Alejandro Calvillo

Detrás de la taza de Nestlé y Starbucks

"En México, usted puede tomarse una rica taza de café cultivado bajo los árboles, un café de sombra que permite conservar el bosque, cultivado por comunidades indígenas, e incluso, un café orgánico libre de agroquímicos".

Alejandro Calvillo

22/02/2025 - 12:05 am

En México, usted puede tomarse una rica taza de café cultivado bajo los árboles, un café de sombra que permite conservar el bosque, cultivado por comunidades indígenas, e incluso, un café orgánico libre de agroquímicos. Podría tratarse de un café producido por alguna cooperativa indígena, como Tozepan en Puebla o UCIRI en Oaxaca. O también podría tomar una taza de café de mala calidad, de café robusta, cultivado donde se ha arrasado el bosque, en grandes extensiones, con un uso intensivo de agroquímicos y con mano de obra asalariada, sobreexplotada, de jornaleros agrícolas. Este último será, seguramente, un café instantáneo de Nestlé, un Nescafé, o alguna de sus variedades. 

Con matices, puede decirse que hay un café de calidad que puede permitir a las comunidades indígenas una opción de sobrevivencia, al mismo tiempo que una opción para no deforestar sus tierras, un café sembrado tradicionalmente bajo la sombra de los árboles.  Y otro café, promovido por la gran corporación Nestlé, con muy fuertes apoyos del gobierno, que no es una alternativa para la mayoría de las comunidades y si es una amenaza para el medio ambiente. 

El mayor problema que sufren gran parte de los cafetaleros que producen café de calidad, café arábico, es el de la comercialización. Se enfrentan con el problema de vender directamente su producción, dependiendo de coyotes o de empresas intermediarias que abastecen del grano a grandes corporaciones como Starbucks. En la cadena de suministro, los cafetaleros son los que menos reciben; pueden recibir por un kilo de café cereza, aún sin procesar, mucho menos de lo que cuesta una taza de café en un Starbucks.  Y lo mismo ocurre con los productores de café de menor calidad, de café robusta, utilizado principalmente para elaborar café instantáneo: reciben una paga miserable mientras los intermediarios y las corporaciones se enriquecen.

Las ganancias están en los intermediarios y las grandes corporaciones, como lo expone el reporte publicado recientemente por las organizaciones Coffe Watch, Empower y Prodesc,  titulado “Explotación y opacidad: la realidad oculta del café mexicano en las cadenas de suministro de Nestlé y Starbucks”, que puede consultarse en https://n9.cl/d5f7h . Estas corporaciones, más allá de su maquillaje social y ambiental, ocultan su responsabilidad sobre las condiciones que viven los productores de café que les abastecen del grano, ya que sus compras las realizan a través de acaparadoras internacionales como ECOM, NKG y LDC. Estas acaparadoras castigan los precios para quedarse con una mayor ganancia y, en varios casos, se abastecen a través de los llamados coyotes, individuos que controlan el mercado en zonas de pequeños productores. Como indica el reporte, en 2024, los trabajadores del café, el cacao y tabaco, percibieron un salario de alrededor de 2 mil pesos mensuales, viviendo por abajo del límite de pobreza.

Entre los productores de café en México, una minoría, aquellos que se han organizado en cooperativas, que han logrado certificar su café como orgánico y establecer contratos de compra con garantías de precio, muchas veces para exportarlo, son los que en mejores condiciones se encuentran. En el otro extremo se encuentran los productores que poseen pocas hectáreas y no tienen forma de comercializar el producto, siendo víctimas de los coyotes o estas empresas comercializadoras. Es importante mencionar que se calcula que en México alrededor de 500,000 familias viven de la siembra de café. 

Como indica el reporte, Nestlé con el apoyo del gobierno mexicano ha impulsado la “robustización” del café en México, con grandes programas para promover la siembra de café robusta para abastecerse, provocando, en muchos casos, la tala de áreas boscosas o selváticas para la siembra de un café que crece al sol directo. La “robustización” se está dando principalmente a través del Plan Nescafé, que ha repartido masivamente plántulas de este café. El propio Alfonso Romo, quien fuera jefe de la oficina de la presidencia de López Obrador, promovió este proyecto. Romo tenía un gran conflicto de interés ya que mantenía un contrato multimillonario con Nestlé para abastecerle de plántula de robusta.

