El Buena Vista Social Club dice adiós en el Auditorio

25/01/2015 - 12:05 am
Llega la Orquesta Buena Vista Social Club a decir adiós el 4 de febrero en el Auditorio Nacional. Foto: OCESA
Llega la Orquesta Buena Vista Social Club a decir adiós el 4 de febrero en el Auditorio Nacional. Foto: OCESA

Ella, la princesa del Buena Vista Social Club, no quiere escuchar la palabra despedida. Omara Portuondo, la única que puede cantar “Lágrimas negras” y llevarnos al borde del abismo emocional sin ticket de regreso, tiene algo de razón. Qué triste es el adiós.

Rubén González. Cachaíto López. Compay Segundo. Ibrahim Ferrer.

Los que ya no están.

Barbarito Torres. Elíades Ochoa. Ella, Omara.

Los que todavía dan batalla al frente de un proyecto que a fines de milenio cambió la música del mundo para siempre, gracias entre otras cosas al interés activo del guitarrista estadounidense Ry Cooder, quien produjo e interpretó un disco proverbial, el del Buena Vista Social Club. En 1998. El que tenía aquel tema “Chan Chan”. Escuchemos:

Antes del proyecto de Cooder existía desde hacía cierto tiempo el del español Santiago Auserón, fundador de Radio Futura, a quien podría considerarse con toda justicia el verdadero pionero en el descubrimiento e intercambio con los músicos de la vieja guardia cubana.

Fue el artista conocido también como Juan Perro, el timonel del proyecto de 1984 Semilla del Son, integrado por cinco álbumes y artistas como Celeste Mendoza, Los Muñequitos de Matanzas, Faustino Oramas el Guayabero, los Naranjos de Cienfuegos, el Septeto Spirituano y Compay Segundo. Santiago produjo, además, la Antología de Francisco Repilado, Compay Segundo, en 1996.

Sin embargo, no fue hasta 1998, cuando saliera el disco de Cooder, el recordado guitarrista de Paris Texas, la emblemática película del alemán Wim Wenders, que el fenómeno se convirtió en global y diera origen a un verdadero huracán de documentales (uno de ellos a cargo del citado Wenders) y numerosas giras por el mundo por parte de artistas casi centenarios.

Omara Portuondo, la princesa del Buena Vista. Nadie como ella para cantar "Lágrimas negras". Foto: OCESA
Omara Portuondo, la princesa del Buena Vista. Nadie como ella para cantar “Lágrimas negras”. Foto: OCESA

Hay una cosa que une a los discos que recordamos en este reportaje y es su alcance global, como si en sus últimos suspiros el siglo XX hubiera querido concretar el sueño de una humanidad ligada por el lazo de la música, ilusión creada más bien por los poderosos medios de comunicación que priman hoy, pero a la que nos gusta imaginar fruto de una pulsión poética y espiritual de dimensiones planetarias.

Buena Vista Social Club es reflejo de ese canal de encuentro sensible capaz de hacer bailar con el famoso “Chan Chan” a una señora rubia en California, un enamorado en el País Vasco, una muchacha feliz en México.

El álbum fue grabado en Cuba y bautizado en honor al club social del barrio Buena Vista de la Habana y hasta hoy ha vendido más de ocho millones de copias en el mundo.

UN SHOW DE DESPEDIDA

Ahora llegó el tiempo de descansar y de girar por el planeta diciendo adiós. En ese sentido, es dable esperar un nuevo y buen show de la Orquesta Buena Vista Social Club, que en nombre de la música cubana –una de las más ricas e intensas del mundo- interpreta magistralmente un gran abanico de géneros y ritmos, que van del son, guajiras, danzones, boleros, cha-cha-cha y rumbas.

Barbarito Torres, el astro cubano del laúd. Foto: OCESA
Barbarito Torres, el astro cubano del laúd. Foto: OCESA

La cita es en el Auditorio Nacional, el próximo 4 de febrero, donde además de tocar gran parte de sus clásicos, también el público tendrá la oportunidad de escuchar algunos temas inéditos así como versiones de populares canciones cubanas.

Para esta gran gala, la Orquesta Buena Vista Social Club estará bajo la dirección musical de Jesús “Aguaje” Ramos, líder de la banda y trombonista y contará con las leyendas vivientes como la diva del son, Omara Portuondo (voz), el maestro Guajiro Mirabal (trompeta) y el virtuoso Barbarito Torres (laúd).

