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Redacción/SinEmbargo

22/09/2017 - 6:58 am

“Frida Sofía”, otro engaño / País que tiembla / El tiempo se agota

Una extraña combinación de poderes […] colapsó ayer, entre crujir de pantallas, cuando resultó insostenible el relato fantasioso de una niña inexistente, a la que se hizo llamar Frida Sofía, cuyo imposible rescate con visos de heroicidad quedó finalmente en la nada. Millones de mexicanos fueron atrapados durante largas horas por la narrativa de suspenso que desarrolló Televisa a través de una reportera colocada en el lugar de los hechos.

Frida Sofía”, otro engaño
Sobre la historia de la niña Frida Sofia, que supuestamente estaba entre los escombros del colegio Enrique Rébsamen, hoy en La Jornada, el periodista Julio Hernández López, nos cuenta la manera en que en varios medios de comunicación le dio seguimiento al caso, pero en particular Televisa, al permanecer prácticamente en permanente transmisión desde el lugar, y que con el con el pasar de las horas y con las complicaciones que presentaba el supuesto rescate, se iba descubriendo que no había personas a rescatar en el lugar, por lo que escribe que: “una extraña combinación de poderes […] colapsó ayer, entre crujir de pantallas, cuando resultó insostenible el relato fantasioso de una niña inexistente, a la que se hizo llamar Frida Sofía, cuyo imposible rescate con visos de heroicidad quedó finalmente en la nada. Millones de mexicanos fueron atrapados durante largas horas por la narrativa de suspenso que desarrolló Televisa a través de una reportera colocada en el lugar de los hechos, Danielle Dithurbide […], bajo la conducción en estudios […] de Denise Maerker, Joaquín López-Dóriga y Carlos Loret de Mola. El caso Frida Sofía, que desde la noche del miércoles ya presentaba fisuras y contradicciones de las que no se desmarcó oportunamente Televisa, […], en una obsesión focalizada en el plantel Enrique Rébsamen que resulta inexplicable desde el punto de vista periodístico, aunque no en la búsqueda de altas audiencias a partir de una dramatización estimulada. Además de la voracidad por los índices de audiencia, pudo advertirse incluso la búsqueda gubernamental de generar un triunfo propagandístico a través de una hazaña rescatista bajo control de la Secretaría de Marina […] y con la también extraña presencia, durante más de diez horas, de Aurelio Nuño, secretario de Educación Pública, quien de manera inexplicable, e incluso gravemente desatenta respecto al resto de escuelas en problemas, […]. El corte escénico, sin embargo, fue de escándalo. La conducción del tema había estado siempre a cargo del oficial mayor de la Marina, José Luis Vergara, convertido en fuente directa y rectora de las palabras y datos que iba difundiendo Televisa. Con cargo a esa especie de boletinero oficial en exclusiva se tejió la historia de una niña, a la que se quiso llamar Frida Sofía […] y a quien se habría suministrado oxígeno y agua a través de una sonda. Incluso se habrían llegado a escuchar sus palabras […] y a detectarse un movimiento de dedos. El drama del edificio escolar caído, y del esfuerzo heroico por encontrar la manera técnica de rescatar a una niña con vida […], tenía como contrapunto que nadie sabía más de esa niña, no había constancia de su adscripción escolar y tampoco había padres o familiares que la buscaran o esperaran. Aún así, hubo momentos en la transmisión de Televisa en los que se aseguró que ya estaban allí, a unos metros de la reportera televisiva, los familiares de la niña, en espera del inminente rescate. Incluso se dijo que los padres o familiares preferían no revelar nombre y apellidos de la niña ni mostrar sus caras”.

