El sexting resulta común en sociedades de doble moral y conlleva riesgos: Especialista

25/10/2017 - 7:07 pm

La práctica del sexting es cada vez más recurrente, emerge de la doble moral y  la motivación cambia de acuerdo a la edad. Sin embargo no está exenta de riesgos, asegura una especialista.

Ciudad de México, 25 de octubre (SinEmbargo).- El sexteo o sexting es una práctica cada vez más extendida entre usuarios de Internet que ha proliferado gracias a la introducción masiva al mercado de aparatos móviles con cámaras integradas y la cobertura a Internet cada vez mayor.

Esta práctica consiste en el envío de mensajes con imágenes cargadas con contenido erótico que puede llegar a lo pornográfico. De acuerdo con la UNAM, México es uno de los países de América Latina en el que más se realiza esta actividad.

La académica de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Nélida Padilla, considera que el incremento de esta práctica se debe a la persistencia de un doble moral en las sociedades como la mexicana.

“Por un lado se reprime la sexualidad al evitar hablar de ello, pero por otro, se alude constantemente a través del doble sentido o los albures. También, culturalmente se privilegia lo visual por sobre los demás sentidos, lo que favorece dicha práctica”, explicó la académica.

El motivo por el que el sexting o sexteo se ha vuelto tan popular es por su contenido visual que actúa como “reforzador inmediato” de relaciones. Esta característica permite a usuarios que recurren a él con el objetivo de obtener satisfacción sexual de manera rápida.

Esta práctica tiene otra particularidad, se alimenta de la tendencia a recurrir al sentido da la vista para obtener información, dejando de lado el resto de los sentidos.

“Sin embargo, no hemos pensado que la vista no es lo más importante; tenemos muchas partes sensibles en el cuerpo: olfato, gusto, oído y tacto, así que debemos reconocer que los sentidos también pueden ser estimulados para lograr placer”.

Asimismo, se ha identificado que no se trata de una práctica exclusiva de los jóvenes, pues también es muy recurrente en adultos. Sin embargo, la académica considera que la motivación varía dependiendo de los rangos de edad. De esta manera adolescentes de secundaria y preparatoria suelen sextear para explorar su identidad, en una etapa en la que es importante la aceptación de los otros.

Los jóvenes de entre 15 y 22 años son más conscientes de los riesgos que conlleva sextear, y su motivación está centrada en obtener excitación o mantener relaciones no presenciales, explicó la especialista.

Para los adultos mayores de 22 años está práctica está relacionada a una búsqueda por diversificar sus prácticas erotico-sexuales con la pareja.

“Muchas veces se mandan videos, imágenes y mensajes eróticos a lo largo del día, como una manera de refrescar su relación y sentirse deseables, de tener una sexualidad abierta: Aquí lo importante es estar conscientes de los riesgos y la vulnerabilidad informática que implica”, indicó.

El sexting no deja de ser una práctica que conlleva riesgos al exponerse la identidad de las personas. Uno de los principales es que el material puede llegar a extraños y convertirse en herramientas para el acoso.

No obstante, el riesgo puede llegar aún más lejos si las fotografías llegan a manos de personas dedicadas a la pornografía o la trata de personas ya que los dispositivos móviles y las redes son el medio que estos emplean para hacer contacto con personas vulnerables.

“Nuestros dispositivos no están exentos de la delincuencia, por lo que los usuarios deben ser muy cuidadosos con la información que manejan”, aseguró.

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