Cineteca Nacional cumple 43 años

29/01/2017 - 12:05 am
Cinéfilos, neófitos en el arte de las imágenes o buscadores de un momento de esparcimiento de calidad: este lugar es un escenario abierto a todos los públicos. Foto: Twitter @CinetecaMexico

Es el espacio en donde convergen arte, cultura, historia, acervo, entretenimiento, aprendizaje. El máximo recinto del cine en la Ciudad de México cumplió el pasado 17 de enero su aniversario número 43 y hay mucho que celebrar. Desde 1974, cuando abrió sus puertas con la misión de preservar y difundir la obra cinematográfica realizada en México y el mundo, ha fortalecido su presencia en la vida cultural de los mexicanos y acrecentado sus tareas y objetivos de divulgación.

Si años atrás sus salas eran el refugio y deleite de una exigua asistencia a la exhibición del llamado cine de arte; hoy en día, en particular los fines de semana, es habitual ver extendidas filas de concurrentes ante la taquilla para obtener un boleto de la extensa oferta cinematográfica. Algo que sólo ocurría cuando se presentaba la tradicional Muestra de Cine Internacional.

Con el paso de los años la Cineteca se ha posicionado como uno de los lugares favoritos a visitar por jóvenes y adultos, sin olvidar la matiné infantil de los domingos. Cinéfilos, neófitos en el arte de las imágenes o buscadores de un momento de esparcimiento de calidad: este lugar es un escenario abierto a todos los públicos. Sus salas a tope y los pasillos colmados de gente son la confirmación ineludible de que a los mexicanos les gusta el buen cine: alternativo, diverso, propositivo. Ése que al final invita a la conversación, al análisis y a la reflexión.

Cineteca cumple con creces el lema: siempre hay algo bueno que ver. Sean obras del ciclo Clásicos en pantalla grande o estrenos que van a la par de la cartelera comercial. Por ejemplo, este viernes 27 de enero oferta nada menos que Luz de luna (Moonlight, 2016) del estadounidense Barry Jenkis, y El matrimonio Loving (2016) de Jeff Nichols en plena euforia de las nominaciones al Premio Óscar 2017; en los estrenos nacionales: La Maldad (2015) del cineasta mexicano Joshua Gil. A lo anterior se suma la propuesta de 22 títulos más para ver… ¡en un solo día!

Añadan Festivales, Foros, Muestras, Ciclos, Retrospectivas, Funciones especiales y entrega de reconocimientos con revisión incluida de películas. Sus vínculos con eventos culturales como el Festival Internacional Cervantino. Las exhibición de propuestas del Talento Emergente, filmes de autores consagrados y ser escaparate para que las películas de los realizadores mexicanos se exhiban sin la amenaza del “semanazo” de los recintos comerciales. Cine de todo el mundo: lo visto en Berlín, Venecia, Cannes y otros festivales además de dar salida a esas otras obras en riesgo de convertirse en “el cine no visto”.

Dentro de las actividades académicas: diplomados de historia del cine, el seminario Experiencias de Archivo o las enriquecedoras sesiones Conversando con cineastas en donde se proyectan filmes y los autores de viva voz responden a las interrogantes del público. Todo ello sin olvidar las tareas de preservación y restauración digital, las Miradas al Acervo, los servicios de consulta en el Centro de Documentación o la Videoteca digital y sus 7 mil títulos de producciones nacionales e internacionales.

En la memoria de la Cineteca Nacional queda su apertura en los Estudios Churubusco en 1974, con la proyección del clásico nacional El compadre Mendoza (1933) de Fernando de Fuentes; el lamentable incendio de marzo de 1982 que devastó sus instalaciones y material de acervo; la nueva sede inaugurada el 27 de enero de 1984 en la Avenida México-Coyoacán y la remodelación iniciada en 2011 que se tradujo en 10 salas, un Foro al Aire Libre gratuito, un mega estacionamiento y otras instalaciones para hacer más confortable la estancia.

Cada uno de los directores de la Cineteca Nacional ha contribuido con su guía y particular visión a consolidarla, en colaboración con un valioso equipo de trabajo, labor que ha rendido frutos que están a la vista. Hoy, bajo la dirección de Alejandro Pelayo, está mejor que nunca con una cartelera profusa y una agenda colmada de actividades culturales. Se piensa en todo: tarifas preferenciales, compra de boletos en línea y hasta en lo sabrosas que deben ser las palomitas. Espacios para saborear un café, librería con títulos especializados y eventos sublimes como la Exposición Stanley Kubrick. Y usted, ¿desde cuándo no disfruta de este lugar?

Rosalina Piñera
Periodista egresada de la UNAM. En su pesquisa sobre el cine ha recorrido radio, televisión y publicaciones como El Universal. Fue titular del programa Música de fondo en Código DF Radio y, actualmente, conduce Cine Congreso en el Canal del Congreso.
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