Por su parte, y siguiendo con el tema de la niña Frida, en Milenio, el periodista Joaquín López Dóriga, escribe sobre la historia de la niña Frida Sofía que durante horas atrapó la atención de prácticamente todo el país ante la posibilidad de un posible rescate, tanto de ella como de algunas personas más, pero que durante la mañana de ayer se desmintió completamente la historia, pues Frida jamás existió en realidad, por lo que escribe que: “la noche del martes llegué a la escuela Rébsamen, al sur de la Ciudad de México, en medio de la confusión que dominaba el espacio, la incertidumbre, el dolor, la angustia, el rescate de heridos, de muertos, 19 de ellos niños. En lo que había sido el patio del colegio, unas quinientas personas daban órdenes, gritaban, se contradecían, todos mandaban en un escenario caótico. […]. Las maestras se habían convertido en la única fuente confiable por conocer al alumnado, estaban encargadas de identificar a los pequeños fallecidos ante el Ministerio Público y tenían la información. […]. Así terminó el martes, con aquella información que el miércoles a media mañana cambiaba. Ya nadie hablaba de los 30 niños y ochos adultos atrapados, ni de Víctor. Desaparecieron. A partir de ese momento todos los medios, […]. centraron la información en una niña sobreviviente bajo las losas, que intentaban rescatar. […]. Y a partir de ese momento, hubo quienes en las redes cargaron contra mis compañeros Carlos Loret, Denise Maerker y Danielle Dithurbide, el que esto escribe y, por supuesto, Televisa, cuando la historia fue de todos, absolutamente de todos y por nadie desmentida hasta la declaración del almirante. Debo decir que periodísticamente se cumplieron los códigos y protocolos, las fuentes oficiales y testimoniales, que siempre se actuó de buena fe, nadie tenía por qué inventar un mito, escribió Raúl Trejo Delarbre […] y confirmó que las informaciones que circularon provenían tanto de fuentes oficiales como informales: funcionarios de Marina y Educación Pública y rescatistas, como lo ratificaron anoche el almirante José Luis Vergara y el mismo subsecretario Sarmiento, quien se disculpó por una equivocación al haber dicho por la tarde que la Marina no contaba con los detalles de una supuesta menor sobreviviente. […]. Y otra cosa: ¿por qué si en la escuela Rébsamen estuvieron todos los medios y aun los que informaron a distancia, ninguno trajo otra versión o la desmintió en su momento y ahora algunos de ellos juzgan como si hubieran sido ajenos?”.

En El Universal, su columna de trascendidos Bajo Reserva, asegura que: “las contradicciones de dos de los más altos mandos de la Marina causó una confusión que acabó involucrando a la Armada de México, que realiza heroicos esfuerzos de apoyo a los ciudadanos afectados por el terremoto del 19-S. Luego de que el martes el país se mantuvo en vilo, a la espera de ver salir de los escombros de la escuela Rébsamen a una niña que el propio oficial mayor de la Marina, el almirante José Luis Vergara, aseguró que se encontraba con vida, el miércoles, nada menos que el subsecretario de la Secretaría de Marina, el almirante Ángel Enrique Sarmiento Beltrán, dijo que la Marina ‘nunca’ tuvo información sobre el caso de la niña que, se aseguraba, tenía el nombre de ‘Frida’. El número dos de la Armada, salió a desmentir al número tres. Horas más tarde, el subsecretario tuvo que admitir que mintió, que la información de la niña sí fue proporcionada por la Marina y ofreció una disculpa a todos los mexicanos. Ante las circunstancias del rescate, todo el mundo hubiera entendido un error, pero negar lo que se dijo causó un daño innecesario que la Armada no merece”.

País que tiembla
En el Reforma, el analista y periodista Sergio Sarmiento, escribe sobre algunas historias de personas rescatadas y que ahora se recuperan en hospitales, también de casos en los que desgraciadamente no pudo haber personas que resultaran con vida, y resalta la impresionante cifra de rescatados, esto comparado con la cantidad de personas fallecidas a causa del temblor, y más considerando que México es un país en el que siempre tiembla, a veces más intensas que otras, pero siempre hay movimiento, y escribe que: “hasta ayer al mediodía habían sido rescatadas 53 personas de edificios derrumbados en el sismo del pasado 19 de septiembre. Ésta es la mayor historia de esperanza que nos ha dejado la tragedia. […]. Ante estos rescates reales, la información mediática se centró en el intento de rescate de una niña, Frida Sofía, que nunca existió. La Secretaría de Marina señaló ayer que en el colegio Enrique Rébsamen fueron rescatados 11 niños con vida y 19 fallecidos, además de seis adultos. […]. Algunas de las historias de los verdaderos rescatados son dramáticas. En el Hospital General Balbuena se encontraba ayer un hombre que, al no encontrar otra ruta de escape del edificio en que se encontraba, se arrojó desde un cuarto piso. […]. En la calle de Amsterdam, en la colonia Hipódromo, en donde escribo este artículo, un edificio cercano se desplomó. Otros más están severamente dañados. El subsuelo es acuoso y poco firme. Es parte de lo que fue la laguna del Anáhuac. Ha sido siempre una de las zonas más afectadas por los terremotos. […]. Carmen, compañera de tantos años, intenta rescatar lo que puede de un apartamento severamente dañado. Ahí están, rotos, los jarrones que venían desde la bisabuela, los libros, los muebles, todos tirados y llenos de polvo. El apartamento parece haber sufrido un bombardeo. […]. ¿Estamos mejor preparados que antes? Supongo que sí. Visito el C5, el nuevo centro de comando y control de la Ciudad de México, donde se concentran las imágenes de 20 mil cámaras urbanas. Hay equipo de comunicación de todo tipo, incluso de radio de banda civil, que sirvió hace unos días para establecer los primeros contactos con Juchitán, Oaxaca, tras el terremoto del 7 de septiembre que cortó todas las demás comunicaciones. En el C5 está también el centro de llamadas del 911, que recibe constantes reportes de urgencias que de inmediato se registran en mapas digitales. […]. Mientras escribo este artículo me asedian los recuerdos. Ahí están las imágenes de la tragedia del 85, que viví en esta misma Amsterdam, a un lado de la calle de Laredo. Quizá entonces la destrucción fue mayor. Algo hemos aprendido. Pero la tierra nos sigue recordando que vivimos en la confluencia de varias placas tectónicas. México es un país que tiembla”.

