Como auténticos superhéroes, los llamados “Covidbusters” salen a la ciudad para sanitizar espacios públicos donde se puede albergar el coronavirus. No piden dinero, sólo quieren que la gente siga su ejemplo. Se trata de un grupo de 20 amigos de Tijuana que se conocen desde la primaria y secundaria y decidieron hacer algo para combatir la pandemia de COVID-19.
Por Gerardo Andrade
Tijuana, Baja California, 13 de mayo (Zeta).– A pesar de haber sido portadora asintomática de COVID-19, la doctora Michel Martínez Franco regresó inmediatamente, a su recuperación, para atender pacientes con coronavirus. Es especialista en medicina interna y crítica en el Hospital Ángeles de Tijuana, eminencia que queda confirmada en los múltiples reconocimientos que ha recibido.
“Fui portadora asintomática, estuve aislada también, no desarrollé síntomas, espero que eso me permita ya a mi inmunidad”, expuso Martínez en entrevista con ZETA.
Egresada de la Universidad Autónoma de Baja California (UABC), se encuentra dirigiendo la Carpa COVID del Hospital Ángeles, en la cual se revisa a las personas que sospechan estar infectadas con coronavirus.
Con el apoyo del equipo médico de ese hospital, se logró innovar un sistema de atención por medio de video llamadas y medicamento con las personas que fueron enviadas a sus casas, servicio por el cual ella no cobra, aunque la consulta cuesta mil 500 pesos, dinero que es para el hospital.
La doctora decidió apoyar a su comunidad al ver que el coronavirus es un padecimiento sumamente peligroso, por el hecho de que es nuevo y poco que se sabe de este. “De aquí hacemos una video llamada, si lo ves muy malito en 12 a 24 horas, si el paciente está estable, tómate mañana laboratorio y te haces una video llamada en 72 horas, la mayoría de los pacientes van muy bien”, refirió.
La labor que ha realizado en la Carpa COVID ha llamado la atención tanto del corporativo de Hospital Ángeles como de la comunidad médica, por lo que el proyecto podría crecer en próximos días.
Martínez Franco coincidió con las autoridades en que se viene el momento más crítico de la pandemia en nuestra región, lo cual la motiva a seguir trabajando. Pero el verdadero problema para la especialista, es que mucha gente sigue circulando fuera de sus casas, yendo a reuniones innecesarias, complicando la atención médica para las próximas semanas.
Martínez Franco finalizó reconociendo el trabajo de todos los médicos de la ciudad, principalmente los de instituciones públicas: “Mis compañeros merecen más reconocimiento porque están viendo más sufrimiento, están atendiendo a un número mucho mayor de pacientes, están viendo más muertes”.
COVIDBUSTERS
Como auténticos superhéroes, los llamados “Covidbusters” salen a la ciudad para sanitizar espacios públicos donde se puede albergar el coronavirus. No piden dinero, sólo quieren que la gente siga su ejemplo.
Los Covidbusters son un grupo de 20 amigos de Tijuana que se conocen desde la primaria y secundaria y decidieron hacer algo para combatir la pandemia de COVID-19.
Sergio Carbajal Franchini, un reconocido abogado de la región, contó a ZETA que todo surgió luego que su primo le dijo que estaba preocupado por sus amigos, quienes son médicos y trabajan en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
Entonces que se puso en contacto con sus amigos y decidieron desinfectar los lugares de riesgo; así, abogados, contadores, administradores de empresas, informáticos, médicos, se convirtieron en los Covidbusters, en referencia a la película Ghostbusters (Los Cazafantasmas).
“Cuando mis nietos me digan ‘Oye, abuelo y tú qué hiciste cuando pasó lo del coronavirus’, no les quiero decir ‘nada’, les voy a poder decir salí y ayudé a mi ciudad”, expresó uno de los Covidbusters mientras se preparaba para salir.
A bordo de dos pick-ups, estos héroes salen cada uno con tanques plásticos capaces de guardar mil litros, el 20 por ciento son llenados con cloro y el resto con agua.
Se dedican a sanitizar hospitales, parques, lanzaderas de taxis, unidades del transporte público, patrullas, incluso hay ciudadanos que hacen fila para que también les toque una rociada.
El martes 5 de mayo, los Covidbusters se enfocaron en taxis y calafias del crucero de la “5 y 10”, así como las patrullas de la Policía Municipal de la Estación “Margarito Saldaña”, entre otros puntos de esa zona.
Carbajal Franchini reiteró que no reciben dinero, la intención es que la gente siga el ejemplo de los Covidbusters: “Nosotros estamos buscando que se replique esta acción, nos han hablado de privadas de casas y nos dicen ‘Oye, cuánto nos cobran por venir…’, no, la idea es que se junten ustedes y empiecen a replicarlo”.
Hasta el momento los Covidbusters han invertido de sus propios recursos alrededor de 10 mil dólares en la compra del equipo, y aunque no aceptan dinero, la donación de equipo es bienvenida. Se les puede contactar por medio de su página en Facebook.com/Covid Busters TJ.
