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Un favorito de Scorsese

La fotografía de Rodrigo Prieto brilla en el nuevo western: “Los asesinos de la luna”

16/10/2023 - 7:18 pm

Los asesinos de la luna es el primer “western” de Scorsese, un género que, dijo, siempre había admirado, pero en el que le daba miedo adentrarse.

Por Berenice Bautista

Ciudad de México, 16 de octubre (AP).— Rodrigo Prieto está por culminar un año excepcional en su carrera con el estreno de su cuarta película con Martin Scorsese, Killers of the Flower Moon (Los asesinos de la luna), que debuta este fin de semana en cines.

El filme reúne a los actores Leonardo DiCaprio y Robert De Niro, quienes habían compartido créditos por primera vez en This Boy’s Life (Mi vida como hijo) de 1993 y se habían reencontrado bajo la dirección de Scorsese en el cortometraje The Audition de 2015, en el que ambos compiten por el mismo papel para una película del director y en el que Prieto tiene un cameo.

En Killers of the Flower Moon, los actores están acompañados por la actriz Lily Gladstone, cuyo papel excepcional aumenta el dramatismo de este western y thriller sobre una serie de asesinatos en la etnia indígena osage, asentada en el estado de Oklahoma en Estados Unidos, en la década de 1920.

“Para él (Scorsese), los actores y su punto de vista es importantísimo. No los ve como simplemente alguien que va a representar este personaje, sino que son colegas y colaboradores”, dijo Prieto en una conversación con medios durante la reciente visita de Scorsese a la Ciudad de México para desfilar por la alfombra roja de su filme. “Es parte de la materia prima con la que trabaja”.

El director y productor Martin Scorsese, derecha, con el director de fotografía mexicano Rodrigo Prieto durante una sesión fotográfica para promover su película Killers of the Flower Moon, en la Ciudad de México. Foto: Fernando Llano, AP.

En el filme, los osage son un pueblo próspero gracias a los yacimientos de petróleo encontrados en su territorio. Pero su fortuna atrae a blancos codiciosos que llegan a trabajar con ellos y de ser posible tratan de obtener algo de su riqueza. Uno de estos hombres es Ernest (DiCaprio), quien se enamora de la heredera osage Mollie. Ambos se casan y tienen hijos, pero al mismo tiempo comienzan las muertes que van dejando a Mollie aislada y en peligro, algo que Ernest sabe y permite.

“Creo que de lo más importante y de lo que más me gusta de su cine es que en lugar de decir un mensaje con esta película, de decir ‘estos son los malos que oprimen a los buenos’ … se clava en ‘¿por qué estos malos hicieron esto?, ¿qué hay en su corazón, qué hay detrás de alguien que es capaz de hacer eso?’ Y te preguntas a ti mismo ‘¿sería yo capaz de también hacer eso?’”, dijo Prieto.

“Es horroroso lo que (Ernest) está haciendo y, sin embargo, ese es el personaje que seguimos; para mí es fascinante el atreverse a contar las historias de los personajes y de las oscuridades de esos personajes. Todos traemos dentro nuestras propias oscuridades, entonces esa exploración es a mí lo que más me gusta”, agregó.

Una de las características de los osage es su conexión con la naturaleza, no sólo a nivel práctico sino a nivel espiritual. En su cosmovisión, el sol y los astros se toman muy en serio, uno de sus momentos más sagrados es orar al amanecer. Por eso, cuando los osage están sin la presencia de blancos a cuadro, Prieto procuró que su imagen fuera lo más natural posible.

En cambio, las escenas donde hay ciudadanos blancos las hicieron en un estilo inspirado en el Autochrome (placa autocroma), un procedimiento fotográfico con transparencias en color patentado por los hermanos Lumière.

Las cosas empiezan a ponerse peor y ocurren muertes violentas por una explosión. Y a partir de ahí deja de haber una división entre blancos e indígenas en la fotografía; surgen claroscuros con un contraste más alto y menos color.

La productora ejecutiva Marianne Bower, izquierda, el guionista y director Martin Scorsese, centro, y el director de fotografía Rodrigo Prieto posan en la alfombra roja de Killers of the Flower Moon. Foto: Marco Ugarte, AP.

“Todos están invadidos de este alto contraste, grano (en el filme). La imagen se vuelve más dura”, dijo Prieto.

Otra de las características de la fotografía es que hay algunas escenas en blanco y negro con el típico parpadeo de imágenes de las primeras películas. Su aspecto no es una imitación.

“Lo filmamos con una cámara Bell & Howell de 1917 de Scorsese, es su cámara”, dijo Prieto. “No hay ningún efecto… Está filmado tal cual, porque parte de la idea también de la película es la representación y ésa es una representación de los osage. Parte del look (estilo), también con el Autochrome, es la idea también de la fotografía, que es una representación”.

Uno de sus mayores retos para la fotografía de Killers fueron las escenas en exteriores. Tuvieron que acondicionar la avenida principal de Pawhuska, Oklahoma, en la nación osage para que se viera como con la terracería de la época. También enfrentaron amenazas de tornados y por si fuera poco a los actores y Scorsese les gustaba improvisar escenas.

“Teníamos que ser flexibles y adaptarnos”, dijo el cinefotógrafo.

El proceso de familiarización de Scorsese con la cultura osage duró años e incluyó a Prieto en una visita para evaluar locaciones.

“Lo primero para mí fue una cena que hicieron para nosotros”, recordó Prieto, quien como parte del protocolo saludó uno a uno los invitados. “Una de las cosas que recuerdo y que me llamaba mucho la atención es que uno de ellos dijo ‘no se les olviden nuestras mujeres, nuestras abuelas, nuestras madres, la presencia de ellas en nuestra cultura y nuestra historia es muy importante’. Y creo que eso captura también la película, el enfoque en los personajes de Mollie, sus hermanas y su mamá es potente, y fue algo que se ve que Scorsese escuchó, porque el guion no era eso”.

Prieto nació en la Ciudad de México en 1965. Estudió en el Centro de Capacitación Cinematográfica (CCC) y ha colaborado en filmes como Amores perros, 21 gramos y Babel de Alejandro G. Iñárritu. Alejandro magno y Argo, Los abrazos rotos y Frida son otros títulos de su filmografía.

Ha sido nominado a tres Premios de la Academia, la primera vez con Brokeback Mountain (Secreto en la montaña) de 2005. Con Scorsese ha colaborado previamente en The Woolf of Wall Street (El lobo de Wall Street) de 2013, Silence (Silencio) de 2016 y The Irishman (El Irlandés) de 2019, consiguiendo nominaciones al Oscar por las dos últimas.

También ha sido galardonado con cuatro premios Ariel, otorgados por la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas. En sus títulos anteriores como director están los cortometrajes Likeness de 2013 y R&R de 2019.

Killers of the Flower Moon será el segundo gran estreno de Prieto este año.

Previamente, hizo la fotografía de Barbie, la película más taquillera de lo que va de 2023. También se prepara para ser presidente del jurado en el Festival Internacional de Cine de Morelia, que se realizará del 20 al 29 de octubre, y está en la posproducción de su debut cinematográfico Pedro Páramo, una adaptación del libro clásico de Juan Rulfo.

“Sí, es muy impresionante que pase todo al mismo tiempo”, reconoció.

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