No soy tu negro, o el pasado sigue aquí

07/05/2017 - 12:05 am
Los planteamientos de No soy tu negro son aplicables en toda época y geografía. Aquí mismo, donde se margina a los pueblos indígenas. Ni qué decir en el contexto actual: No soy tu migrante, Soy un ser humano. Foto: Especial

“No soy un negro, soy un ser humano”, es la reflexión irrefutable con la que el escritor y activista afroamericano James Baldwin confrontó a la segregación racial que ha dominado buena parte de la historia de los Estados Unidos. La esencia de su herencia ideológica es la columna del documental No soy tu negro (I am not your negro, 2016), del cineasta haitiano Raoul Peck, quien recupera voz y alma del pensador fallecido en 1987 en un legado visual invaluable de estremecedora actualidad.

“La historia de los negros en América es la historia de América misma. Y no es una bonita historia”, señalaba Baldwin, quien se dispuso a plasmarla en el libro inconcluso “Remember this house”, a través de tres puntos cardinales en la lucha por los derechos civiles de los afroamericanos en el país vecino: Medgar Evers, Martin Luther King y Malcom X. Los tres, asesinados por el ímpetu masivo que adquiría su desafío.

El documental sigue la letra del texto inacabado de Baldwin, quien se expresa a través de la voz de Samuel L. Jackson. Además, el documentalista, con material de archivo. conjunta las voces de los tres líderes desaparecidos y añade la suya en un sensible y contundente trabajo de edición. Rescata momentos históricos, los puntos vinculantes y las diferentes posturas de los personajes emblema caídos, fotografías, películas de antaño, material en video, carteles publicitarios e iconografía con la que se construyó la identidad de la negritud sometida, desdeñada y considerada inferior.

De los campos algodoneros, trabajos forzados y castigos físicos de La cabaña del Tío Tom (Harry A. Pollard, 1927) a la irrupción social y familiar de ¿Sabes quién viene a cenar? (Stanley Kramer, 1967). Presencia de Sidney Poitier, Harry Belafonte, Ray Charles y hasta la letra tributo de Bob Dylan. El documento se viste con fidelidad, emotividad e ironía en secuencias donde se confronta el texto con las imágenes. Así, mientras Samuel L. Jakson repasa las promesas de América, como un paraíso donde se concretan los sueños, ante nuestros ojos una grupo de manifestantes afroamericanos son sometidos con brutalidad policiaca.

¿Racismo en América? La cuestión abrumadora de No soy tu negro (2016) es su testimonio elocuente de que el pasado se parece en mucho al presente; las imágenes de hace cinco décadas -de represiones y asesinatos de afroamericanos-, se hilan con eventos actuales y emblemáticos como la golpiza a Rodney King ocurrida hace 25 años y las protestas raciales derivadas de ello.

Pero más allá de su discurso inobjetable a favor de la igualdad social, de la contribución de una población entera a la construcción de un país próspero con el trabajo y sufrimiento de varias generaciones, destaca en el documental de Raoul Peck el brillante análisis de Baldwin sobre la condición humana y su descripción sobre esa sociedad “apática”, “ignorante”, “…de vidas vacías, monótonas…”, “…de pobreza emocional tan profunda…” en donde se gestó el concepto despectivo de “Negro”. Más “El mundo no es blanco, nunca ha sido blanco, no puede ser blanco. Lo blanco ha sido una metáfora de poder…”, escribió Baldwin.

Nominada a Mejor Documental en los Premios Oscar 2017; reconocida como Mejor Documental por los Críticos de Los Ángeles y Premio del Público en el Festival de Toronto 2016, entre otros reconocimientos, no resultan ser la carta fuerte de No soy tu negro (2016), sino sus planteamientos irrebatibles sobre la discriminación, aplicables en toda época y geografía. Aquí mismo, donde se margina a los pueblos indígenas. Ni qué decir en el contexto actual: No soy tu migrante, soy un ser humano.

No soy tu negro (2016) se exhibe en cartelera comercial, en Cineteca Nacional y en el circuito cultural. Imperdible.

Rosalina Piñera
Periodista egresada de la UNAM. En su pesquisa sobre el cine ha recorrido radio, televisión y publicaciones como El Universal. Fue titular del programa Música de fondo en Código DF Radio y, actualmente, conduce Cine Congreso en el Canal del Congreso.
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