PURA SANGRE
A raíz de la pandemia originada por el coronavirus, la gente dejó de donar sangre por temor a ser contagiada, situación que estaba poniendo en riesgo la vida de miles de personas, sin embargo, la solución llegó gracias a un camión.
Javier Usel, administrador de la iglesia La Roca, describió que al ver la problemática que estaba generando la COVID-19, impactando de manera fuerte en Tijuana, la congregación comenzó a buscar la manera de ayudar.
Compraron una unidad móvil en Estados Unidos que servirá para la atención médica, sin saber que esa estación ya estaba acondicionada para la donación de sangre.
Al contar con la unidad, los encargados de La Roca se pusieron en contacto con la Secretaria de Salud del Estado para ponerla a su disposición e inmediatamente reconocieron que sería de mucha utilidad como nuevo Banco de Sangre.
“En estos momentos la gente no quiere acercarse a los hospitales donde tienen los bancos de sangre, sus niveles de plasma se redujeron hasta un 20 por ciento”, dijo el administrador de La Roca.
Se acordó que el Banco de Sangre móvil permaneciera fijo en el estacionamiento de la iglesia La Roca, ubicada sobre Bulevar Sánchez Taboada, Zona Rio, a espaldas del restaurante Taikishi Río y Salón Voga.
Todo el personal que se encontraba operando en el Banco de Sangre del Hospital General se mudó a la unidad móvil y, desde el 27 de abril, comenzó a operar de manera oficial.
El personal médico informó que gracias a la difusión a través de redes sociales, la gente conoció sobre el banco móvil y comenzó a donar; al día llegan alrededor de 37 personas.
El Banco de Sangre del Hospital General suministra a hospitales de Playas de Rosarito, Tecate, Ensenada, así como a niños con padecimientos como cáncer.
“La gente está viniendo porque quieren ayudar, porque anteriormente la gente solamente venía porque algún familiar iba ser operado, pero ahorita estamos viendo un gran cambio”, reconoció uno de los operadores del Banco de Sangre.
En promedio, de cada tres personas que quieren donar, solamente una es apta para hacerlo, por lo que nunca será suficiente la participación de la comunidad.
“Yo me enteré por las redes sociales, en Facebook y me pareció bueno venir a donar, ya había donado hace dos meses por un compañero, pues ahorita nos debemos unir todos”, dijo a ZETA el donador Roberto Martínez.
PARA EVITAR LA DESESPERACIÓN
Con la intención de evitar que la comunidad se desespere por los estragos que podría provocar el coronavirus, Fundación Simnsa se ha enfocado en regalar miles de despensas e insumos médicos a los hospitales.
Carolina Chávez, directora de la fundación con once años apoyando a las comunidades más necesitadas de Tijuana y de Baja California, explicó que con la pandemia de la COVID-19 se empezaron a ver problemas que necesitan atención. Uno es que muchas familias necesitan ayuda porque han dejado de recibir dinero debido a la escasez de trabajo. También muchas personas no pueden salir de sus hogares y por eso es importante llevar despensas.
Por medio de su página de Facebook, Fundación Simnsa recibe las peticiones de ayuda, después personal de la asociación lleva las despensas a las zonas con más necesidades.
Hasta el momento, desde el inicio del mes de abril, cuando la presencia de la COVID-19 se resintió en la región, se han repartido 2 millones de pesos en despensas.
Si bien no se tiene un estimado de los insumos médicos entregados a los hospitales, el apoyo es constante. “Se está tratando de evitar tanto con las despensas como con los insumos médicos a que llegue la desesperación, porque te va llegar la desesperación de la población”, comentó Carolina Chávez.
Asimismo, destacó que la Unidad Móvil con la que cuenta Fundación Simnsa, la cual fue operada en otras ocasiones, como en la atención de personas en la pasada caravana migrante, está siendo utilizada. Personal médico de Simnsa toma las precauciones necesarias y acude a colonias alejadas para realizar consultas a personas de la tercera edad y, de ser necesario, las canaliza a instituciones de salud.
Hasta el momento no se tiene contemplado el tiempo que durará el apoyo a la comunidad por la pandemia del coronavirus, ya que es una situación que no se había visto antes. “Creo que en Tijuana y Baja California somos unidos como población, y aparte tenemos una responsabilidad que compartimos, mantener nuestra población sana y tranquila también ayuda porque estamos colindando con la frontera”, finalizó la directora de Fundación Simnsa.
PONIENDO TODO EN LA MESA
Con la intención de apoyar anónimamente, el Centro Comercial Playas colocó una mesa con despensas, de la que personas con necesidad pueden tomar lo que requieran, pero han sido más las personas que donan artículos.
