Alejarse de la vida ajetreada y conectar con la naturaleza, eso se encuentra en este proyecto familiar, un buen pretexto para conocer una bella zona de Costa Rica.
Ciudad de México, 21 de junio (SinEmbargo).- Costa Rica es un paraíso con una gran biodiversidad que cuenta con proyectos que buscan cuidar de esta. En la parte del Golfo Dulce se encuentra Dolphin Quest que busca acercar a las personas a la naturaleza y conectarlos con ella, además de conocer la fuente de varios de los alimentos.
"Es un proyecto familiar que empezó mi padre en 1988 con el sueño de preservar, conservar la naturaleza y crear un destino para que la gente pueda venir y compartir, desarrollar una relación más fuerte con la naturaleza y la comida, la fuente de la comida, la que estamos consumiendo y tener una relación más cercana con la nutrición y el bienestar", compartió en entrevista Reymar Klochko.
Dolphin Quest se encuentra en la jungla de Costa Rica, por lo que brinda un acercamiento autentico a caminos que pocos transitan, a vivir una aventura lo más natural, a degustar lo más orgánico posible, a conocer sus huertos y disfrutar de delicioso platillos.
Una experiencia personalizada
Reymar explicó que les guata ofrecer experiencias más personales y planear las actividades que las personas deseen para su visita, ellos cuentan con hospedaje que permite desconectarse del ajetreo del mundo: bungalow construidos con madera que cuenta con un espacio como sala de estar, cocineta, habitación y por supuesto electricidad que generan con celdas solares.
En la propiedad cuentan con huertos entre los que se encuentran siembras de chiles, piñas, vainilla y otras, que crean dan como resultado una experiencia gastronómica lo más natural.
"Tenemos mucha comida que cultivamos acá mismo en la finca, gran parte de lo que queremos ofrecer es que la gente pueda comer comida orgánica, saludable, que sea directamente desde la huerta hacia la mesa", contó Reymar.
Para personalizar la experiencia, platican con los huéspedes, es importante saber si es una familia, qué intenciones tienen, si desean concentrarse en actividades en el mar o en la tierra.
"Tenemos una variedad grandísima de actividades tanto como senderismo, talleres de cocina, talleres de cómo cultivar, cómo apiar las frutas y procesarlas, hacemos tours de ballenas y delfines, snorkeling, pesca y kayak en el manglar, igual surf, un poco de todo con esa idea de que la gente desarrolle esa conexión con la naturaleza", apuntó.
Una pasión
Uno de los retos, que sin embargo también es una fortaleza, es lo alejado que está. "[Un reto es] creo un poco es lo remoto que está. Y a saber que es una bendición que tenemos de poder vivir en un lugar tan alejado de muchas las cosas de la civilización normal. La conveniencia no existe acá. Todo es difícil, traer todos los materiales, la gente, coordinar toda la logística".
"Lo hacemos con amor porque es nuestra pasión y nos encanta esta vida y creemos que a la gente también les gusta desconectarse un poco de la vida cotidiana y poder tener cosas básicas, sencillas como electricidad, agua, camita y todo en un lugar tan remoto donde no hay servicios del estado, es simplemente todo es autosostenible, todo es con electricidad solar, la comida de acá, entonces es un reto, pero también es parte de la pasión y el porqué hacemos las cosas", destacó Reymar.
