Tras el bombardeo por parte de Estados Unidos a las instalaciones nucleares iraníes de Fordo, Natanz e Isfahán, surge la duda de cuáles serían las consecuencias ambientales si éstas resultaron completamente destruidas, como señaló Donald Trump.
Ciudad de México, 22 de junio (SinEmbargo).- La tarde del sábado el Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, informó que aviones estadounidenses llevaron a cabo un "exitoso" bombardeo sobre tres instalaciones nucleares de Irán: Fordo, Natanz e Isfahán. Ante dicho acto, surge la pregunta de cuáles serían las repercusiones para el medio ambiente y la población por la destrucción de tales sitios.
Desde que Israel emprendió sus ataques con misiles hacia Irán, algunos de los cuales han provocado daños en emplazamientos nucleares ubicados en Arak, Isfahán, Natanz y Teherán, el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) ha mantenido una vigilancia estrecha sobre estos y ha informado sobre las posibles consecuencias de un ataque directo.
Rafael Mariano Grossi, director general del OIEA, señaló el pasado 13 de junio que un ataque contra instalaciones nucleares podría "tener como resultado liberaciones de radiactividad con graves consecuencias dentro y fuera de las fronteras del Estado que haya sido atacado". Del mismo modo, precisó que "cualquier ataque armado o amenaza contra instalaciones nucleares dedicadas a fines pacíficos constituye una violación de los principios de la Carta de las Naciones Unidas, del derecho internacional y del Estatuto del Organismo".
Esa última declaración se aplicaría a las tres instalaciones atacadas por EU, pues ninguna tiene fines bélicos, a pesar de que el Gobierno estadounidense se ha empeñado en afirmar que el programa nuclear iraní representa un riesgo por la posibilidad de fabricar armas de dicha naturaleza.
Las funciones de Fordo, Natanz e Isfahán
Fordo: Situada a unos 32 kilómetros (km) al noreste de Qom, Fordo es una instalación subterránea de enriquecimiento de uranio, construida dentro de una montaña para protegerla de ataques aéreos. Es considerada una de las piezas más sensibles del programa nuclear iraní debido a su capacidad para enriquecer uranio a niveles cercanos al requerido para armas nucleares (hasta un 83.7 por ciento de pureza según el OIEA).
Su diseño fortificado la hace un objetivo difícil, por lo que, para dañarla, Estados Unidos habría usado sus rompebúnkeres GBU-57, arma de 13 mil 600 kilogramos que, según afirman los especialistas en defensa, tiene la mayor probabilidad de afectar el sitio.
Natanz: Ubicada en el centro de Irán, Natanz es la principal planta de enriquecimiento de uranio del país. Alberga miles de centrifugadoras utilizadas para procesar uranio, esenciales para el programa nuclear iraní. Aunque partes de la instalación son subterráneas, su infraestructura eléctrica y áreas externas son más vulnerables. Ataques previos, como los atribuidos a Israel el 12 de junio, han dañado sus centrifugadoras, afectando la capacidad de enriquecimiento.
Isfahán: Cerca de la histórica ciudad de Isfahán, esta instalación incluye una planta de conversión de uranio y una base militar relevante. Se sospecha que almacena uranio enriquecido y misiles balísticos de largo alcance. Aunque menos fortificada que Fordo, su importancia estratégica radica en su rol en el procesamiento y almacenamiento de materiales nucleares
El ejército de EEUU acaba de bombardear Irán, Donald "el pacifista" Trump anunció que bombardearon 3 sitios de enriquecimiento nuclear iraní, Fordow, Natanz e Isfahan, poniendo en peligro a toda la región con la posible radiación.
Esto es un acto de guerra contra Irán, si no hay… pic.twitter.com/aHbKLAL0YI
— Daniel Mayakovski (@DaniMayakovski) June 22, 2025
Posibles consecuencias de los ataques
Aunque las autoridades iraníes y el Organismo Internacional de Energía Atómica han indicado que no se detectaron aumentos significativos en los niveles de radiación tras los ataques, las posibles consecuencias ambientales dependen de varios factores.
Las instalaciones de Fordo, Natanz e Isfahán están diseñadas para manejar uranio enriquecido, pero las autoridades iraníes aseguraron que el material nuclear fue retirado antes de los bombardeos.
Según expertos, los ataques a plantas de enriquecimiento de uranio, como estas, tienen un riesgo bajo de emisiones radiactivas peligrosas, ya que el uranio enriquecido no es altamente radiactivo en comparación con el combustible nuclear gastado; sin embargo, un daño directo a reservas de uranio o a instalaciones de almacenamiento podría liberar partículas radiactivas, contaminando el suelo y el agua en las áreas circundantes.
Los bombardeos, especialmente con bombas antibúnker y misiles Tomahawk, podrían haber destruido infraestructura crítica, como sistemas eléctricos y accesos a las instalaciones. Esto podría liberar contaminantes químicos no radiactivos, como productos utilizados en el procesamiento de uranio, que podrían filtrarse al medio ambiente. Además, los incendios o explosiones podrían generar humos tóxicos, afectando la calidad del aire en regiones densamente pobladas como Qom e Isfahán.
Following attacks on three nuclear sites in Iran - including Fordow - the IAEA can confirm that no increase in off-site radiation levels has been reported as of this time.
IAEA will provide further assessments on situation in Iran as more information becomes available.— IAEA - International Atomic Energy Agency ⚛️ (@iaeaorg) June 22, 2025
Si las centrifugadoras de Natanz o los sistemas de almacenamiento de Isfahán sufrieron daños, la reparación o el abandono de estas instalaciones podrían generar desechos nucleares mal gestionados, aumentando el riesgo de contaminación a largo plazo. Aunque el OIEA no reportó daños directos a las salas subterráneas de Natanz o Fordo, la interrupción del suministro eléctrico podría haber afectado el funcionamiento de las centrifugadoras, generando residuos que requieren manejo especializado.
“La escalada militar pone en peligro vidas, aumenta la posibilidad de una emisión radiológica con graves consecuencias para las personas y el medio ambiente y retarda la indispensable labor hacia una solución diplomática que garantice a largo plazo que el Irán no adquiera un arma nuclear”, señaló el director general del OIEA el 13 de junio.
Cuando tuvo lugar el primer ataque israelí al emplazamiento nuclear de Natanz, la OIEA informó que hubo contaminación radiológica y química al interior de éste, misma que suponía un riesgo considerable en caso de inhalación o ingesta.
"Este riesgo puede manejarse eficazmente con medidas de protección adecuadas, como el uso de dispositivos de protección respiratoria mientras se esté dentro de las instalaciones afectadas. La principal preocupación dentro de la instalación es la toxicidad química del hexafluoruro de uranio y los compuestos de fluoruro que se generan al entrar en contacto con el agua".
IAEA continues to monitor & assess impact of Israeli attacks on nuclear sites in Iran, providing frequent public updates about developments and their possible consequences for people & environment, @rafaelmgrossi said today.
Update on developments in Iran: https://t.co/pg07twNIW7 pic.twitter.com/RB2udVFcAx— IAEA - International Atomic Energy Agency ⚛️ (@iaeaorg) June 19, 2025
Tras el bombardeo a Fordo, Natanz e Isfahán de este 21 de junio, será cuestión de esperar a que las autoridades iraníes brinden información precisa sobre los daños ocasionados en las tres instalaciones, así como un reporte del Organismo Internacional de Energía Atómica.
Mientras tanto, Rafael Mariano Grossi convocó a una reunión de urgencia programada para el lunes 23 de junio.