CHICAGO, ILLINOIS. Los miles de muertos, heridos, desaparecidos y desplazados en cinco años de guerra contra los cárteles de la droga son solamente algunos de los indicadores del fracaso de la estrategia bélica de la administración del presidente Felipe Calderón. Para el gobierno de Estados Unidos, aliado de México en este conflicto, el fracaso se mide en el creciente consumo de drogas por parte de los norteamericanos, el flujo continuo hacia el norte de miles de toneladas de narcóticos y la mayor operatividad de los cárteles mexicanos en territorio estadounidense.
El Departamento de Justicia estadounidense califica a la drogadicción y al narcotráfico como “amenaza dinámica” a la seguridad de Estados Unidos. El uso ilegal de narcóticos entre los estadounidenses –sobre todo los jóvenes– sigue aumentando mientras que los cárteles mexicanos han respondido a la guerra y a los esfuerzos de interdicción de ambos gobiernos “modificando su interrelación, alterando los niveles de producción de droga y ajustando sus rutas y métodos”, apunta el informe “National Drug Threat Assesstment 2011” (Evaluación de la Amenaza del Narcotráfico 2011) que publicó recientemente el Centro de Inteligencia para el Narcotráfico que depende del Departamento de Justicia.
Dicho informe se publica anualmente con información de las agencias federales dedicadas a combatir el crimen organizado así como los departamentos de policía de todo Estados Unidos. Sus datos contradicen las declaraciones triunfalistas tanto de Calderón como del presidente Barack Obama.
“La amenaza que representan el narcotráfico y el abuso de drogas no disminuirá en un futuro cercano, sino que podría incrementarse”, concluye el informe. Y añade que los cárteles de la droga mexicanos “continuarán dominando la venta de narcóticos al por mayor en Estados Unidos en un futuro predecible y solidificarán aún más su posición a través de la colaboración con las pandillas estadounidenses”.
El análisis arroja luz también sobre el hecho de que, a pesar de la eliminación y el arresto de sus cabecillas, los cárteles han logrado establecer un sistema de distribución cada vez más complejo y extenso en territorio estadounidense para transportar toneladas de narcóticos y miles de millones de dólares en efectivo que contrabandean a territorio mexicano para ser lavados.
Ante el deterioro de la situación en México, el gobierno de Obama ha intensificado la participación de los servicios de seguridad estadounidenses en la guerra. A principios de este año, el gobierno de Calderón tuvo que reconocer que solicitó el uso de “drones” o aviones no tripulados estadounidenses en labores de inteligencia. Asimismo, se han lanzado operaciones contra los cárteles desde bases norteamericanas en las que participan policías federales mexicanos.
Estos son algunos de los datos más relevantes de la “Evaluación de la Amenaza del Narcotráfico 2011”, cuya información refleja cifras al cierre de 2009.
LAS RUTAS DE LA DROGA
Los mapas que se presentan a continuación muestran las rutas principales de transporte de los narcotraficantes en suelo estadounidense.
