico. Sin embargo, al igual que estos movimientos, tenemos nombres como Acteal, Atenco y muchos más han inundado las páginas de nuestra historia inundada de autoritarismo.

Pero si antes había alguna esperanza que cuando cambiaba un partido político por otro o que cuando se recurriera a instancias internacionales se podían arreglar temas de justicia, hoy queda claro que no.  Y mucho menos bajo la vela del bipartidismo imperante.  Sí, aquel al que se le ha llamado PRIAN.

Cuando se esperaba que el ex presidente Ernesto Zedillo fuera responsabilizado por la demanda que familiares de 45 indígenas muertos en Acteal en 1997 interpusieron en Estados Unidos, la misma Secretaría de Relaciones Exteriores hizo pública la carta que el Embajador de México en Estados Unidos, Arturo Sarukhán, envió en noviembre del 2011 a la secretaria de Estado, Hillary Clinton, sobre la polémica.

En la misiva, se pide al gobierno de Estados Unidos la inmunidad para el ex mandatario priísta y señala que cualquier acto realizado fue en el curso de su función oficial como jefe de Estado. Hace unos días, el gobierno de Barack Obama le dio inmunidad a Zedillo y si bien no está del todo exonerado, en el marco legal está impedido para ser sometido a juicio en Estados Unidos.

Los panistas cerraron filas así con el priísmo anterior… de la misma manera que seguramente ahora el priísmo pagará con la misma moneda a la demanda interpuesta ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos contra Felipe Calderón por los más de 70 mil muertos que ha causado la guerra contra el narcotráfico.

Y para muestra, un botón más. Tan sólo esta misma semana, los gobernadores panistas cerraron filas en torno al Peña Nieto, y se comprometieron a respaldar iniciativas sobre empleo y seguridad, a partir del 1 de diciembre.

Por su parte, Enrique Peña Nieto ofreció a los panistas una relación respetuosa para acreditar resultados y de “total apertura al diálogo”.

“En este primer encuentro he manifestado plena y total disposición para abrir un espacio de diálogo permanente, de buscar una relación constructiva que nos permita definir objetivos compartidos”, dijo Peña Nieto en un mensaje posterior al encuentro con los panistas.

Esto va más allá de resultados electorales. Esto va más allá de lo quienes dicen que molesta que los resultados no hayan sido favorables al PRD. Esto no tiene que ver con un resultado electoral, esto tiene que ver con el autoritarismo y el cinismo que pensamos estábamos logrando retirar de nuestro ámbito político y cívico. Si esta es la tónica de la política moderna, queda claro que nuestro bipartidismo va para atrás. Y nuestro civismo se convertirá en mero cinismo.

Hilda García

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Estudio Periodismo en la Universidad Nacional Autónoma de México, obtuvo el grado de Maestría en la Univ. de Miami con el tema de los “Weblogs y la mediamorfosis periodística”.

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