Angélica Melisa Ontiveros Ramírez, administradora del Centro Comercial Playas, informó que a raíz de la afectación a la economía generada por el coronavirus, se decidió apoyar de alguna manera. Colocaron en una mesa a la entrada del supermercado Soriana, una despensa inicial de mil pesos aproximadamente, con un letrero señalando que las personas podían tomar algo en caso de necesitarlo y no tener recursos para adquirir el producto. Al lado, un guardia de seguridad inspecciona que no se abuse de la bondad de la gente.
Sin embargo, pasó algo que no se esperaba: la gente comenzó a dejar artículos en esa mesa para que fueran consumidos por los más necesitados. Así han logrado reunir varias despensas que son entregadas a albergues.
Pero también ahí llegan personas a cubrir sus necesidades, como Martha Olivares, quien tomó dos latas de comida de la mesa. “Es para mi mamá porque se quedó sin trabajo y pues todos (en su familia) estamos buscando cómo hacerle para llevar cosas a la casa”, relató a este Semanario.
“Creo que todos debemos apoyar con lo que podemos, me parece muy bien que estén haciendo este tipo de cosas porque hay muchas personas que tienen necesidad”, dijo una mujer que hacía fila para entrar a Soriana.
La administradora del Centro Comercial Playas agregó que hasta el momento se desconoce si en otros centros están haciendo una acción similar. Lo recomendó ampliamente porque ha generado una interacción altruista que nunca imaginó posible, comprobando que la gente de Tijuana siempre ha sido solidaria.
“La gente de Tijuana es solidaria, siempre estamos dispuestos ayudar a las personas que están en aprietos, porque así estuvimos todos en algún momento, por eso todos tenemos que apoyar como podamos”, remató un hombre que dejó jugos sobre la mesa.
EL CASO ALEXIS
Los estragos de la crisis económica en Baja California a causa de COVID-19 y el cierre de negocios no esenciales, ha golpeado a los sectores más vulnerables de la sociedad. Tal es el caso de la familia de Alexis, un pequeño de 10 años de edad, que el 25 de abril decidió salir a intercambiar sus juguetes por despensa para apoyar la complicada situación que vive su madre, al quedarse sin empleo.
Esta acción conmovió a propios y extraños que no dudaron en apoyar a la familia residente de Avenida Televisión número 250 de la colonia Juárez en Tijuana.
Yisel Ortiz Vega, madre de los menores, relató que tiene un mes y medio sin empleo. Antes de la contingencia y de los decretos para suspender actividades no esenciales, laboraba en una plaza comercial de la ciudad, de ahí obtenía el dinero para sacar adelante no sólo a sus hijos, también a sus padres, en especial a su papá, quien ha perdido la vista a causa de la diabetes que padece.
“Nos trajeron mucha comida enlatada, frijol y arroz, y ahorita sí, lo que se ocupa son productos de higiene o de limpieza, y jeringas también que se ocupan para insulina de la 0.5. Una persona nos trajo cubre bocas y cloro”, expuso Ortiz Vega, quien junto con su hijo Alexis, agradeció a las personas que se sumaron a cumplir el sueño que él tenía de poder contribuir con la economía de la familia al intercambiar sus juguetes.
Y los fueron a ayudar, ¡Si puedes ayuda, dónde estes! Esto es México. pic.twitter.com/dpRlpvu5X5
— GONXO🇲🇽… (@gonxorolo) April 26, 2020
Fue tal la respuesta de la gente, que recibieron suficiente alimento, así que hicieron bolsas con despensa y las llevaron a sus vecinos que también están batallando en comprar alimentos.
Sin embargo, el martes 28 de abril, la familia Ortiz experimentó la otra cara de la moneda. Fueron robados por un hombre que se identificó como Manuel Gutiérrez, quien les aseguró haber sido enviado por un “ingeniero” porque supieron del caso; ofreció ayudarles con muebles o lo que necesitaran, pero, dado que ya contaban con suficiente despensa, le pidieron apoyo para arreglar el techo de la casa porque en tiempos de lluvia se traspasa el agua.
El sujeto, un hombre de entre 45 y 50 años, de tez morena y complexión delgada, estuvo cerca de una hora dentro de la casa de los Ortiz, tomó fotos y videos, después les dijo que el celular se le había descargado y necesitaba hacer una llamada.
La señora Ortiz le ofreció su teléfono, él lo aceptó, pero antes le entregó un sobre que según contenía dinero. Hizo la finta de salir a la calle a realizar una llamada y se fue caminando con el teléfono en mano. El sobre no contenía dinero, sólo lleva pedazos de periódicos, entre los que aparecía la nota de Alexis y su intercambio de juguetes por despensa.
Tras el robo se dio aviso a las autoridades, quienes acudieron a levantar constancia del hecho. La situación afectó a los dos menores, en especial a Alexis, quien no pudo dormir esa noche con el temor que el hombre volviera. Sin embargo, los ánimos de la familia no decayeron, manifestando que entre los casos malos, hay más gente buena dispuesta a ayudarles.
-Con información de Uriel Saucedo Ramírez