Mexicanos
En el Excélsior, la periodista Yuriria Sierra, habla sobre la solidaridad del pueblo mexicano que se ha visto reflejada en las calles, en los puntos donde más falta hacen, la manera de organización que hay en estos momentos es de para sorprenderse y sentirse orgullosos, pero no por eso habrá que bajar los brazos, pues la ayuda va a hacer falta durante muchos días, y más porque están por cumplirse las 72 horas de protocolo internacional para el rescate y búsqueda de desaparecidos, y nos cuenta que: “han pasado más de 60 horas del sismo. Ha sido una de las jornadas más largas que me ha tocado vivir. También una de las más inagotables. Porque sin importar la lluvia, las horas sin dormir, sin comer, las manos de los mexicanos no se han quedado quietas. Levantan escombros, los mueven. Levantan su mano para pedir silencio. Transportan comida, insumos, herramienta. Llevan cobijas, linternas. Ofrecen agua y alimento. […]. La desgracia siempre nos trae lecciones. De ellas ya habrá tiempo de reflexión. Porque ahora lo que se ve en las calles, lo que se lee en las redes, lo que me ha tocado informar, ha sido la respuesta de un pueblo que se ayuda, que se ha descubierto nuevas empatías. Nos vemos ahora como esos mexicanos que estrechan su mano, algunos por primera vez, y no vuelven a soltarse. No es la primera vez. Ni tampoco es un autocumplido. La prensa internacional destaca la solidaridad de los mexicanos como una de las más importantes cualidades de un pueblo como el nuestro. Basta abrir cualquier diario para reconocernos ahí, en cada una de esas manos e historias. Somos éso. Los que han aprovechado su tiempo libre para acudir a las brigadas. Los que se han organizado para dirigirlas. Los que han hecho a un lado sus paseos en bici y han convertido a la bici en el medio para llevar víveres, palas, picos y medicina. Los que han abierto las puertas de sus casas para el descanso de los voluntarios. […]. Ahí debemos de reconocernos. En los rostros de los miles que hoy se sonríen cuando antes jamás habrían esperado coincidir. En las miradas que hoy se cruzan para generar esperanza. En las manos que hoy se estrechan para transmitir fuerza. […]. Yo creo que hoy todos los mexicanos estamos haciendo lo mejor que podemos. Que es mucho. Que es tanto, aunque a veces parezca poco y se nos desgarre el corazón ante las desgracias. Pero no nos regateemos también eso. Abracémonos y sigamos en ello. Que estas horas son cruciales”.

La réplica silenciosa
En Milenio, el periodista Carlos Puig, escribe que: “como lo decía ayer Héctor Aguilar Camín, hemos conversado en estos días aciagos sobre una característica del temblor del martes para la que no tenemos claro que estemos preparados. Una mejor cultura de la prevención, la alarma, renovados códigos de construcción, el menor número de edificios colapsados y la hora en que tembló, que algo tuvo que ver, ayudó a que el número de muertos no tenga nada que ver con lo vivido en 1985. […]. Hoy, muchos tenemos familiares o amigos que están durmiendo en casa. Creíamos ayer que sería temporal. Pero poco a poco, ya sean elementos de Protección Civil o ingenieros certificados particulares han ido revisando edificios y casas. Lo que uno escucha cuando reportea no es muy alentador. Edificios a los que no hay manera de regresar serán demolidos. Edificios que deben esperar a saber qué pasa con la edificación vecina para saber si no se lo “llevará” cuando se caiga o sea demolida. […]. Todo indica que tendremos algún tipo de crisis de vivienda. Y tal vez, una de seguros y de financiamiento. Las hipotecas tienen seguros, pero contra el saldo de la hipoteca para ser pagado al banco. ¿Cuántos edificios que resultarán inhabitables tienen seguro contra sismos? ¿Cuántos tienen seguros contra daños que cubran las inversiones que se tendrán que hacer para reparar lo reparable? ¿Quién paga las demoliciones? ¿Cuáles son las reglas de esas demoliciones? ¿Qué hacemos con aquellos cuyo departamento era su único patrimonio y lo perdieron? […]. ¿Quién se hace cargo de eso? Cuando termine la emergencia y empiece la crisis”.

