“Nunca me atreví siquiera a fantasearlo”: Javier Garciadiego ingresa al Colegio Nacional

05/03/2016 - 12:01 am
Javier Garciadiego, flamante miembro del Colegio Nacional. Foto: Especial
Javier Garciadiego, flamante miembro del Colegio Nacional. Foto: Especial

El nuevo miembro del Colegio Nacional está convencido de que los historiadores profesionales deben aprovechar las efemérides históricas importantes, al contar con apoyos presupuestales del gobierno o de instituciones educativas, con la fugaz simpatía de los medios de comunicación y con un mayor interés de la sociedad mexicana, que es finalmente a la que deben sus esfuerzos.

por Alicia Sandoval

Ciudad de México, 5 de marzo (SinEmbargo).- El historiador Javier Garciadiego nunca soñó con ingresar a El Colegio Nacional. “Nunca me atreví siquiera a fantasearlo”, afirmó después de dar su discurso inaugural como nuevo miembro de dicha institución.

Garciadiego aseguró que su compromiso estará siempre a la altura del honor de pertenecer al Colegio Nacional y que, como historiador, puede decir que la realidad es siempre mejor que la imaginación.

Entre la música de los Beatles y los Rolling Stones, el influjo del movimiento estudiantil de 1968 en la juventud mexicana y el boom latinoamericano, el joven Garciadiego ingresó a la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM, a principios de los ‘70. Ahí descubrió otro México, abrumado por la corrupción, la desigualdad social, el autoritarismo político y el menosprecio hacia la ley.

“Descubrí mi vocación de historiador en las clases de Gastón García Cantú”, comentó durante su ceremonia de ingreso; “fue la visión romántica de García Cantú la que hizo que me apasionara por la historia del país”.

Posteriormente, Garciadiego dirigió sus pasos hacia el Colegio de México, donde los años como estudiante lo marcarían para siempre: descubrió a Alfonso Reyes como escritor y como creador de instituciones, se hizo un riguroso historiador profesional con González Navarro y Bertha Ulloa.

El interés de vincular el pasado con el presente, de ver al pasado como una explicación y no como una acumulación de datos curiosos, chismes y anécdotas, llevó a Javier Garciadiego a la Universidad de Chicago, donde realizó su segundo doctorado.

Fue alumno de Friedrich Katz, de quien aprendió que la historia se escribe a partir de dos coordenadas (el tiempo y el espacio) y cuatro escenarios (local, regional, nacional e internacional).

Garciadiego, nacido el 5 de septiembre de 1951 en Ciudad de México, destacó la influencia de tres grandes historiadores y admirados maestros en su paso por la UNAM y el COLMEX: Daniel Cosío Villegas, Silvio Zavala y Luis González, ex miembros del Colegio Nacional. “Hoy, la diosa fortuna viene a regalarme un destino inmerecido: ¿cómo explicar que vuelvo a encontrarme con Cosío Villegas, Zavala y Luis González?”, se preguntó el historiador.

Una ceremonia con mucho público refrendó el ingreso del intelectual. Foto: Especial
Una ceremonia con mucho público refrendó el ingreso del intelectual. Foto: Especial

LA REVOLUCIÓN DE 1917

Su discurso inaugural se centró en la realización de la Constitución de 1917, que no puede ser entendida sin conocer el proceso revolucionario que antecedió a su Congreso Constituyente. Javier Garciadiego subrayó que dicho congreso estuvo dominado por miembros de la clase media urbana e implicó una sustitución de protagonistas: los ejércitos revolucionarios que destruyeron el antiguo régimen y los que construyeron el nuevo Estado.

Sobre el oficio del historiador, el intelectual criticó a aquellos colegas que creen que su ideología política está por encima de la realidad histórica: “es un gravísimo y muy peligroso error, lo mismo pienso de quienes creen que su capacidad literaria les permite alterar la realidad pasada”, apuntó el ex presidente del COLMEX, “ajeno a todo determinismo, creo que el futuro es modificable, el pasado no”.

Asimismo, alertó que la historia oficial o gubernamental, el anticuarismo y la nostalgia son amenazas para la disciplina, que debe ser pertinente, rigurosa y sugerente.

El nuevo miembro del Colegio Nacional está convencido de que los historiadores profesionales deben aprovechar las efemérides históricas importantes, al contar con apoyos presupuestales del gobierno o de instituciones educativas, con la fugaz simpatía de los medios de comunicación y con un mayor interés de la sociedad mexicana, que es finalmente a la que deben sus esfuerzos.

“Un ser humano con una adecuada conciencia histórica tiende a ser un mejor ciudadano y la democracia sólo se construye con buenos ciudadanos”, resaltó el historiador, “aquí radica el valor público de la historia”. Javier Garciadiego declaró que está en contra de crear altares patrios pletóricos de santos y beatos cívicos, al mismo tiempo que está en contra de cualquier versión satanizada de la historia de nuestro país.

“Me parece inaceptable malgastar esfuerzos intelectuales y recursos públicos para investigar temas irrelevantes y frívolos”, señaló el experto en historia política e intelectual de México, “la inexplicable invitación que se me hizo para formar parte de esta nobilísima y sabia institución es el mayor estímulo que haya podido recibir para continuar investigando y analizando la historia reciente del país, para seguir difundiendo los resultados obtenidos”.

Javier Garciadiego se comprometió a realizar una primera serie de conferencias en el Colegio Nacional sobre el Congreso Constituyente y la etapa que le siguió; a utilizar la tribuna que utilizaron Silvio Zavala, Luis González, Alfonso Reyes, Cosío Villegas, entre otros, para seguir compartiendo su visión de nuestra historia.

 

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