La impaciencia en la cultura política mexicana no es tema nuevo. Desde nuestra fundación se mostró la dificultad que tiene la clase política para hacer que el tiempo madure las instituciones que previamente hayan sido fijadas. Las tensiones entre el centro y los estados han sido fuertes, y durante los últimos años, sobre todo durante los dos mandatos panistas, claramente esta tensión ha llevado ganancias por el poder local contra el federal. Gobernadores –lo dice muy bien Jorge Zepeda Patterson– que se volvieron virreyes.
Por Ricardo Raphael