El tiempo se agota
A pesar del arduo trabajo y los esfuerzos de miles de personas, entre expertos y voluntarios, el tiempo para poder rescatar gente de entre los escombros con vida está terminándose, ya que de acuerdo a expertos, el cuerpo humano puede resistir hasta 72 horas en condiciones extremas, las cuales se cumplen este martes para todos los que todavía se encuentran lamentablemente entre los escombros, y hoy en El Universal, el periodista José Cárdenas, escribe que: “la esperanza muere al último… El tiempo juega en contra de los atrapados bajo los escombros. La espera desborda incertidumbre. Hay quien cree en los milagros, sí, pero según la experiencia médica, el aguante del cuerpo humano en situaciones extremas es de 72 horas, porque los escombros provocan el aplastamiento de órganos, lo que puede causar que se lastimen más rápidamente, se destruyan y, finalmente, sobrevenga la muerte. Los tres días vitales se cumplen este viernes, […]. ¿La luz de cuántas vidas extinguirá antes de que acabe de soplar la muerte? […]. El número de víctimas no sólo quedará en la cifra de muertos y heridos; el luto viene acompañado de la desolación de quienes lo perdieron todo. Apremiado por la emergencia, se ha iniciado el censo de los 40 edificios derrumbados y entre 200 y 500 que amenazan con caer en pedazos en la Ciudad de México y las comunidades morelenses y poblanas, tocadas de muerte por el terremoto del martes; los daños van más allá de lo evidente. […]. Debajo de escombros y daños irreversibles surgen historias patéticas. Personas durmiendo en la calle; familias enteras pidiendo posada a los seres queridos; miles de capitalinos que se niegan a abandonar casas y departamentos que significan todo su patrimonio. Hay demasiadas preguntas… ¿Cuántas construcciones quedaron inservibles? ¿Cuántas familias perdieron su hogar? […]. ¿Cuántos estarán en condiciones de adquirir una vivienda nueva? En la capital del país aun se observan las cicatrices de los sismos de 1985; asentamientos irregulares, predios invadidos e inmuebles precarios, construidos para albergar a los afectados de hace tres décadas. Esta vez, también podemos esperar algo parecido. Las profundas heridas del martes pasado no cicatrizarán mañana; tardarán lustros en sanar y, aun así, las huellas del desastre quedarán indelebles en la piel de la Ciudad de México y el resto de las comunidades afectadas en Morelos, Puebla, el Estado de México y Guerrero, sin olvidar al Istmo de Oaxaca y los 82 municipios afectados en Chiapas por el terremoto del 7 de septiembre. El Presidente de la República ha anunciado que habrá ajustes presupuestales para el año entrante; una buena partida será canalizada al apoyo social y la reconstrucción urbana, sin embargo, nunca habrá dinero suficiente para atender los efectos de la catástrofe”.

Unión
En el Excélsior, su columna de trascendidos, Frentes Políticos, asegura que: “La solidaridad de miles de jóvenes estudiantes en respuesta a la emergencia por el sismo del pasado 19 de septiembre no tiene parangón. Instituciones como la UNAM y el TEC de Monterrey trabajan cada día en sus aulas formando profesionales que pondrán muy en alto el nombre de México. Hoy lo hacen con sus manos, palas y picos, es por eso que los estudiantes mexicanos sienten pesar por la pérdida de integrantes de la comunidad del Campus Ciudad de México de la institución regia y, ante ello, se hermanan una vez más. En llamada telefónica con Salvador Alva, el doctor Enrique Graue manifestó el apoyo de los universitarios ante la irreparable situación. Reconocimiento para ellos”.