Ellos estarán acompañados por algunos de los músicos que a lo largo de los años se han unido al proyecto como el veterano maestro del tres Papi Oviedo, el excelso pianista Rolando Luna, así como una excelente sección rítmica compuesta por Pedro Pablo (contrabajo), Andrés Coayo (congas), Filiberto Sánchez (timbales) y Alberto “La Noche” (bongos).

También estarán arropados con un experimentado conjunto de trompetas de tres hombres liderados por la alta nota especialista de Luis Allemany y el célebre sonero Carlos Calunga e Idania Valdéz.

El “Adiós Tour” es una síntesis de más de mil conciertos que han involucrado a más de 40 músicos en los últimos 16 años. Durante este tiempo, el grupo se ha convertido en una dinámica y multi-generacional big band, donde los veteranos y los más jóvenes se han unido para celebrar con gran elegancia la tradición cubana.

La trompeta increíble de Guajiro Mirabal. Foto: OCESA
La trompeta increíble de Guajiro Mirabal. Foto: OCESA

“Queremos que nuestra música perdure en el tiempo y que sigamos encantando al mundo; esto es lo que hemos conseguido con nuestros conciertos. Ha sido una parte increíble de mi vida y de mi carrera”, dice Omara Portuondo.

En entrevista con SinEmbargo, el director de la orquesta, Jesús “Aguaje” Ramos, refrenda las palabras de la Diva del Son.

–¿Podríamos estar hablando de una nueva etapa en la Orquesta Buena Vista Social Club, a pesar de que es la despedida?

–Bueno, hay nuevos intérpretes, nuevos músicos, producto del transcurrir de la vida, del paso de los años, pero hemos tratado de no contaminar la esencia que nos dejaron Rubén González, “Cachaíto López”, Ibrahim Ferrer…Que la música sea como ellos la concibieron, el chan chan como tal, el bolero como tal, el danzón lo más fiel posible, etcétera.

–¡Y Compay Segundo!

–Por supuesto, sin olvidarme de Compay Segundo, ese astro de la música cubana.

–Entonces, esta es nomás la gira de la despedida

–Bueno, comenzamos la gira del adiós el año pasado y el último concierto si Dios quiere será en 2016, aquí, en La Habana.

Jesús Aguaje Torres, el director de la orquesta. Foto: OCESA
Jesús Aguaje Torres, el director de la orquesta. Foto: OCESA

–Cuando Omara estuvo en México hace poco se mostró un poco reticente a esta gira del adiós…

–Sigue reticente. Ella no quiere saber nada de despedidas. Ella quiere seguir haciendo música y música hasta que Dios quiera.

–Cuba, México y Brasil son países fundamentales para la música del continente…

–Bueno, son tres potencias musicales. Y a nuestras generaciones tocó defender las raíces. En el caso de Cuba, el danzón y el cha cha chá; en el de México, las rancheras y los corridos y en el de Brasil, la bossa nova.

–¿Cuál va a ser el repertorio en el Auditorio Nacional?

–Bueno, no podemos dejar de hacer temas como “Dos gardenias”, “El cuarto de Tula”, “Chan chan”, pero también haremos unas cuantas piezas inéditas del cancionero tradicional cubano. Son temas que se habían grabado y guardado para un disco futuro y que sacamos ahora para los shows del adiós. Hay temas como “Macusa”…

–Que grabó Compay en el disco de dúos…

–Efectivamente, lo grabó con Eliades Ochoa y Pablo Milanés…

–¿Qué han sabido de Ry Cooder?

–Bueno, cada vez que vamos a los Estados Unidos, él nos visita, viene a los conciertos. Nos queremos mucho. Vamos a ver si se anima a hacer algo con las nuevas generaciones de músicos cubanos.

 

Mónica Maristain
Es editora, periodista y escritora. Nació en Argentina y desde el 2000 reside en México. Ha escrito para distintos medios nacionales e internacionales, entre ellos la revista Playboy, de la que fue editora en jefe para Latinoamérica. Actualmente es editora de Cultura y Espectáculos en SinEmbargo.mx. Tiene 12 libros publicados.
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