México

Activistas y habitantes de Holbox acusan ecocidio por el fuego y también la ruina de vestigios mayas

20/09/2016 - 12:01 am

Carlos Martínez Correa, de Todos Unidos por Holbox, insistió en que el incendio en parte del Área Natural Protegida (ANP) Yum Balam fue intencional, “porque así creen que como el área está impactada pueden dar permisos para que se inicien las construcciones. Pero nosotros vamos a abogar con la Ley [Forestal de Desarrollo Sustentable] para proteger el espacio”.

Ciudad de México, 20 de septiembre (SinEmbargo).- Los incendios ocurridos en Holbox, Quintana Roo, durante el fin de semana y parte de este lunes, pudieron haber devastado vestigios mayas entre las 35 hectáreas afectadas del ecosistema, denunció Carlos Martínez Correa, defensor y habitante de la isla, razón por la que exigió la presencia del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).

“Estamos solicitando la presencia del INAH en el sitio porque lo más grave de este asunto [el incendio] es que allí se encuentra localizado un sitio conocido como Yum Luk que significa ‘tierra de grandes señores’, donde hay cementerios mayas hechos de caracol. Se cree en la posibilidad de que se hayan enterrado allí reyes mayas, tumbas que eran resguardadas por la misma belleza natural. La isla es parte de algo más grande”, destacó en entrevista para SinEmbargo.

Martínez Correa alertó que el incendio causó daños al ecosistema y pudo haber destruido la herencia cultural de la zona.

“Nosotros creemos que el fuego arrasó con esa parte. Ya no sólo denunciamos un ecocidio, también acusamos a quien resulte responsable por la pérdida de valores históricos en el área. Nuestro abuelos nos contaban de lo que ahí había, el INAH tiene datos sobre ese lugar; incluso nuestros abuelos acompañaron a gente del INAH para que se llevaran piezas. Ese cementerio maya existe en la isla”.

El activista de Todos Unidos por Holbox insistió en que el incendio en parte del Área Natural Protegida (ANP) Yum Balam fue intencional “porque así creen que como el área está impactada pueden dar permisos para que se inicien las construcciones, pero nosotros vamos a abogar con la Ley [Forestal de Desarrollo Sustentable] para proteger el espacio”.

Dicha Ley indica en su artículo 117 que “no se podrá otorgar autorización de cambio de uso de suelo en un terreno incendiado sin que hayan pasado 20 años, a menos que se acredite fehacientemente a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) que el ecosistema se ha regenerado totalmente, mediante los mecanismos que para tal efecto se establezcan en el reglamento correspondiente”.

Aunque dependencias como la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) y la Comisión Nacional Forestal (Conafor) enviaron una brigada de 50 personas para extinguir el fuego el lunes, Martínez, acusó que ni el personal ni las herramientas eran suficientes para atender la situación.

“Han dejado crecer intencionalmente el fuego, sólo han enviado helicópteros a sobrevolar el área, pero no han esparcido agua desde las alturas para extinguirlo”, denunció.

URGEN A PUBLICAR PLAN DE MANEJO

La Ley General de Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente establece que la Semarnat, un año después de declarar una zona como ANP, debe publicar un programa de manejo, no obstante, hasta la fecha, Yum Balam no cuenta con él aunque desde 1994 se dio la declaratoria, lo cual representa un atraso de 21 años.

Ante ello, Miguel Alejandro Rivas Soto, campañista de Océanos de Greenpeace, señaló que Holbox es un patrimonio de suma importancia en la biodiversidad mexicana, por lo que urgió a la Semarnat a publicar el plan de manejo correspondiente, ya que al no existir “es muy difícil saber a qué se va destinar esa zona tras el incendio”.

“Es necesario que la autoridad publique el plan de manejo […] y se destinen los recursos adecuados que deba generar la autoridad para proteger la zona porque está siendo sumamente impactada por el turismo. Queremos que este turismo sea sustentable y el desarrollo permita a las comunidades explotar la riqueza natural, pero de una manera idónea con el cuidado con el medio ambiente. Pero sin el plan de manejo esto es imposible”, comentó Rivas Soto.

Araceli Domínguez Rodríguez, presidenta de la asociación civil Grupo Ecologista del Mayab (Gema) y Salvemos Manglar Tajamar, coincidió sobre el tema y expuso que “sin el programa de manejo no hay herramientas jurídicas para establecer un desarrollo adecuado sin dañar al medio ambiente”.

También celebró que se haya puesto “el dedo en la llaga para que la Semarnat recapacite y publique ya el programa de manejo de Yum Balam de manera urgente, pues con sus omisiones lo que ha generado es una gran especulación sobre la tierra, conflicto social, daños a la biodiversidad y todo por la necedad de no publicar el programa de manejo”.

La activista aseguró que cada vez que entra un nuevo Gobernador al estado “se habla de que él y sus parientes tienen intereses en Holbox. Es una zona que no puede ser desarrollada por diversas razones o puede serlo con un bajo impacto, pero quieren hacer otro Cancún allá”.

Morelia Montes, de la organización Alma Verde, urgió a las autoridades a capacitar a la comunidad sobre lo que significa tener dicho programa de manejo, de qué manera se implementa y cómo es que los habitantes deben comprometerse a cumplir con la normatividad .

“Seguimos esperando la eterna decisión [de publicar el plan de manejo]. Nosotros estamos esperando a que ya este año se publique y se puedan implementar regulaciones que pongan control al desorden que se ha generado por la falta de un programa de manejo”, dijo.

La activista dijo confiar en que las autoridades lleven a cabo la evaluación y el peritaje correspondientes para conocer las causas del incendio y se informen los resultados a los pobladores.

“Que nos den la información con seriedad las instancias gubernamentales responsables de hacer esta investigación. Yo tengo la confianza de que rápidamente hagan el peritaje y nos den una respuesta al público”, concluyó.

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