Melvin Cantarell Gamboa

Decrecimiento y comunitarismo social I

"¿Podremos continuar viviendo indefinidamente con los excesos de los superricos y los países desarrollados?"

Melvin Cantarell Gamboa

09/07/2025 - 12:05 am

Decrecimiento y comunitarismo social
Personas participan en una campaña de reforestación. Foto: Galo Cañas, Cuartoscuro

“No hay conciliación posible entre capitalismo y decrecimiento… La Tierra no desaparecerá antes que el capitalismo”. Kohei Saito.

Introducción

Mientras todos queramos el modo de vida de los ricos aplazaremos la necesaria toma de posición personal sobre la devastación del planeta y la posible desaparición de la especie humana; pese a la urgencia de ponderar una actitud específica en relación al problema permanecemos silenciosos, indiferentes y vulnerables ante la degradación de la tierra; quizás porque, sin saberlo, somos cómplices de nuestra propia infamia, de la vileza y la maldad no imaginable que, con nuestra indignidad, pone en duda la inteligencia de los seres humanos. Noam Chomsky, filósofo y politólogo norteamericano escribió hace algunos meses: “Nos acercamos al fin de la humanidad, al final de la estructura social, política y económica que permite que la civilización funcione de manera estable”. La intención de las entregas que siguen a esta introducción es llamar la atención sobre el asunto y motivar al lector a tomar una postura en relación a este problema.

Hagámonos las siguientes preguntas ¿Podremos continuar viviendo indefinidamente con los excesos de los superricos y los países desarrollados? ¿El planeta puede ofrecer a todos los seres humanos un modo de vida imperial basado en altos estándares de producción y consumo sin consecuencias graves? Al mismo tiempo ¿Podemos estrechar el abismo de la desigualdad si continuamos bajo el dominio del capitalismo globalizado, sin poner énfasis en la conservación del planeta y en las personas? ¿Por qué no hemos sabido responder a estas amenazas?

Antes de contestar estas interrogantes pongo al alcance de mis lectores algunas herramientas básicas para hacer una lectura crítica del texto, y los que siguen; asimismo, ayudar a comprender su lugar en el mundo y entender el contexto actual para estar en condiciones de modificar su actitud ante el riesgo que corremos como seres naturales. Descubre el sentido de las cosas quien hace uso de la razón, se hace preguntas, se plantea problemas y, al mismo tiempo, liga las respuestas con nuevas preguntas relacionadas con el asunto, pues sólo mediante este proceso lógico se aclaran dudas y se obtienen conclusiones.

Ahora bien, ¿Cómo desarrollar esas herramientas? Se construyen a través de una sencilla didáctica de la inteligencia social que llevada a la práctica permite a los individuos relacionarse con lo existente y cuestionar los límites del mundo objetivo. Las herramientas son en estricto estrategias para desarrollar capacidades intelectuales que se fundamentan en la reflexión y el pensamiento.

Tomemos este escrito como conejillo de indias. Observarán al iniciar su lectura, que el artículo rebasa los límites del periodismo de opinión, no es un panfleto ni un manifiesto, sino una alerta sobre el futuro que nos espera en el corto plazo; en tanto acto político, es también un rechazo a toda reconciliación con lo establecido y una crítica radical a mucho de lo que se ha escrito sobre el tema y una invitación a que definamos el papel que nos corresponde jugar, sin procrastinar, ante la crisis que nos está matando.

La lectura ha de empezar con el examen cuidadoso de los argumentos, su coherencia y poner en duda su validez, con el criterio de que no existen verdades absolutas; su legitimidad dependerá del enfoque, las fuentes y los criterios utilizados. Ahora bien, por el carácter polémico del tema es necesario tener presente que la sola realidad y el lenguaje no son suficientes para evadir posibles artimañas; el lenguaje, por ejemplo, es imprescindible para construir una tesis, pero usado de manera tramposa con conceptos y esquemas prefabricados puede imponer una narración a modo en relación mínima con la verdad.

¿Cómo crear un punto de referencia crítico? Una advertencia, para el autor, la crítica sirve a la subversión no al status quo, de ahí la necesidad de educar en una perspectiva crítica, ésta es la forma más segura de acabar con el absolutismo de la razón ilustrada que nutre la ciencia y la ideología capitalista. Planteadas las cosas de esta manera, el lector, para cada caso, ha de hacer un uso conveniente de la inteligencia y saber qué hacer con ella, es decir, ha de iniciarse en la práctica de pronunciar juicios críticos y saber justificarlos; todo juicio crítico se formula a partir de información y la adopción de una posición; recomiendo en toda ocasión ajustarse a la definición que Walter Benjamín hace de crítica (Presentación de la revista Angelus Novus), “la crítica, dice, es una cuestión de distancia correcta, depende de la perspectiva y del punto de vista, pero en un mundo que ha estallado en infinidad de perspectivas, las grandes miradas pertenecen de hecho y por entero, más a los ánimos discretos que a los ilustrados”.

