Ciudad de México, 20 de enero (SinEmbargo).- La próxima gran frontera a superar en lo referente a la interacción humano-computadora será hacer que se sienta el mundo virtual, digital, como si este fuera real y tangible. La reatroalimentación táctil, sin embargo, no es nada nuevo.
La revolución electrónica ha hecho de la vista y el oído los pilares sobre los que se fundamentan sus avances, dejando de lado a los tres sentidos restantes. No obstante, es en el tacto en donde radica su propia revolución. Es aquí donde se asienta la háptica, una definición amplia que se refiere a cualquier cosa que usted puede sentir.
En términos más precisos, la háptica es la ciencia del tacto, de la misma manera en la que la acústica tiene relación con el oído y la óptica con vista. Es cierto que esta tecnología fue, hasta hace poco y en gran medida, un actor secundario en los campos en los que se ha infiltrado. No obstante, ahora la humanidad comienza a ver como comienza a hacerse de un lugar junto a la tecnología visual y de audio, como un elemento clave en la interacción humano-computadora.
“La háptica son para el tacto lo que la óptica es a la vista”, dice Will Provancher, profesor asociado de ingeniería mecánica en la Universidad de Utah en Salt Lake City y director general de una empresa de construcción de dispositivos hápticos.
Desde hace décadas la háptica ha sido usada en la telecomunicación y el entretenimiento y se convirtió en una característica habitual a fines de la década de 1990 en teléfonos celulares y juegos de video, ya fuera como señal de alarma en el caso de los primeros o para enfatizar los “sensaciones” de impacto en el avatar de los segundos.
Actualmente, los relojes inteligentes como el Apple Watch, próximo a salir, están adoptando a los hápticos en sus controles. Así mismo, los investigadores experimentan con señales táctiles integradas en el volante de los vehículos para una mayor seguridad, así como con retroalimentación táctil integrada en pantallas táctiles y mapas de uso público para que las interacciones tengan una sensación más natural en las manos de los usuarios.
Este ajuste cobra mayor sentido, sobre todo que las nuevas generaciones de pantallas están innovando de manera más constante. De este modo, técnicas inteligentes como aquellas que implican empujar líquido en píxeles táctiles preestablecidos pueden proporcionar la sensación de presionar botones físicos. Una muestra de esto pudo apreciarse el año pasado, cuando Fujitsu mostró prototipos de tabletas táctiles mejorada que van aún más lejos, ofreciendo a los usuarios una sensación de textura debajo de sus dedos a través de vibraciones ultrasónicas de diferentes frecuencias y amplitudes, dio a conocer el sitio Gizmag.
En otros campos, la tecnología háptica también está ayudando a formar a la próxima generación de cirujanos. Dentro de poco será posible que un médico pueda ver una imagen tridimensional de resonancia magnética o una tomografía computarizada en la que al aproximar su mano a la imagen le proporcione la sensación de cosas como tumores, bloqueos, o coágulos de sangre. Así mismo, la mejora de las simulaciones también abarca el sector industrial, sobre todo para pilotos y operadores de máquinas de gran tamaño, publico el sitio Inside Science.
Por otra parte, los dispositivos hápticos permiten a las personas sordas y/o ciegas navegar por la red (gracias al código Morse) o incluso jugar videojuegos. En el área lúdica, la háptica es un campo de rápido crecimiento gracias al crecimiento de la realidad virtual y el deseo de los jugadores por sentir de la misma forma en la que ven y escuchan sus entornos virtuales.
La próxima gran tendencia
De una manera bastante básica, pero visionaria tratándose de los años ’90, el Rumble Pack de los controles de la consola Nintendo 64 introdujo hace casi dos décadas a los gamers por primera vez a la idea de vibraciones en un controlador.
Sin embargo, ya han pasado 19 años de aquellas rudimentarias innovaciones y ahora son más los que están conscientes de que la tecnología háptica podría ser la pieza faltante del rompecabezas en el espacio de realidad virtual, que se aprecia de mejor manera en el Project Morpheus de Oculus Rift y Sony. El problema radica en que la realidad virtual ahora se ve y suena tan real que instintivamente se siente como si se estuviera físicamente en el espacio virtual, lo que significa que el usuario quiere tocar las cosas y sentir que estas lo tocan. Pero sin háptica (o una gran variedad de accesorios y una cuidadosa planificación), ninguna de estas opciones es posible.
La háptica se vislumbra como la próxima gran tendencia en las interacciones de la humanidadcon el mundo digital. Con ella se podrán meter efectos de sonido envolvente en los auriculares y grabar audio en alta fidelidad con ayuda de smartphones. Así mismo, se podrá tocar, pellizcar y hacer zoom en todo lo que aparece en una pantalla. Sin embargo, esta aún se siente plana y sin vida porque se ha hecho tan poco esfuerzo en esta rama, dejando un hueco muy grande, sobre todo si se tiene presente que el cuerpo humano tiene una capacidad altamente sofisticada para reconocer y responder a las texturas y las vibraciones y los toques y todo tipo de otras fuerzas externas que se acoplan a los receptores en nuestro sistema somatosensorial.
Mejorar la información táctil en la tecnología de consumo será crucial a medida que los esfuerzos para reducir la brecha entre todo lo que es físico y tangible, y todo lo que es digital y virtual. Entre los que tratan de explorar el espacio de posibilidad es Mathias Nordvall, un científico y diseñador de juegos cognitiva en la Universidad de Linköping en Suecia.
“Mucha de la cultura de hoy está basada o bien en la visión o en el audio”, dice Nordvall. “Tú vas a un concierto o escuchas la radio o vas al cine”, y si uno de los sentidos involucrados falta, se efectúa una compensación con el otro. Las interfaces predominantemente visuales como navegar por la red se presentan a las personas con discapacidad visual a través de lectores de pantalla que hablan el texto en una página, mientras que los programas de televisión y películas se pueden ver con subtítulos para sordos. sin embargo, los tres sentidos físicos restantes se encuentran prácticamente en el olvido.
Así, gracias a la háptica, un juego de vídeo, por ejemplo, “podría tener un poco de vibración que indique cuál es el norte, de modo que no tengas que mirar un mini-mapa todo el tiempo”, agrega Nordvall. Ninguno de estos métodos se ha explorado a fondo, y el último es especialmente propicio para la atención. Los usuarios podrían tener acceso a experiencias únicas que sólo son posibles con la háptica, sugiere Nordvall o reinventar las tecnologías ya existentes. Mientras tanto, es un hecho que esta tecnología está madurando rápidamente, y se está abriendo camino en el mercado de masas a una escala digna de la atención de desarrolladores. Ahora lo que se necesita es que las interfaces que lo necesitan se apliquen para ponerse al día.
