No puedo negar que me tiene un tanto impresionado ver cómo en la recta final los candidatos a la presidencia de México, todos, asumen el mismo discurso anti autoritario. Es decir, tratan de probarnos a los ciudadanos, con las palabras, que no son ellos los que abusarían de la autoridad en caso de llegar a la máxima silla de poder en nuestro país.
Por Ricardo Raphael