A las anteriores recomendaciones hay que sumar la siguiente: quien escribe lo hace con la intención transmitir una verdad, lo que no implica que sus opiniones sean completamente fiables, de ahí la importancia de la duda antes de aprobar sin evidencias que lo que el autor dice es suficiente para sostener sus afirmaciones. La duda ha de ir acompañada de reflexión, si lo que se quiere es obtener claridad, lúcides, agudeza y capacidad crítica; para desarrollar esta habilidad cognitiva la persona, más que leer de corrido sin comprender debe cuestionar las declaraciones y enunciados del autor paso a paso, antes de tomar postura sobre el cuerpo de la tesis o afirmaciones vertidas y a partir de ahí, emprender la búsqueda de información pertinente que le permita ampliar la comprensión del asunto; toda afirmación es provisional, hasta que sean probados los argumentos que sustentan su validez; en tanto, es correcto asumir una actitud reticente y dubitativa, es decir, no aceptar ninguna afirmación basada en autoridad alguna, en verdades inculcadas mediante la ideología o meramente conceptuales, no debe confiarse en las buenas intenciones. Una advertencia más, ante dos “verdades” no es necesario elegir una, si aceptamos una de las dos, no necesariamente la otra es falsa; desde la perspectiva de la lógica, no pueden ser dos enunciados universales contradictorios verdaderos, pero si ambos falsos; ante la duda no satisfecha es recomendable optar por la epojé de los escépticos griegos: mantenerse en silencio (afasia) e imperturbables, no opinar; la ventaja de este principio escéptico es que, además de terapéutico, nos coloca en condiciones de neutralizar la arrogancia, la soberbia y el atrevimiento de quienes hacen alarde de sabiduría, de poseer la verdad absoluta y son unos ignorantes. Quien basa sus posicionamientos en la duda, es decir, quien se hace preguntas, reflexiona e investiga no será engañado.

Volvamos brevemente a la importancia de hacernos preguntas atingentes (acción de preguntar con la intención de alcanzar una cosa hasta tocarla). Isaac Newton es considerado el hombre más inteligente que ha vivido. Se le reconoce como tal no por los descubrimientos que nos legó, sino por las preguntas que nos heredó, algunas de ellas aún sin respuesta. Es más inteligente el que hace preguntas, que quien dice tener la respuesta. Para establecer una verdad, dice Karl Popper. (La lógica de la investigación científica. Edit. Tecnos. Madrid, 1977) es necesario contrastar las teorías y acogerlas según los resultados del contraste ¿Con que las vamos a contrastar? Con otras teorías sobre el mismo tema y, una vez obtenida una conclusión, someterla a la contrastación empírica, es decir, confrontarla con la realidad. Sin embargo, esto no significa que la teoría esté validada para siempre, cada vez que la apliquemos ha de ser tomada como hipótesis de trabajo y bastará una no correspondencia entre lo que se espera y el fenómeno que se estudia para su falsación.

Para evitar ser engañado hay que adoptar una actitud vigilante y alerta durante la lectura y distinguir entre argumentos sustentables y aquellos utilizados intencionalmente para mentir o engañar con falsas razones. Son de uso en la intención de engañar y confundir la retórica, los sofismas y las falacias. La retórica adopta los siguientes rasgos, tiene una relación mínima con la verdad y con la esencia de las cosas, su intención no es instruir o mostrar la realidad, sino transmitir una aprehensión subjetiva del mundo; el manejo subjetivo de los argumentos (sin pruebas y evidencias objetivas) indica que se desea dictar una orden, una prescripción, instrucción o imponer un punto de vista comprometido con intereses privados o ligados a poderes dominantes. Los sofismas son discursos falsos con apariencia de validez que buscan producir efectos de verdad ocultando su naturaleza engañosa; no se trata, como en las falacias, de una falsedad lógica, sino de un uso tramposo del lenguaje para manipular y aceptar ideas relacionadas con el poder y las relaciones sociales, siempre en un contexto de carácter político. Por último, las falacias son argumentos con apariencia de validez que contienen errores lógicos o de razonamiento, se construyen para confundir o conducir a errores a quien escucha o lee haciéndole creer que la conclusión obtenida es correcta. Se que a este breve resumen le faltan ejemplos, que abundan en nuestro medio periodístico, es cierto, pero su análisis requiere de tiempo del que no dispongo. Espero, por lo menos, que la advertencia reduzca la manipulación del relato tan común en los comentócratas e intelectuales al servicio del capitalismo, cuya función es contribuir a mantener la hegemonía de la clase dominante sobre a sociedad civil, a través de la manipulación del relato con el uso de los instrumentos señalados, las tecnologías de la comunicación y la inteligencia artificial.

En los artículos sucesivos trataré, desde la perspectiva de la lucha de clases, el papel del capitalismo en la destrucción de la tierra, de las sociedades humanas y de la especie homo sapiens-sapiens. (Continuará)

Melvin Cantarell Gamboa

Melvin Cantarell Gamboa

Nació en Campeche, Campeche, en 1940. Estudió Filosofía en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Es excatedrático universitario (Universidad Iberoamericana y Universidad Autónoma de Sinaloa). También es autor de dos textos sobre Ética. Es exdirector de Programas de Radio y TV. Actualmente radica en Mazatlán, Sinaloa.

Lo dice el reportero