Se atesta un nuevo golpe a los trabajadores. Esta vez se trata del manejo de su fondo para el retiro, cuyos recursos se decidió usarlos para financiar obras de infraestructura, principalmente del sector energético. Suena a buena idea, pero la suspicacia obliga a analizarla y a repasar los antecedentes en la materia.
Antier Mario Gabriel Budebo (ex presidente de la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro, CONSAR) dio el timbrazo tradicional que marcó el ingreso oficial del “Fondo EXI: Energía e Infraestructura de México” a la Bolsa Mexicana de Valores. Se invertirá el dinero ahorrado por los trabajadores, que obra en poder de varias Administradoras de Fondos para el Retiro (Afores): XII Banorte, Banamex, GNP Profuturo y PensionISSSTE.
En el “Fondo EXI ” participan desde varios ex funcionarios y prominentes empresarios -algunos vinculados a familias políticas-, hasta el fundador de la empresa Diavaz, la más grande productora de petróleo en México. Esta lista, develada de manera repentina, levanta desconfianza sobre la integración y el futuro manejo del fondo de inversión.
Originalmente, la regulación que creó los fondos para la jubilación obligaba a patrones y trabajadores a aportar partes iguales como reserva para su jubilación, durante la que el trabajador recibía cada mes una cantidad igual al salario devengado en su último empleo. Desde la reforma a la Ley del IMSS, durante la gestión de Zedillo, las aportaciones sólo competen al empleado. Se liberó a los patrones de la pensión solidaria, que pasó a ser individual y voluntaria.
En el caso de los trabajadores del estado, la reforma a la ley del ISSSTE en el sexenio de Calderón emparejó el golpe a la jubilación de empleados públicos y privados. Y como a la mayoría de asalariados les alcanza apenas para lo indispensable, el ahorro voluntario es raquítico. Una vez jubilados, recibirán un monto que dependerá de sus aportaciones a sus Afores. Tal esquema de ahorro, por ser relativamente reciente, representará un ingreso mensual entre el 25 y el 40 por ciento de su último salario devengado. Se dice que los mexicanos no tenemos la cultura del ahorro (sólo el 5% aporta a su Afore), síntoma de que los salarios no dejan margen para “guardaditos”.
Volviendo a la inversión de marras, en pesos y centavos la idea se traducirá en destinar hasta 16 mil millones de dólares invertidos en el “Fondo EXI “. En español eso es tanto como (a 15.88 por dólar) $ 254,080 millones de pesos tomados de los Afores. Los partidarios de la decisión consideran que actualmente México está “muy atrasado” en este tipo de inversiones.
Para los que preparaban el sablazo desde hace algunos meses, la idea seguramente resulta buena. Para el ciudadano común el pasaje incluye una historia en la que, cuando a las Afores les va mal por los manejos bursátiles erróneos, los trabajadores siempre salen poniendo. Pero ni se enteran cuando hay ganancias, vaya usted a saber por qué.
Y jamás se les ha preguntado su opinión sobre los cambios a la legislación ni se les han dado recibido explicaciones inteligibles a nivel banqueta cuando el negocio no sale. Agreguemos la integración del selecto grupo de personalidades que participa en este Fondo y su trayectoria. Con todo esto, ¿este esquema de inversión es de veras una buena idea para el trabajador, que es quien paga los salarios de los funcionarios públicos que toman estas decisiones?
