Las huelgas han causado un mayor daño a Air France del esperado por los inversores y la dirección, y la compañía pronostica un ingreso “notablemente” menor este año comparado con 2017.
PARÍS, 7 de mayo (AP).- Las acciones de Air France se desplomaron el lunes tras la renuncia del director general y la advertencia del gobierno francés de que la principal aerolínea del país podría colapsar.
Mientras que, una nueva huelga el lunes provocó la cancelación del 15 por ciento de los vuelos de la compañía a nivel mundial. El número de empleados en huelga parece estar descendiendo ligeramente en la 14ta jornada de años en los últimos meses, pero la acción ya ha causado más de 300 millones de dólares en cuestión de semanas.
Entre los interrogadores sobre la dirección y la dirección, las acciones de Air France indicaron un 13 por ciento en la apertura de los mercados franceses el lunes por la mañana, pero se recuperaron conforme avanzó el día. Para mediodía hora de París, las acciones habían caído un 9.7 por ciento a 7.31 euros.
El precio de las acciones se vio afectado cuando el director general de Air France-KLM, Jean-Marc Janaillac, anunció su dimisión el viernes en la noche luego de que los trabajadores rechazaron la última propuesta salarial de la empresa.
El Ministro francés de Finanzas, Bruno Le Maire, dijo que el domingo que el gobierno, propietario de 14 por ciento de Air France, no rescatará a la aerolínea. Exhortó a los pilotos, tripulación y personal de tierra en huelga ser “responsables” y agregó que “la supervivencia de Air France está en juego”.
“Air France desaparecerá si no tiene el esfuerzo necesario para ser competitiva”, dijo a la televisora BFM.
Las huelgas han causado un mayor daño a Air France del esperado por los inversores y la dirección, y la compañía pronostica un ingreso “notablemente” menor este año comparado con 2017.
Los equipos quieren un aumento salarial de 5.1 por ciento este año argumentando que la compañía recibe suficientes ganancias para cumplir con su demanda. Señalaron que sus salarios están congelados desde 2011 cuando la aerolínea recortó empleos en una reestructura.
La compañía argumentaba que las demandas sindicales podían eliminar las ganancias gracias a la reestructuración, cuyo objetivo era detenerse en Air France.
