En el horizonte, por ahora, se avizoran dos escenarios: que don Enrique logre conservar una ventaja de al menos cinco puntos que le den una victoria indiscutible o que don Andrés Manuel alcance una remontada histórica y un triunfo aunque fuere apretado. Sí, ya sé que hay un tercer escenario que corresponde a los agüereros del desastre. Yo francamente no lo deseo, pero habrá que ocuparse necesariamente de él en la próxima entrega.
Por Ricardo Rocha