Temblor, ciudadanos y partidocracia
Ante los recientes desastres naturales que han golpeado en distintos puntos del territorio mexicano, la sociedad civil ha mostrado molestia ante la gran cantidad de dinero del que disponen los partidos políticos, por lo que en últimos días han comenzado a hacer la exigencia para que el dinero destinado a los partidos pueda ser canalizado para la reconstrucción de las zonas afectadas, y hoy en el Excélsior, su director, el periodista Pascal Beltrán del Río, escribe que: “la organización espontánea de la ciudadanía que se dio en torno de los sismos de 1985 fue el principio del fin de la hegemonía del Partido Revolucionario Institucional. A partir de 1986, el entonces partido de Estado comenzó a enfrentar comicios cada vez más competidos. […]. No cabe duda de que aquel declive comenzó a raíz del pasmo del gobierno federal en 1985 […],lo que dio origen a una confluencia de los ciudadanos para hacer frente a los daños provocados por los sismos. Hoy han pasado apenas tres días desde el temblor del martes 19 de septiembre y aún es temprano para sacar conclusiones sobre los efectos que la organización ciudadana, que ha vuelto a aparecer, tendrá sobre el escenario político. Sin embargo, sí veo algunas señales de lo que podría pasar. Entre ellas, una creciente irritación que se expresa en la sociedad contra la partidocracia. […]. A principios de septiembre convergieron dos noticias: la publicación del costo que tendrán las elecciones de 2018 y el sismo del 7 de septiembre que causó graves daños en Oaxaca y Chiapas. La molestia con la cantidad de dinero que se destinará a la organización de las elecciones federales (18 mil millones) y lo que gastarán los partidos en las campañas federales (siete mil millones) encontró una caja de resonancia en la devastación de Juchitán, la ciudad más afectada por aquel terremoto. De forma espontánea, muchos comenzaron a cuestionar en las redes sociales por qué se gastaba tanto dinero en elecciones habiendo tantas necesidades que enfrentar en el sureste. Y lanzaron la propuesta de que le quitaran el dinero al Instituto Nacional Electoral y a los partidos para destinar esa cantidad a paliar los daños. […]. Repentinamente, los partidos buscaron de subirse a la ola de la indignación. Los dirigentes nacionales de Morena, Partido Revolucionario Institucional, Partido Acción Nacional y Partido de la Revolución Democrática recurrieron a las redes sociales para decir que estaban de acuerdo con “destinar” o “donar” una parte de sus prerrogativas para apoyar a los damnificados. […] Ayer por la tarde, el Partido Revolucionario Institucional fue más allá y, en un comunicado, renunció ‘al resto de las prerrogativas que, conforme a la ley, tiene derecho a recibir en 2017’, para que ‘se destinen inmediatamente a la reconstrucción’. […]. Si los partidos de verdad están de acuerdo en que el gasto en elecciones es excesivo, que lo demuestren con una reforma constitucional que cambie la fórmula con que actualmente se asignan las prerrogativas. Los damnificados, y los ciudadanos en general, no necesitan que los partidos les hagan regalos con el dinero que es de ellos, no de los políticos. La clase política integrada en la partidocracia debe leer con cuidado la molestia de los ciudadanos y no subestimarla. […]”.

Damnificados políticos
En el diario Reforma, su columna de trascendidos Templo Mayor, asegura que: “entre los damnificados del sismo hay que incluir a Andrés Manuel López Obrador, pues ya no podrá contar con Marcelo Ebrard. La razón salta a la vista como la falla estructural descubierta en la Línea 12 del Metro. Se decía que era cosa de días para que se sumara de lleno al tabasqueño en su tercer intento por llegar a Los Pinos. Inclusive se dijo que sería el cerebro de su estrategia en materia de seguridad y, en una de ésas, hasta coordinador de campaña. Pero para nadie es un misterio que el ex mandatario salió volando a París cuando el gobierno de Miguel Ángel Mancera tuvo que enfrentar los desperfectos […] de la mayor obra pública ebrardista. Y ahora con el cierre de una parte de la Línea 12, al parecer ya se le fue el tren”.

Donaciones partidistas
En Milenio, su columna de trascendidos Trascendió, asegura que: “Que la decisión priista de renunciar a 258 millones de pesos de su financiamiento de 2017 para aportarlos a los damnificados por los sismos fue consultada y consensuada por el dirigente nacional del partido, Enrique Ochoa, con los coordinadores parlamentarios del tricolor en el Congreso, César Camacho y Emilio Gamboa, así como gobernadores, alcaldes, líderes de sectores y organizaciones. El PRI puso ya a disposición del gobierno federal sus prerrogativas correspondientes al último trimestre de este año, con la petición expresa de destinarlos a la población afectada por los terremotos de los días 7 y 19 de septiembre en Oaxaca, Chiapas, México, Guerrero, Morelos, Puebla, Tlaxcala y Ciudad de México. Por lo pronto, Lorenzo Córdova, presidente del INE, dijo que sí hay elementos jurídicos para que esa posibilidad prospere. A ver”.

 

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