Artes de México y Villahermosa

Recuerdos a flor de piel: un viaje a través de Villahermosa, Tabasco

02/02/2025 - 6:30 am
Artes de México y Villahermosa

El número dedicado a Villahermosa es una invitación para descubrir su arte y cultura, sus manjares culinarios y dejarse llevar por esta bella ciudad de Tabasco. 

Por Itzel Mayans Hermida

Ciudad de México, 2 de febrero (SinEmbargo).- El número de la ciudad de Villahermosa me remonta a mi niñez, y como dice Álvaro Ruiz Abreu en su contribución: Villahermosa como un sueño, sobre la hoja con la que mis abuelas y mi mamá han cocinado desde entonces: conocido localmente como momo (aculla u hoja santa), y cito: “olerla es recordar la palmera que nos vio en la infancia, los nortes que pasaron sobre nuestras miradas impávidas; es volver a ser la criatura que vive bajo el imperio de los moscos y los sapos, las pozas y los manglares. Más que una hoja deliciosa, es un sentimiento”.

Así, mi experiencia, como la de Proust en Por el camino de Swann, cuando al probar la madalena se remonta a la provincia de Combray y a sus primeros años de vida, hojear este número y ver las fotografías, leer algunos nombres de la historia local, rememorar el sabor del tamal de chipilín y los chanchamitos y recordar la sensación de pasear por el parque-museo La Venta o el parque Tomás Garrido Canabal, al tiempo de experimentar la ropa pegajosa por el sudor o comezón al haber sido picada por mosquitos.

Este número evoca muchos recuerdos de mi infancia. Y, si está en lo cierto el psicoanalista Boris Cyrulnik en relación con que “la infancia es destino” mi infancia en Villahermosa me ha acompañado, inexorablemente, a todos lados desde entonces.

Artes de México, interiores
Interiores. Villahermosa, Tabasco, páginas 22 y 23. Artes de México, 2024.

Este número de Artes de México constituye un clavado a la historia, al arte y la cultura villahermosinas, caracterizadas por una voluptuosidad ante la cual una no puede permanecer indiferente. Es también una invitación a visitarla, a agasajarse con sus manjares culinarios, a caminar por la Zona Luz y observar detenidamente las casas viejas y su estilo arquitectónico típico del sureste, con sus grandes ventanales y techos altos para permitir que el aire del fresco de la tarde circule por todos los rincones de los hogares.

El recorrido por el parque-museo La Venta también es obligatorio, así como una caminata a lo largo de la laguna de las ilusiones a través del parque Tomás Garrido Canabal.

En un tiempo en que es de suma importancia repensar los significados sobre nociones tales como las de la igualdad, la libertad de pensamiento sobre la distinción entre problemas públicos y privados o de convicción personal, regresar a Garrido Canabal y revisar las implicaciones de su pensamiento, me parece una tarea importante en el contexto mexicano.

Algunas de las preguntas que guían mi interés en el pensamiento de Canabal, político tabasqueño, son: ¿Por qué importa, por ejemplo, distinguir entre datos o hechos y opiniones? ¿Cuál es la relación entre el legado del Tabasco rojo y los modelos de laicidad de los que disfrutamos actualmente? ¿Cuál es, finalmente, la contribución de dicho periodo a la historia de Tabasco y a nuestra concepción actual de la democracia?

Artes de México, Villahermosa,
Interiores. Villahermosa, Tabasco, páginas 54 y 55. Artes de México. 2024

Mi apreciación es que la educación socialista impulsada durante el periodo de su gubernatura fue importante, a pesar de los excesos del racionalismo, para distinguir precisamente entre hechos y creencias de fe.

El racionalismo con antecedentes en Auguste Comte y en la Ilustración, buscaba que las y los estudiantes comprendiesen el tipo de cosas (la naturaleza, por ejemplo) sobre las cuales se puede generar un conocimiento confiable aplicando, para ello, un método apropiado. De igual manera, a pesar de los excesos de la época y la prevalencia de lo que Fabiola Rivera denomina el modelo de laicidad antirreligiosa ilustrada y jacobina como la adjetiva Carlos Martínez Assad, ella generó una necesaria distinción no solamente entre creencias religiosas y conocimiento (el cuál por definición goza de carácter “público”), sino también entre Estado e Iglesia, con antecedentes en las Leyes de Reforma de Benito Juárez promulgadas en 1859 y la Ley de libertad de cultos de 18609, con la cuál, la libertad de creencias quedó finalmente garantizada constitucionalmente en todo el territorio nacional.

A partir de la separación Estado-Iglesia, el protagonismo del sureste fue de mucha trascendencia, con la presencia destacada de Veracruz con Adalberto Tejeda, Yucatán con Felipe Carrillo Puerto y Tabasco con Tomás Garrido Canabal (cabe mencionar que, décadas atrás, la ciudad que entonces se llamaba San Juan Bautista fue un baluarte de la defensa de la república, cuando el coronel Gregorio Méndez Magaña encabezó la lucha contra el imperio de Maximiliano y la intervención francesa).

Tabasco, Villahermosa. Artes de México
Interiores. Villahermosa, Tabasco, páginas 10 y 11. Artes de México, 2024.

Ahora bien, con relación a la respuesta a la última pregunta planteada más arriba (es decir, ¿cuál es, finalmente, la contribución de dicho periodo de la historia de Tabasco a nuestra concepción actual de la democracia?), mi hipótesis es que sería impensable entender a la democracia como soberanía popular, la cual goza de una lógica independiente a la religiosa, como menciona Roberto Blancarte, si la voluntad popular continuase sometida a una religión y la capacidad de reflexión crítica y ciudadana, dependiente del designio de una sola autoridad (en este caso, religiosa). Por ello, también considero que el Tabasco rojo ha contribuido a forjar un sentido de soberanía secular, necesario para garantizar la libertad de pensamiento, la cual enfrenta ahora nuevos embates.

Finalmente, también considero que las ferias regionales y las exposiciones de productos locales, inauguradas en el mismo periodo, contribuyeron decididamente a generar un sentido de identidad y pertenencia importantes. Dichas ferias, en donde se exponían cada uno de los productos regionales y en las que se convocaba a la asistencia y participación popular, eran propicias para fomentar el sentido de la solidaridad, pertenencia y cooperación que deben prevalecer socialmente.

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