En nuestro país se calcula en más de 750 mil hectáreas dedicadas al café, la mayor parte de ellas, de café arábica. Sin embargo, la siembra de café robusta está creciendo aceleradamente, provocando tanto impactos sociales como ambientales, como documenta el reporte de Coffe Watch, Empower y Prodesc. Sin duda, la “robustización” del café en México significa un deterioro de la calidad del café en México, un impacto directo en los precios, empujar a los productores a ser abastecedores de la gran corporación Nestlé y pasar del cultivo de variedades con prácticas más sustentables a la siembra de una variedad con fuertes impactos ambientales.

México ha tenido un gran potencial de convertirse en un productor importante de café de calidad a escala internacional. A pesar de los golpes sufridos y el poco o nulo apoyo gubernamental a la producción de café de calidad y al desarrollo de esta industria, México aún es el tercer país en superficie de siembra de café orgánico en el mundo, después de Etiopía y Perú. En cuanto a exportaciones de café orgánico a los Estados Unidos y Europa, México también ocupa el tercer lugar después de Honduras y Perú.

Un ejemplo exitoso en la región latinoamericana es el proyecto de Café Juan Valdez de la Federación Nacional de Cafeteros de Colombia (FNC) que recibió un apoyo decidido del gobierno colombiano para posicionarse como uno de los mejores cafés en el mundo. Actualmente, en Colombia se siembran más de 950 mil hectáreas de café, dando sustento aproximadamente a 730,000 personas. Se trata de más de medio millón de hogares que tienen en promedio 1.3 hectáreas de café por finca. 

Retomamos conclusiones del reporte sobre la situación de la producción y los productores de café en México:  la transformación de la cadena de suministro del café en México no es una opción sino una obligación ineludible. Ya no podemos tolerar la complicidad silenciosa entre corporaciones, el Estado y los intermediarios que perpetúan un sistema injusto y destructivo….

Es hora de romper con este ciclo de explotación y de exigir cambios radicales, antes de que las consecuencias dibujen un medio ambiente destruido, productores asesinados por la pobreza u obligados a cambiar de oficio, consumidores y sociedad civil cómplices de la devastación ambiental y social. ¿Seremos capaces de ver más allá de la comodidad de tener nuestro café de conveniencia, con tanta implicación ambiental y social en juego?

La exhaustiva investigación de Empower sobre la trazabilidad de los productos de Nestlé́ y Starbucks retrata la abusiva relación con los pequeños productores, las presiones a las que son sometidos y el impacto en el medio ambiente. El café́ soluble adulterado de la Nestlé́ y los altos precios de taza de Starbucks ocultan tras sus tazas explotación para los productores y destrucción de sus recursos naturales.

Usted dirá qué hay detrás de su taza de café.

Agradezco la colaboración para esta columna de mi buen amigo Arturo García, quien ha luchado desde y para las comunidades cafetaleras, así como para la protección del medio ambiente. 

Alejandro Calvillo

Alejandro Calvillo

Sociólogo con estudios en filosofía (Universidad de Barcelona) y en medio ambiente y desarrollo sustentable (El Colegio de México). Director de El Poder del Consumidor. Formó parte del grupo fundador de Greenpeace México donde laboró en total 12 años, cinco como director ejecutivo, trabajando temas de contaminación atmosférica y cambio climático. Es miembro de la Comisión de Obesidad de la revista The Lancet. Forma parte del consejo editorial de World Obesity organo de la World Publich Health Nutrition Association. Reconocido por la organización internacional Ashoka como emprendedor social. Ha sido invitado a colaborar con la Organización Panamericana de la Salud dentro del grupo de expertos para la regulación de la publicidad de alimentos y bebidas dirigida a la infancia. Ha participado como ponente en conferencias organizadas por los ministerios de salud de Puerto Rico, El Salvador, Ecuador, Chile, así como por el Congreso de Perú. el foro Internacional EAT, la Obesity Society, entre otros.

Lo dice el reportero